Empieza el tuya-mía en el Real Madrid: la pelota pasa de Florentino Pérez a Ancelotti

La pelota se traslada de la zona presidencial al banquillo. De los despachos al césped, para ser más concretos, es la única manera de pasar página tras un tormentoso verano. El asunto de Kylian Mbappé queda “aparcado”, comentan en el club, y lo recomendable es enfriarlo y que no se hable más de la cuenta hasta que se aproxime el mes de enero. Es el siguiente escenario de una operación nueva que atañe directamente al Real Madrid con la estrella francesa. Toca guardar energías, trabajar con más discrección, estudiar nuevas estrategias y, ante todo, centrarse en los partidos y el calendario de competiciones.

Mbappé era la gran prioridad para reforzar el proyecto deportivo y conseguir que el equipo fuera más competitivo y uno de los favoritos, sobre todo, para afrontar con garantías la Champions. La Liga está más abierta con la salida de Messi del Barcelona. El Atleti, con la incorporación de Griezmann y con la condición de campeón, sube sus opciones para reeditar el título. Es el rival a batir sobre el papel.

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El Real Madrid necesitaba a Mabppé para estar entre los mejores de Europa. Este era el objetivo que perseguía Florentino Pérez, que no ha sido posible y deja la sensación de que la plantilla está debilitada. Se han marchado Sergio Ramos y Raphael Varane, los dos centrales titulares, y han llegado David Alaba y Eduardo Camavinga. Se han incorporado de sus cesiones Gareth Bale, Dani Ceballos y Jesús Vallejo. También salió Odegaard por motivos que no han sido explicados. En el escenario donde hay que pasar de la resignación a la exigencia adquiere más relevancia la figura de Carlo Ancelotti.

El desgaste del presidente

La presión recae en un profesional bien valorado por su experiencia y el conocimiento que tiene del club. El Real Madrid necesita más que nunca un buen entrenador, en lo táctico y la gestión del vestuario, para hacer un equipo competitivo que cumpla con los objetivos. No hay temporada de transición, pese a que no haya sido posible fichar a Mabppé. No hay excusas. Hay que volver a ganar después de que la temporada pasada fuera imposible conquistar la Liga, la Champions, la Copa del Rey y la Supercopa de España. Florentino sufre un desgaste tras un duro mercado de fichajes y ahora pide a Ancelotti que el equipo tenga espíritu competitivo. Rebeldía.

Con un jugador con Mabppé habría sido más fácil porque lo que necesita el técnico es un goleador y la estrella francesa habría generado un estado de ánimo ideal para ser más fuertes. Entre la afición y en el vestuario del equipo. Karim Benzema es el primero que está descolocado porque no haya salido el fichaje. Dentro de sus posibilidades jugó sus bazas en la estrategia y tenía la esperanza de contar con su compañero de la Selección en el Madrid.

No hay que detenerse en lo que ha pasado, ni en las lamentaciones de lo que no se ha conseguido y evitar el catastrofismo. Es la postura del Madrid. Mabppé no ha sido posible porque el Paris Saint-Germain de Qatar se rige por otras reglas y esta es la explicación que dan en el club después de que no quisieran negociar ni por 200 millones de euros. Sorprende en el Real Madrid, incluso, que Javier Tebas fuera tan contundente y atacara al PSG tras el cierre del mercado. “Los clubes estado son tan peligrosos para el ecosistema del fútbol como la Superliga… Somos igual de críticos con el PSG…”, dice el presidente de la Liga, que aporta las pérdidas del club parisino en la pandemia (más de 300 millones de euros), la disminución de sus ingresos por televisión (más del 40%) y la elevada masa salarial (más de 500 millones de euros). “Insostenible”, afirma Tebas.

Ancelotti necesita confianza

Pero ahora hay que mirar hacia delante y conseguir que esta plantilla de jugadores veteranos y jóvenes funcione con el método del nuevo entrenador. Ancelotti necesita tiempo y confianza y esto no es algo que predomine en el Madrid. En cuanto llegue una mala racha de resultados estará en el centro de la crítica y quedará cuestionado. Cómo le sucedió a Zidane. "Me voy porque el club no me da la confianza", alegó en su carta de despedida. El francés tiró la toalla por las filtraciones desde el club y el hartazgo de estar bajo sospecha por sus decisiones tácticas y la preparación física.

Ancelotti no va a estar libre de este examen semanal que depende de los buenos resultados. Florentino le ofreció regresar al Real Madrid con la condición de que el equipo volviera a ganar, mejorara la condición física e implicara a los jugadores. En ello se ha puesto a trabajar el técnico italiano. Pero con Mbappé u otro goleador tipo Haaland habría sido más fácil. En la plantilla se han quedado Jovic y Mariano y ninguno de los dos parecen convencer, de primeras, a Ancelotti. Con Mariano hay decepción por negarse a coger algunas de las ofertas y se queda de relleno.

Opinión

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Las esperanzas están puestas en que Ancelotti sea capaz de armar un bloque sólido, fiable y tenga continuidad en el juego y los resultados. Lo consiguió Zidane en su segunda etapa y ya sin Cristiano Ronaldo. Con el técnico francés de vuelta el equipo ganó la Liga del confinamiento, la Supercopa de España disputada en el nuevo formato de play off y quedó subcampeón de Liga y semifinalista de la Champions la pasada temporada. Cayó contra el Chelsea, el campeón de Europa. No hay que olvidarlo. Pero se fue cansado y agotado.

Enchufar a los jugadores

El trabajo que le pide el club a Ancelotti es que recupere, principalmente, a jugadores como Bale y Hazard. No está siendo sencillo porque en las tres primeras jornadas de Liga vuelve a quedar en evidencia la irregularidad del galés y el belga. Con Hazard se ha llevado su primera decepción. Ancelotti sentirá más presión en su trabajo cuando vuelvan las competiciones tras el parón de selecciones. El club exige que la gestión y los resultados sean mejores que la temporada pasada cuando empezaron a aparecer las dudas y los miedos por el sufrimiento en la fase de grupos de la Champions.

Ancelotti tiene que dar con la tecla de lo que necesita un equipo con pocos refuerzos, enchufar a los jugadores y confirmar que este proyecto poco remodelado tiene visos de ser competitivo. Busca líderes de vestuario, que ejerzan en el campo con jerarquía, saquen al equipo de un bache en situaciones críticas e impongan el carácter. Casemiro y Benzema hacen esta función en sus primeros partidos.

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Lo primero que ha hecho el entrenador italiano es pedir mucho compromiso a los jugadores, olvidarse de la temporada pasada, aprender de los errores y mirar con ambición el presente. La temporada será dura y hay que ser constantes. Más que otras porque los rivales se han reforzado fuerte con fichajes potentes. Y no solo el PSG con Messi, Sergio Ramos... y quedándose Mabppé. También lo ha hecho el Chelsea con Lukaku o el Manchester United con Cristiano Ronaldo, Varane y Jadon Sancho.

El análisis de Ancelotti es que tienen que ser más equipo que nunca, con un equilibro táctico y un sacrificio que les pueda hacer competitivos. Hay talento, experiencia y juventud, pero el primero que reconoce que no tiene la mejor o una de las mejores plantillas de Europa es el propio Ancelotti. Es el tuya-mía del presidente y el entrenador.