Florentino quiere evitar otra 'espantada' de Zidane: el fichaje de Mbappé depende de él

El pasado sábado, después de ganar al Barcelona en un Clásico en el que Zinedine Zidane tuvo que recurrir a jugadores sin protagonismo en el equipo como Odriozola, Isco, Marcelo Militao o el denostado Mariano, el francés advirtió que el equipo llega agotado a la recta final de la temporada. Físicamente, pero sobre todo en lo anímico. Y uno de los que más desgaste ha sufrido en esta tortuosa temporada salpicada de incidentes, lesiones, contagios de covid, ultimátums, derrotas inesperadas y críticas al equipo es Zidane. El entrenador ha sido cuestionado por el propio Florentino Pérez tras un inicio titubeante que le llevó a estar al borde de la eliminación en Champions, eliminado en Copa y descolgado en la Liga. Zizou salvó varios match-balls gracias al compromiso de los pesos pesados de la plantilla.

A ello se suma la incertidumbre del entrenador sobre el futuro de jugadores como Sergio Ramos o Lucas Vázquez, cuyas renovaciones siguen empantanadas por más que Zidane haya pedido en sala de prensa que se cerrase su continuidad. Y a eso se suman las críticas recibidas de la prensa, especialmente vehementes en los medios afines al presidente, cuando las cosas no han ido bien. Eso ha provocado que Zidane se haya refugiado en el vestuario en los malos momentos, distanciándose más aún de un Florentino con el mantiene una relación más profesional que cercana.

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Otro aspecto que les ha distanciado ha sido la gestión del caso Ramos. Sergio habló con Zidane y le comunicó su decisión de operarse y parar de seis a ocho semanas. El hecho de que el capitán informase primero al técnico y que Zidane no lo comunicase al club, enfrió más aún la relación entre el francés y el dirigente. Evidentemente, no tenía que ser Zizou quien lo hiciera.

Zidane juega al despiste

Todo eso ha provocado que en las oficinas del Santiago Bernabéu hayan saltado las alarmas sobre el futuro de Zidane. El francés tiene contrato hasta junio de 2022, pero eso no garantiza nada. De hecho, en su anterior etapa como entrenador madridista, Zizou ya se marchó sin completar su contrato en un movimiento que sorprendió a directivos, jugadores y aficionados. Ahora, de repetirse, la sorpresa sería relativa.

Zidane y Florentino mantienen una relación que ha vivido tiempos mejores. Pérez, como le suele ocurrir con todos sus entrenadores, ha terminado por 'desenamorarse' de Zidane, hasta el punto de haber sondeado con Zidane en el banquillo a técnicos como Allegri, Conte, Nagelsman, Löw... Y esas maniobras Zizou las conoce de primera mano por alguno de los interpelados por el presidente madridista.

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En los últimos tiempos Zidane ha vuelto a jugar al despiste. A declaraciones como "entreno al mejor equipo del mundo y eso me hace ser un afortunado", han seguido otras como las que hizo después de ganar al Liverpool en Valdebebas en los micrófonos de Sky Italia: "¿Futuro en Turín? La Juve sigue siendo importante para mí, veremos...". El francés nunca ha cerrado la puerta de salida y en enero, antes de un partido contra el Celta, fue bastante contundente a ese respecto: "Yo no miro más allá del día a día. Yo no planifico nada. Tú puedes firmar diez años aquí y mañana estás fuera. Y al revés. Tú puedes firmar un año y quedarte mucho tiempo. A mí lo que me anima es el día a día y el resto son discusiones en las que yo no puedo decir nada". Esa postura ambigua y el desgaste al que está siendo sometido esta temporada han generado mucha incertidumbre en la planta noble de la Casa Blanca sobre su continuidad.

La relación Mbappé-Zidane

El problema es que Zidane, además de ser el mejor entrenador posible para este Real Madrid, es la piedra piramidal sobre la que pivota la negociación del fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid, como adelantamos en El Confidencial en diciembre. Zidane mantiene contacto directo con Mbappé, quien se mantiene informado de la situación a través del entrenador.

Mbappé ha dejado claro que quiere jugar en el Real Madrid "a las órdenes de Zidane". Lo que convierte al entrenador en imprescindible para sellar el fichaje del delantero francés. Mbappé ya ha rechazado tres ofertas de renovación del París Saint-Germain, que parece haber asumido ya que tendrá que ponerle en el mercado este verano forzosamente. Pero Florentino, tras ser confirmado como presidente hasta 2025 con sus elecciones express, no las tiene todas consigo aún porque Zidane no acaba de confirmar que estará en el banquillo la próxima temporada.

Mientras el madridismo espera impaciente que se resuelva el culebrón de la renovación de Sergio Ramos, en el despacho presidencial inquieta mucho más qué pasa por la cabeza de Zidane. El francés ya se marchó el 31 de mayo de 2018 advirtiendo: "Si no veo las cosas tan claras como yo las quiero, pienso que es mejor cambiar y no hacer tonterías". Hay muchas cosas que no están claras en el Real Madrid, especialmente en lo referente a la plantilla. Pero ahora mismo Florentino no puede permitirse el lujo de perder a Zidane, porque perdería la llave del fichaje de Mbappé.