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La lucha de Jovic en el Real Madrid y por qué da síntomas de estar presionado
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el difícil aprendizaje del serbio

La lucha de Jovic en el Real Madrid y por qué da síntomas de estar presionado

No luce. El mal de Luka Jovic es que caiga en la inseguridad y la desconfianza. El mensaje de Zidane al serbio es que aprenda de los momentos complicados y persevere

Foto: Luka Jovic pasa junto a Zidane en el partido contra el Valencia en la Supercopa de España. (EFE)
Luka Jovic pasa junto a Zidane en el partido contra el Valencia en la Supercopa de España. (EFE)

Luka Jovic atraviesa un periodo de desconfianza después de un inicio de año en el que no ha aprovechado las oportunidades en la Supercopa de España ni en el último partido de Copa del Rey. En Zaragoza, titular, dejó una estadística negativa: solo dio siete pases y no disparó a portería. Es el mal de Jovic. No luce en el Real Madrid. Enero ha sido un mes malo que provoca que se hable de la decepción de un delantero que no tiene gol y transmite una sensación de desconexión alarmante con el resto del equipo. El mensaje de Zidane al serbio es que aprenda de los momentos complicados y tenga perseverancia. En el trabajo y con más tiempo, encontrará su sitio. La ayuda de sus compañeros resulta clave. Jovic no olvida el detalle que tuvo Casemiro, en el partido contra el Sevilla, cuando el serbio le dio un pase de tacón, el brasileño marcó y lo celebró señalando a Jovic para que le aplaudiera la afición.

Lo peor que puede suceder es que aparezcan el desánimo y la inseguridad. Aquí es donde enfoca el técnico francés el aprendizaje que tiene que llevar el serbio. No se puede hundir. Tiene que coger seguridad. Soltarse. Subir la autoestima y creerse que está capacitado para hacer goles en el Real Madrid como los hizo en el Eintracht de Fráncfort. Es un proceso que le está costando más de lo que se imaginaba. Jovic tiene que salir adelante y Zidane encontrar otro momento ideal (como lo era la Supercopa de España) para que se quite de encima la presión. La angustia o la ansiedad empiezan a ser obstáculos en el proceso de adaptación.

placeholder Casemiro pide a la afición que aplauda el pase de Jovic en el gol al Sevilla. (EFE)
Casemiro pide a la afición que aplauda el pase de Jovic en el gol al Sevilla. (EFE)

La presión tiene bloqueado a un jugador clave en la planificación del club. Florentino Pérez y Zinédine Zidane ficharon a Luka Jovic con la garantía de que había hecho goles en Alemania (27 en los 48 partidos que disputó con el Eintracht de Fráncfort) y una personalidad a prueba de bombas. El Madrid fue decididamente a por este jugador después de verle marcar cuatro tantos al Fortuna Düsseldorf. Incorporarlo era una prioridad y una necesidad de presente y futuro. Competencia y relevo para Benzema. Lo primero funciona. El delantero francés está enchufado y con olfato. Lo segundo deja dudas. ¿Es Jovic el delantero del futuro del Real Madrid?

Sin chispa ni garra

Es pronto para sacar conclusiones y decir si está justificado el desembolso. No lleva ni una temporada y las apariciones han sido escasas. Salvo la Supercopa. En el derbi, ZZ solo hizo el doble cambio (Vinícius y Lucas Vázquez). No jugó nada Jovic. En la impaciencia y los nervios que tiene el serbio por querer triunfar lo más rápido posible, influye ver cómo a los otros jóvenes de la plantilla les van mejor las cosas. Es el caso de Fede Valverde. Un año menor e indiscutible en el once de Zidane. Convencen más los pocos minutos que tiene Brahim Díaz (20 años) que los de Jovic. Se analiza desde un punto de vista del aprendizaje, la edad y la experiencia.

Luka Jovic es el más ‘viejo’ del grupo de los jóvenes. Tiene la experiencia de haber jugado en la Bundesliga y entra dentro de lo comprensible el proceso de adaptación a un nuevo país y compañeros. Es también la primera temporada de Rodrygo y se le ve con más soltura y facilidad para encajar en el juego. Vinícius entró con fuerza y determinación la temporada pasada. Los dos brasileños tienen chispa. El serbio está apagado. Hablamos, entonces, de una personalidad que se desconocía en el Real Madrid. El serbio no pertenece al patrón de esos futbolistas balcánicos que son solventes por su carácter racial. Un espíritu combativo, peleón y luchador, vale para hacerse un hueco y entrar con buen pie en el Real Madrid. Que se fije en lo bien que le va a Lucas Vázquez.

A Jovic, de cuerpo fornido y mirada amenazante, se le intuían rasgos de guerrillero más que de fino futbolista. Todavía está por demostrar si hay un fuerte carácter y tiene cualidades de goleador. Es innegable que sufre con los problemas de confianza que surgen de no marcar goles, participar poco o nada del juego y sentir que todavía no engancha con la afición como lo hacen otros compañeros. Fuera hay una percepción de un futbolista que fracasa por la falta de entendimiento y verse superado por el ritmo y la intensidad con que se mueve el resto. Está ausente. El serbio vive una lucha interior para entender cómo puede ofrecer un rendimiento inmediato que le devuelva la versión que le llevó a fichar por el Real Madrid.

Luka Jovic atraviesa un periodo de desconfianza después de un inicio de año en el que no ha aprovechado las oportunidades en la Supercopa de España ni en el último partido de Copa del Rey. En Zaragoza, titular, dejó una estadística negativa: solo dio siete pases y no disparó a portería. Es el mal de Jovic. No luce en el Real Madrid. Enero ha sido un mes malo que provoca que se hable de la decepción de un delantero que no tiene gol y transmite una sensación de desconexión alarmante con el resto del equipo. El mensaje de Zidane al serbio es que aprenda de los momentos complicados y tenga perseverancia. En el trabajo y con más tiempo, encontrará su sitio. La ayuda de sus compañeros resulta clave. Jovic no olvida el detalle que tuvo Casemiro, en el partido contra el Sevilla, cuando el serbio le dio un pase de tacón, el brasileño marcó y lo celebró señalando a Jovic para que le aplaudiera la afición.

Zinédine Zidane Vinicius Junior Rodrygo
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