La montaña rusa de Luis Enrique y la verdad de su enigma

Es uno de los nombres más mediáticos del deporte español y uno de los personajes del año dentro de nuestras fronteras. En El Confidencial hemos comprobado cómo cualquier noticia sobre Luis Enrique Martínez ha generado un fuerte interés, tanto por el desgraciado episodio que ha vivido él y su familia como por el terremoto que ha supuesto su regreso al banquillo de la Selección española. Su personalidad explosiva suele arrinconar al aficionado para estar con él o en su contra; y su figura enigmática atrae para conocer más sobre quien, a día de hoy, llevará las riendas de España en la Euro de 2020.

"No sé si estoy con más ganas que nunca, pero sí con muchas ganas. Tampoco es algo que sea novedoso en mí. Una de mis pocas habilidades es que pongo bastante ilusión e ímpetu en todo lo que hago. Se dice que segundas partes nunca fueron buenas, pero espero que esta sea muy buena y que podamos disfrutar de muchos éxitos deportivos, que es para lo que he venido. 2019 ha sido un año pésimo para mí y mi familia y espero que 2020 sea mucho mejor", ha comentado Luis Enrique en su última entrevista del año a la Federación, publicada el 26 de diciembre.

Siendo un año tan malo para él, ¿por qué ha sido uno de los grandes protagonistas de 2019? En el césped, durante este 2019 sólo ha dirigido un partido, pero las circunstancias le han colocado en las portadas de los diarios una buena parte del año.

Las pruebas de Luis Enrique

Al principio lo fue por su método en el banquillo. Luis Enrique protagonizó a principios de año titulares de prensa, reflexiones y comentarios sobre sus convocatorias. Había cierta incomprensión a la cantidad de convocados que llevaba en su mochila y una de las conclusiones era: “Luis Enrique no tiene claro el equipo” o “no hay estabilidad”. En marzo, después de siete partidos, había utilizado a 36 jugadores. Él explicaba que quería “probar todo lo que fuera posible” y que en cada una de sus convocatorias tenía “una extensa lista” de posibles futbolistas: “Mi primera lista desde que soy seleccionador es de 70 jugadores”, indicó en noviembre de 2018 preparando a la Prensa de lo que podía venir.

Quizás a la persona ajena a su 'modus operandi' le podía sorprender este proceso, pero en 2010, por ejemplo, en su Barcelona B ya utilizó a 26 jugadores en las once primeras jornadas (marchaba cuarto). En 2015, ya con el Barça, en un puñado de partidos de Copa alineó a 28 futbolistas diferentes. Ahora, con España, teniendo un abanico tan amplio no se iba a quedar atrás en este tipo de estadísticas… Mal no le ha ido.

El silencio de la Prensa por Luis Enrique

En junio, su presencia en primera plana de los medios fue por el abandono de la concentración cuando España iba a jugar frente a Malta. Las preguntas de qué ocurría con el asturiano chocaban con la explicación oficial aportada por la Federación: “Motivos personales”. Después, los propios trabajadores de la RFEF pidieron “respeto” a todos los periodistas que seguían la actualidad de la Roja para no agitar más la vida de Lucho y de su familia.

A cuenta gotas, poco a poco ese primer círculo de periodistas fue conociendo el trágico motivo por el que Luis Enrique Martínez no podía sentarse en el banquillo de la Selección española. Su cabeza, corazón, cuerpo y alma estaban con su hija Xana. La Prensa se lo dejó para ella misma y nunca nadie publicó nada hasta que el propio Luis Enrique quiso. Sorprende que, por un gesto que debía ser el normal (mantener silencio por respeto a Luis Enrique), el gremio de la prensa deportiva se llevara un aplauso de la afición. Ha servido de termómetro para saber cómo está el panorama en cuanto a valores se refiere.

El jaleo con Robert Moreno

Posteriormente, tras quedar marcado de por vida por la pérdida de su hija, llegó su aterrizaje a una casa que le había dejado las puertas abiertas para cuando quisiera regresar. La diferente interpretación de la situación por parte de Robert Moreno y de Luis Enrique provocó una situación de película de sábado por la tarde. El culebrón tratamos de explicarlo en este artículo de "quién miente a quién", después de haber recopilado testimonios de ambos 'bandos' y de que cada uno colocara las piezas del puzle. Es la verdad más cercana a la realidad que encontramos detrás del enigma que envolvió este episodio (el cual, por cierto, acaba de dar su último coletazo con el fichaje del catalán por el AS Mónaco).

Ese desconocimiento de qué pensaba cada uno en esta situación provocó también que, cada dos por tres, amigos y familiares preguntaran a periodistas qué ocurría exactamente entre Robert Moreno y Luis Enrique, y si había algún culpable (si a alguien no le ha quedado claro que se asome por el enlace indicado anteriormente).

Por estos tres motivos, diferentes uno de otro, Luis Enrique ha sido protagonista en España durante gran parte de este 2019 saltando de la prensa deportiva a los medios generalistas y la del corazón. Y todo ello habiéndose sentado sólo una vez en el banquillo de la Selección, el 23 de marzo ante Noruega en Mestalla, cuando se ganó 2-1. Su puesto laboral relevante, su exposición contada ante los medios, esa protección de su vida privada (que provoca la curiosidad de la gente por querer saber más sobre él), su fuerte personalidad y la manera tan contundente de expresarse son ingredientes para que mediáticamente sea una figura llamativa e impactante. Genera atracción para el público. Ojalá en 2020 sea también uno de los personajes del año, aunque por motivos deportivos.