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Quién miente a quién: desnudando a Robert Moreno y Luis Enrique
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explicación al culebrón de la selección

Quién miente a quién: desnudando a Robert Moreno y Luis Enrique

Robert Moreno se ha defendido este jueves para lavar su imagen y explicar los hechos para que nadie le tache de "desleal". La falta de entendimiento con Luis Enrique ha provocado su ruptura

Foto: Robert Moreno, durante la rueda de prensa. (EFE)
Robert Moreno, durante la rueda de prensa. (EFE)

El misterio del desencuentro entre Robert Moreno y Luis Enrique ha quedado reducido a un espacio más pequeño después de las palabras del exseleccionador español este jueves por la tarde en un céntrico hotel de Barcelona. Si se busca un culpable, quizás haya que irse a la complejidad de las relaciones humanas, la diversidad en interpretaciones y, si acaso, a que no se definió realmente el rol de Moreno (si es que era necesario) desde un inicio. Robert, con cuello de cisne, un boli entre las manos y con la voz algo entrecortada en determinados momentos, intentó dar por zanjado este asunto que no le está dejando vivir tranquilo estos días. Como él mismo dijo, aportó sus piezas en este complejo puzle. Por cierto, aunque no quisiera reprochar nada, dio un estacazo también...

Atendiendo a las dos partes y considerando que ninguna de ellas miente (importante), así queda este entuerto.

En la charla (o reunión, según se vea) que mantuvo Robert Moreno con Luis Enrique cuando aquel fue a ver a este el 12 de septiembre, el catalán —desde su punto de vista— se encontró con lo siguiente: “Durante la reunión, me pareció correcto comentarle, igual que yo había dicho en público, que daría un paso al lado si él volvía. Mi sorpresa fue la respuesta: 'Te lo agradezco, pero ya no cuento contigo, con el resto del 'staff' sí'. Me pregunté qué había hecho mal para que Luis no contase de repente conmigo y se lo comenté al 'staff'. Pasé unos días duros”.

[Las ocho demoledoras frases de Luis Enrique a Robert]

¿Qué hizo Robert Moreno para que Luis Enrique no le quisiera? El asturiano lo vio así: “El desencuentro acontece el 12 de septiembre [hecho que coincide con la explicación de Robert]. Tenemos una reunión en mi casa y percibo claramente que Robert Moreno quiere hacer la Eurocopa [de esta 'percepción' no era consciente Robert] y después me confirma que si yo quiero, él vuelve a ser mi segundo entrenador [coincide con la explicación de Robert]. Desgraciadamente, no es una cosa que me pille por sorpresa. Lo veía venir [de esto no es consciente Robert]. Entiendo que le haga ilusión ser seleccionador nacional. Es la oportunidad de su vida, pero veo que es una ambición desmedida. Exagerada [Robert Moreno no es consciente de que haya generado dicha ambición]”.

Los 10 días en los que 'todo' cambia

¿Qué fue lo que Luis Enrique 'percibe claramente' en Robert Moreno para ser tan tajante? “Tras la renuncia irrevocable de Luis de seguir al frente por los motivos que conocéis, nos reunimos y firmé un contrato para después de la Eurocopa con Luis [Rubiales] y Molina, que confiaron en mí y me dijeron que este era mi proyecto [importante]. Hasta que no tuve el OK de Luis, no acepté. No se le escapa a nadie que, si yo no hubiera seguido, habría otro seleccionador... Antes de la famosa reunión del 12 de septiembre, yo tuve otro encuentro con Luis Enrique, a principios de mes, y me dijo que estaba contento y que se sentía orgulloso de mí”. Este punto es el que no encaja en la historia, porque o bien Luis Enrique cambió de parecer en 10 días o el asturiano no creyó conveniente decirle lo que pensaba en ese momento… o tenía sus dudas y luego las confirmó.

placeholder Robert Moreno, en la rueda de prensa de este jueves. (EFE)
Robert Moreno, en la rueda de prensa de este jueves. (EFE)

Al asumir las riendas de la Selección, Robert Moreno tomó sus propias decisiones y, si en un principio contaba con el 'feedback' de Luis Enrique, posteriormente ese diálogo se fue diluyendo. Luis Enrique, cuando habla de que esta situación la había intuido, se basó en las 'no acciones'. Es decir, en la independencia de Robert, a quien, como ha recalcado él mismo este jueves, Luis Rubiales y Molina le dijeron que era su “proyecto”. Luis Enrique no lo entendió exactamente así, viendo que esta etapa iba a ser un paréntesis.

La raíz del tema (si nadie miente)

Si se va a la raíz del asunto, si a Robert Moreno se le hubiera cosido la palabra 'interino' en su chándal, seguramente se hubiera comportado de otro modo. Quizá de la misma manera que los nueve años anteriores. Pero aquí, cada persona ha reaccionado y entendido una misma situación de diferentes maneras.

Deslealtad, según se mire

¿Desleal? “Hace nueve años, empecé mi trayectoria con Luis Enrique en el Barça, de ahí a Roma, donde al final no quiso seguir y nos fuimos con él. Llegó la opción del Celta y fuimos, disfrutamos mucho de aquella experiencia. Entonces llegó el Barça, fueron años preciosos, pero llegó el fin. Nos dijo que no seguiría entrenando y que no nos podía garantizar nada. Fue entonces cuando nos fuimos con Juan Carlos Unzué, siempre con su permiso, y entonces apareció la oportunidad de entrenar a la Selección”, comentó el entrenador de 38 años desde el Claris Hotel de Barcelona. En esos nueve años, sabía que seguía siendo segundo y esa lealtad se cumplió hasta el punto de consultarle cada movimiento y no realizar nada sin su aprobación.

En el momento en que él ha supuesto que le habían dado libertad, ha asumido decisiones y el papel de primer entrenador… como parece lógico. Sin embargo, en los códigos de Luis Enrique esto era un paréntesis y Robert debía haber tenido siempre presente que ese puesto de trabajo continuaba siendo del asturiano.

placeholder Luis Enrique, entre Rubiales y Molina, en su segunda presentación como seleccionador español. (EFE)
Luis Enrique, entre Rubiales y Molina, en su segunda presentación como seleccionador español. (EFE)

Depende de los ojos con que se vea, a Robert se le puede considerar desleal o no. Y de la misma manera que es comprensible que Robert en algún momento se viera entrenando a España en la Euro (antes de que supiera que Luis Enrique volvería), también lo es que Luis Enrique no entendiera esa reacción y le sentara mal que Moreno estuviera tomando ese camino en su 'proyecto'.

El único 'palo' de Robert

Robert, antes de comenzar su explicación, señaló que prefería no hacer rueda de prensa para no “reprochar” nada a nadie y sabía que si concedía el turno a la prensa se le iba a soltar la lengua. No obstante, dejó su 'estacazo', que se ha recogido en forma de titular: "Si yo no hubiera seguido, Luis Enrique no sería ahora seleccionador". Con esto, ¿se ha sentido utilizado por la Federación que preside Luis Rubiales? ¿Está pidiendo que, como mínimo, no se le haya atacado de esta manera?

El culebrón no es blanco o negro, sino gris. Habrá quien sea más afín al carácter duro y directo de Luis Enrique y quien se sienta más reconocido en las formas 'elegantes' de Moreno. En todo esto, lo único que sí está claro es el objetivo de todo esto: ganar la Eurocopa de 2020.

El misterio del desencuentro entre Robert Moreno y Luis Enrique ha quedado reducido a un espacio más pequeño después de las palabras del exseleccionador español este jueves por la tarde en un céntrico hotel de Barcelona. Si se busca un culpable, quizás haya que irse a la complejidad de las relaciones humanas, la diversidad en interpretaciones y, si acaso, a que no se definió realmente el rol de Moreno (si es que era necesario) desde un inicio. Robert, con cuello de cisne, un boli entre las manos y con la voz algo entrecortada en determinados momentos, intentó dar por zanjado este asunto que no le está dejando vivir tranquilo estos días. Como él mismo dijo, aportó sus piezas en este complejo puzle. Por cierto, aunque no quisiera reprochar nada, dio un estacazo también...

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