La dificultad de ver así a Xavi o el peaje que está pagando por su exótica aventura

“No me veo de presidente del Barcelona. Para eso ya está Piqué. A mí me gusta el fútbol”. En 2015, cuando dejó de vestir la camiseta del FC Barcelona, anunció cuáles eran sus intenciones el día que colgara las botas. En esa entrevista para la revista 'Panenka' también destacó que "la gente que no entiende tanto de fútbol suele ser resultadista". Hoy, por sus resultados al frente de Al Sadd, la imagen de Xavi no es la que ha acostumbrado a tener vistiendo de corto. El 2-6 que le ha endosado el modesto Esperance de Túnez este martes le ha hecho marcharse de mala manera del Mundial de Clubes (el cual ha finalizado sexto) que se está celebrando en 'su' Doha.

"¡Xavi out!", escuchó el técnico de Terrasa hace unas semanas en su propio estadio. El Al Sadd marcha cuarto en liga y a once puntos del líder (aunque con dos partidos menos) y hace un par de meses fue eliminado en semifinales de la Champions de Asia, uno de los objetivos reales a los que aspiraba el club catarí. El listón tan alto que tenía como jugador le está haciendo vivir en primera persona otra cara del fútbol y, al mismo tiempo, está llamando la atención del aficionado por asociar su nombre momentáneamente a resultados negativos. Es su primera experiencia en los banquillos y, como él mismo señaló hace más de cuatro años, huye de los "resultadistas", pero eso no evita que su trabajo dependa de ellos. Y su imagen, la cual -en ocasiones- está reñida con la memoria del fan.

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La lógica invita a pensar que su experiencia en Qatar está sirviendo de laboratorio para Xavi de cara a retos más potentes y allí es donde está aplicando su fórmula de posesión. Bien lo sabe Gabi, que ha pasado de ser capitán del Atlético de Simeone a portar el brazalete del equipo de Xavi: "Está claro que [con Simeone] aprendí algunos hábitos como el de jugar largo e intentar ganar las segundas jugadas, y eso no es lo que sucede aquí, donde simplemente coges la pelota lo más rápido posible. Es una experiencia maravillosa. Conocer y jugar estos dos estilos diferentes de fútbol es una combinación perfecta, y no solo por porque lo estoy disfrutando mucho, sino también para el futuro", ha señalado el exrojiblanco esta semana en el Mundialito.

"Esta es mi filosofía: tener posesión en el campo, no solo sentarse y esperar, y atacar, porque cuantas más oportunidades crees, más oportunidades tendrás de ganar. Lo que me sorprendió es que cuando comencé como entrenador no pensaba demasiado en el lado defensivo del juego. Pero ahora sufres. Sufres cuando no tienes la pelota. Ese 30-40 por ciento de posesión que no tienes es cuando tienes que trabajar más duro", comentó estos días Xavi a declaraciones a Fifa. Y salvo en esta goleada recibida, Al Sadd ha sido el dueño del balón... tanto contra el Highiene de Nueva Caledonia (al que le costó batir en la prórroga) como ante el Monterrey mexicano (3-2 cayó).

Sin ver sus partidos ni su fútbol en España, el poso que está quedando es el de ese resultado que no siempre habla de lo que sucede en el césped ni de con qué armas cuenta como entrenador. La realidad le dibuja una silueta de un técnico novato con más complicaciones de las que un futbolista de su nivel tiene cuando da el salto a los banquillos. ¿Ha empezado la casa por el tejado al tener como primera experiencia profesional un equipo así o el tiempo le dará la razón por estar absorbiendo experiencias que otros exfutbolistas no tienen cuando comienzan con canterano?

Paciencia, conocimiento y 'vidas' tiene de sobra para que las oportunidades le lleguen al margen de lo que suceda en Qatar, país poco frecuente para comenzar una carrera profesional de este tipo y en el que ha recalcado más de una vez que está "feliz"... Precisamente allí también se ha creado cierta mala fama por realizar en alguna ocasión comparaciones que no dejaban bien a España. Este es el 'precio' que Xavi está pagando por una exótica, pero económica, aventura.