Así miran con lupa a Zidane en el Real Madrid antes del Clásico

El Real Madrid tiene la oportunidad de llegar líder al Clásico si no se equivoca en Mestalla como le sucedió al Barcelona contra la Real Sociedad. Los de Ernesto Valverde tuvieron un partido incómodo en San Sebastián. Entraron andando, les arrebataron la pelota, sobrevivieron atrás con un enorme Piqué y echaron en falta la inspiración de Messi. El seis veces ganador del Balón de Oro apareció poco, estuvo espeso e irregular en un encuentro con un altísimo ritmo y velocidad en el juego. Gestionó más de la cuenta sus esfuerzos. Messi quiso guardar energías para el Clásico después de tener descanso en la Champions y no viajar a Milán.

Estuvo mejor el Barcelona de los suplentes en la victoria contra el Ínter que el equipo de gala (ya con Rakitic de vuelta en el once) en el choque contra los donostiarras. Por un exceso de confianza o tener la cabeza en el Clásico a Valverde le fallaron dos jugadores claves (Ter Stegen y Messi) y el bloque. La Real tuvo fases en las que fue un tsunami. Es la lección que saca Zinédine Zidane para resolver, en cuatro días, dos citas claves: Valencia y Barcelona.

Es el día soñado por Zidane, que pide a sus jugadores que muestren contra el Valencia la versión que dieron contra el Eibar y el Alavés. Dos victorias en las que los jugadores y el entrenador recuperaron las sensaciones de ser un equipo con alma y carácter. A Zidane le ha cambiado el plan del Clásico la lesión de Eden Hazard, sobre todo, y una incógnita. La decisión de si es conveniente alinear al apercibido de sanción Casemiro contra el Valencia, con el riesgo de que le muestren una tarjeta amarilla y no pueda disputar el Clásico.

Se le suma el problema del lateral izquierdo por la absurda expulsión de Mendy con una innecesaria entrada en el partido contra el Espanyol y el lesionado Marcelo (no viaja a Valencia). Militao apunta, por su polivalencia, al costado izquierdo. Mover a Carvajal al otro lateral sería crear dos problemas y, por lo visto, contra el Brujas, la opción de Odriozola produce pánico. La inactividad le ha convertido en un defensa inseguro atrás.

A la espera de saber qué hacer con Bale

En este escenario, favorable por el pinchazo del Barça y desfavorable por la lesión de Hazard y otras decisiones, se mira con lupa a Zidane. Se le pide dentro del club que esté inspirado y aproveche el empate del Barcelona. Tiene que dar con la tecla con el once que pueda superar al Valencia y ser fiable y regular en el Camp Nou. Enfrentarse al Barcelona mirándole por encima del hombro el próximo miércoles supone una inyección de moral en el Real Madrid. Esa superioridad la tiene en su mano si es capaz de ganar a un Valencia que está eufórico después de un duro partido en Ámsterdam y una meritoria clasificación para los octavos de final de la Champions.

El último interrogante es deshojar qué va a hacer con Gareth Bale en los partidos contra el Valencia y el Clásico después de que le hiciera viajar hasta Bruselas y el galés estuviera todo el partido en el banquillo. "Yo soy el que tengo que tomar las decisiones", lleva insistiendo Zidane desde el final del partido contra el Brujas ante la insistencia de los que le preguntan por la situación de Bale. En Madrid se quedaron Sergio Ramos y Kroos. En el último partido de la Champions alineó un ataque con Vinicius, Rodrygo y Jovic. Uno de los cambios fue sacar a Benzema. Bale viajó para nada. Zizou tiene que tomar una importante y relevante decisión: contar o no de inicio con Bale contra el Barcelona.