El 'boom' del Valencia o cómo el silencio de Albert Celades transforma la crisis en éxito

Siete años después, el Valencia vuelve a estar en los octavos de la Champions League. Es un éxito total, pues el conjunto che ha superado todos los obstáculos que se le han ido poniendo por delante con una entereza encomiable. La crisis institucional que acabó con el despido de Marcelino, entrenador muy querido, y Mateu Alemany, director general, ya es historia (al menos por el momento). Peter Lim se la jugó cesando a ambos y llamó a filas a Albert Celades, con experiencia tan solo en las categorías inferiores de la Selección española. Salió bien. El catalán, con paciencia y criterio, ha sabido ganarse poco a poco el afecto de un vestuario que al principio le miraba como a un sospechoso habitual y ahora se iría con él hasta las mismísimas puertas del infierno. El Valencia ganó al Ajax (0-1), semifinalista la temporada pasada, le eliminó de la carrera por la 'orejona' y estará en el bombo de los octavos de final como primero de su grupo, casi nada. Y con 9,5 millones de euros por la clasificación.

Rodrigo Moreno fue el héroe de la noche. Curioso, porque con él en cierta parte empezó todo este verano. Lim lo puso en el escaparate y Marcelino y Alemany no tardaron en demostrar sus discrepancias con el propietario del club por la planificación deportiva. Iba a ser la venta más alta de un jugador valencianista en toda la historia de la entidad, pues el Atlético lo tenía prácticamente atado por unos 60 millones, pero al final ni los rojiblancos ni tampoco el PSG encontraron la cuantía para pagar el traspaso y el delantero acabó quedándose, para tranquilidad de Marcelino y Alemany, en Mestalla. Al internacional, que durante un tiempo tuvo la mente en otra parte, le costó volver a entrar en la dinámica, pero los frutos los empieza a recoger ahora el equipo. Los blanquinegros agradecen, sin duda alguna, que se haya quedado.

Al hispano-brasileño no le temblaron las piernas cuando recibió un buen pase en profundidad de Ferrán (por algo hay que confiar en la cantera) y, completamente solo, fusiló por la escuadra a Onana. Lo estaba pasando fatal el Valencia en ese momento, pues el Ajax dominaba la posesión y llegaba al área con relativa facilidad, y llegó el gol salvador del '19'. Los cracks siempre suelen aparecer en situaciones así, para eso se les paga. Éxtasis colectivo. Rodrigo se fue hacia la tribuna de valencianistas desplazados para la ocasión: les señaló, les miró con una sonrisa y se tocó el escudo. Lleva cuatro goles entre todas las competiciones, pero la friolera de diez asistencias, siendo la referencia absoluta(junto a Parejo) de su equipo. No se desmerecen. Tuvo la sentencia en la segunda parte, cuando recortó a Mazraoui en el interior del área y disparó a bocajarro. Repelió Onana con el cuerpo para añadirle más tensión a un partido de infarto en el que la falta de puntería del Ajax también dio algo de vida al conjunto español. Ziyech tuvo dos claras que no acertó entre los tres palos, también Tadic y Nao Lang, de media chilena.

Por momentos el encuentro se pareció mucho al de Lille, con un Ajax valeroso, buscando el marco visitante constantemente, y un Valencia defendiéndose con todo lo que tenía sobre el campo, que no es poco ante la cantidad de futbolistas que se acumulan en su enfermería: Guedes, Kondogbia, Garay, Cillessen, Maxi o Cheryshev. A algunos de estos se les sumarán en las próximas horas muy probablemente Gameiro, que tuvo que abandonar el césped a los pocos minutos de iniciarse la segunda parte, y Gabriel Paulista, que jugó con molestias los segundos 45' y se retiró ya en el descuento, tras ser expulsado, con síntomas de dolor. El Ajax se cernía sobre el marco de Jaume cada vez más. Si en la primera parte dominó con solvencia, en la segunda aún aumentó más su presencia. De hecho, apenas se le recuerdan ocasiones claras al Valencia en esta mitad, si acaso un tiro enroscado de Rodrigo desde fuera del área que acabó rozando la cruceta.

En los minutos finales Ziyech, Tadic y Van de Beek, cuyos centros fueron muy peligrosos, estuvieron cerca de derribar la muralla che. Jaume y Diakhaby ejercieron como líderes de la zona, aunque el nivel defensivo de todo el equipo fue fantástico. El único que estuvo por debajo de sus compañeros: Wass, el que salvó al equipo de la derrota contra el Chelsea y al que pusieron a prueba una y otra vez por su flanco este martes. Jaume placó por abajo un tiro de Ziyech y un envío envenenado de Van de Beek cuando el tiempo ahogaba. Más tarde, Diakhaby despejó un esférico que hubiera condenado a los de Celades cruelmente por segundo año consecutivo tras una pelota que golpeó en el pecho de Wass y superó a su guardameta, vencido. Los horrores de Lille aparecieron en el Johann Cruyff Arena con la expulsión de Paulista porque en ese momento los holandeses estaban prácticamente metidos en el área rival, pero el Valencia no dejó que esta vez la suerte le fuera esquiva.

Los ches ganaron en Stamford Bridge, la casa del Chelsea, y también en Ámsterdam, ciudad de un Ajax que la temporada pasada dejó escapar ante el Tottenham una final de Champions que tenía atada. Antes, había orillado en la cuneta al Real Madrid, ganador de los tres últimos títulos. Los de Celades no se merecían volver a caer, más tras el estrepitoso tropiezo del curso pasado ante el Young Boys en suiza que les apartó de la siguiente fase. Tras un verano convulso y un inicio de temporada decepcionante, el equipo de Peter Lim empieza a crecer. Lleva cuatro victorias en las últimas cinco jornadas de Liga y este triunfo en Europa les permite reconciliarse con su historia y afrontar el importante partido contra el Real Madrid de este fin de semana con moral y muchísima confianza. En la Champions ya solo queda soñar.