La debilidad del Barcelona antes del Clásico si Messi y Ter Stegen no aparecen (2-2)

Hay partidos, muchos, a los que al FC Barcelona le rescata Messi o Ter Stegen. En el Reale Arena, como se llama ahora Anoeta, el primero apenas intervino y el segundo erró en el segundo gol y asistió a Isak, así que los azulgranas se dejaron dos puntos ante una Real Sociedad que jugó mucho mejor a excepción de 20 minutos de la segunda parte (2-2). Se rompió la buena racha y se generan algunas dudas justo antes de que el Real Madrid visite el Camp Nou. Y aunque en un Clásico suele resultar inútil hacer pronósticos bajo la premisa de quién llega mejor al encuentro, la Real era este sábado más importante que el Real.

Los de Imanol Alguacil saltaron en tromba al césped y acogotaron al rival. En el minuto 3 Piqué ya estaba achicando aguas tras un remate de Oyarzabal, una imagen que se repitió durante todo el encuentro, y en el 10’ Arberola Rojas vio penalti en un agarrón de Busquets a Llorente. Con el 1-0 tras el gol de Oyarzabal, la Real dio un recital con un juego vertiginoso, al primer toque, siempre vertical y con Odegaard como director de orquesta. El Barça no era capaz de leer los pases ni de igualar la energía del equipo donostiarra y aguantó el chaparrón como pudo, esperando el error ajeno. En cuanto se produjo, Griezmann empató elevando la pelota ante la salida de Remiro. Era la segunda vez que el conjunto culé disparaba a puerta en 38 minutos, pero ante las pirañas en la delantera azulgrana una equivocación, solo una, se paga carísima.

Nada más comenzar la segunda parte, Suárez adelantó al Barça que se las prometía muy felices sobre todo porque la reacción de la Real en los siguientes minutos fue de estar medio grogui. Griezmann pudo acabar de rematarles con un disparo que atajó Remiro en el 52, pero pasó el tiempo, los donostiarras resucitaron y Ter Stegen erró. Dejó una pelota mansa a los pies de Isak tras un disparo de Monreal y el sueco no falló. De ahí a que se terminara el encuentro la Real no bordó el monólogo porque no consiguió el tercer tanto, pero desde luego no fue porque no lo intentara.

La polémica del posible penalti a Piqué

Con el tiempo ya cumplido, Piqué cayó en el área después de que le agarraran y el árbitro no pitó penalti pese a las protestas azulgranas. Si el de Busquets a Llorente era penalti, por lógica el de Piqué también y la polémica seguramente ocupará gran parte de los análisis sobre el Barça desviando la atención del juego del equipo que fue irregular y en el que le costó tanto mandar que apenas lo hizo.

La Real juega como a la mayoría de aficionados culés les gustaría que lo hiciera su equipo. Es un equipo vistoso, alegre y tan concentrado en lo suyo que es capaz de hilvanar pases precisos a una velocidad asombrosa. Ante ese juego, ante ese rival, el Barça se pierde, desiste de gobernar y deja el mando al contrario esperando un error o que se cansen. Messi, Suárez y Griezmann son un buen motivo para afirmar que la táctica no es mala, pero ante los contratiempos los de Valverde se diluyen.

En clave de Clásico, el ambiente y la energía serán claramente diferentes en el Camp Nou y habrá que ver si el Real Madrid es capaz de igualar en buen juego y entusiasmo a la Real. El partido ante el PSG de los de Zidane demuestra que son capaces de hacerlo, pero también hay que recordar que el Madrid empató ese partido y que antes, este domingo, tiene un encuentro complicado en Valencia. En el de este sábado la Real Sociedad fue mejor. En el del próximo miércoles, ya veremos, porque un tal Messi que en Anoeta apenas apareció suele activarse delante de las camisetas blancas.