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Los canapés en el Real Madrid y cuál es la fórmula para recuperar el hambre
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Los canapés en el Real Madrid y cuál es la fórmula para recuperar el hambre

Florentino explica a los socios compromisarios los motivos de la debacle de la pasada temporada y cómo el equipo encontrará el camino perdido en unas sesiones privadas con aperitivos

Foto: Sergio Ramos y Marcelo, los capitanes del Real Madrid, durante un partido en el Bernabéu. (Efe)
Sergio Ramos y Marcelo, los capitanes del Real Madrid, durante un partido en el Bernabéu. (Efe)

Al socio del Real Madrid lo que le pide el cuerpo es olvidar el batacazo de la temporada pasada y encontrar motivos con los que poder ilusionarse. El balance en las tres primeras jornadas de Liga no es positivo, principalmente por la pifia en el estreno del Bernabéu contra el Valladolid que da aliento al pesimismo. El castigo se prolonga con la desilusión que provoca la ausencia de esos fichajes que se pueden catalogar como los mejores del mundo (lo de Neymar fue más ruido de la prensa y lo de Pogba una utopía por el muro que puso el Manchester United, según comentan en la parte noble). La baza del presidente es recordar que en la plantilla siguen jugadores que han hecho historia, se ha incorporado a gente joven y el gasto en refuerzos ha sido de más de 300 millones de euros. “Para mí Hazard es el mejor de Europa”, dice Florentino a los compromisarios. En la semana de la Asamblea, Florentino Pérez pide ver el vaso medio lleno y los socios invitados a las reuniones informativas tienen el placer de degustar unos deliciosos canapés, resetear su cabreos y sentir que el club es suyo.

La fórmula para recuperar el hambre y salir del catastrofismo tiene dos patas. Zidane trabaja en cambiar el chip de una plantilla que tiene que comprometerse en el trabajo. Lo que le obsesiona al entrenador es que el equipo sea capaz de tener continuidad en el juego. Hacer un partido entero con ritmo, intensidad, concentración, orden, solidaridad… Lograr ser un bloque compacto y contundente del principio hasta el pitido final. Esta es su prioridad en lo táctico. En lo anímico ha cambiado el discurso. Hay quien cree que hace de tripas corazón cuando le toca saludar y hablar bien de Bale y James. Es lo que tiene volver a enchufar a jugadores que quería echar y recuperar la distancia y la frialdad de las relaciones.

placeholder Florentino Pérez y Eden Hazard en el acto de presentación del belga. (Reuters)
Florentino Pérez y Eden Hazard en el acto de presentación del belga. (Reuters)

De recuperar el hambre y acabar con lo podrido se habla mucho en el vestuario del Real Madrid para quitarse la sensación de fracaso de una temporada en la que el club presumió de tener a ocho candidatos al Balón de Oro en el comunicado de despedida a Julen Lopetegui. La culpa empezó siendo de los entrenadores (Lopetegui y Solari) y en el diagnóstico final no quedó más remedio que apuntar a los jugadores desde la cúpula. Marcelo e Isco padecían de sobrepeso, Kroos y Modric jugaban al tran tran, Sergio Ramos y sus despistes, Gareth Bale en su mundo… Zidane se presentó como la solución a los males de un equipo a la deriva que se ha remozado en todas sus líneas menos en el centro del campo.

Una temporada "no deseada"

Es el capitán el que le pone alma a un equipo que está bajo sospecha. Sergio Ramos ejerce de líder y tiene un discurso motivacional pese a que también tiene sus destractores por un irregular inicio en la Liga. Acaba de presentar el documental sobre su vida, después de ser protagonista por alcanzar las 167 internacionalidades con España, y se refiere a las energías renovadas después del desastre. Es Marcelo el que machaca en sus redes sociales con fotografías mostrando sus abdominales. Es la plantilla la que se esmera en mostrarse unida en cada entrenamiento para encontrar, de nuevo, el rumbo y el pulso competitivo. Ese punto de inflexión se espera que llegue con la entrada de Eden Hazard, al que todavía no se le ha podido ver por las lesiones en las tres primeras jornadas. Tiene que ir a más el equipo con la aportación del belga, un factor desequilibrante. Subirá el nivel ofensivo, el peligro y la vistosidad. Pero la orden la da Zidane. El entrenador pone el acento en hacer los deberes en lo colectivo y de esto ha tomado nota el más anárquico del equipo: Bale.

La otra pata para recuperar la ilusión y que se le abra el apetito a los socios y aficionados que la temporada pasada no llenaban el Bernabéu es el mensaje que lanza Florentino. El primer año sin Cristiano Ronaldo ha sido duro. La dejadez en la Liga generó bochorno. La entrada y salida de entrenadores socavó la moral. El presidente tiene que asumir su responsabilidad de una temporada que, ante los socios, calificó de “no deseada". La reflexión es que hay encontrar el camino perdido. La explicación tiene motivos intangibles cuando se refiere al descalabro: se produjo por un efecto contraproducente de ganar tantos títulos. Sació a la plantilla y repercutió en una relajación y falta de intensidad. No se asumen errores en la planificación deportiva ni el hecho de que se han cedido jugadores como Odegaard, por ejemplo, que el aficionado quiere ver. Cansados de la vieja guardia esperaban unos cambios más drásticos.

placeholder James y Zidane chocan sus manos en el partido contra el Valladolid. (Efe)
James y Zidane chocan sus manos en el partido contra el Valladolid. (Efe)

Lo conveniente es no vender humo y ponerse las pilas. En ello están en el club para no defraudar. El argumento del año de transición ya no vale y toca demostrar si esas tripas están hambrientas. Los socios van conociendo cuáles son las reflexiones y el diagnóstico del presidente. En unas reuniones donde no se discute la salud financiera. Los ingresos crecen: 757,3 millones de euros en la temporada pasada y un presupuesto de 822,1 para la actual. Las obras del nuevo Bernabéu están ya en marcha y en estas reuniones se confirma una mala noticia para el madridismo: no se puede celebrar el trofeo Santiago Bernabéu hasta 2021. Lo impide las dificultades que conlleva la remodelación del estadio. Eso sí, cuando se acabe el estadio teconológico se pondrá el cartel de 'prohibido fumar'. Buena noticia para los no fumadores.

Al socio del Real Madrid lo que le pide el cuerpo es olvidar el batacazo de la temporada pasada y encontrar motivos con los que poder ilusionarse. El balance en las tres primeras jornadas de Liga no es positivo, principalmente por la pifia en el estreno del Bernabéu contra el Valladolid que da aliento al pesimismo. El castigo se prolonga con la desilusión que provoca la ausencia de esos fichajes que se pueden catalogar como los mejores del mundo (lo de Neymar fue más ruido de la prensa y lo de Pogba una utopía por el muro que puso el Manchester United, según comentan en la parte noble). La baza del presidente es recordar que en la plantilla siguen jugadores que han hecho historia, se ha incorporado a gente joven y el gasto en refuerzos ha sido de más de 300 millones de euros. “Para mí Hazard es el mejor de Europa”, dice Florentino a los compromisarios. En la semana de la Asamblea, Florentino Pérez pide ver el vaso medio lleno y los socios invitados a las reuniones informativas tienen el placer de degustar unos deliciosos canapés, resetear su cabreos y sentir que el club es suyo.

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