El mensaje de Zidane a su hijo Luca (que tome nota Keylor Navas)

Zinédine Zidane ha cerrado el círculo en la portería y ya tiene las manos libres y la conciencia tranquila para empezar de cero en el puesto que más problemas le ha ocasionado. Cuando dio la espantada, se quedó con la espina clavada de darle más oportunidades a Luca —su hijo—. Le dio tiempo para hacerle debutar con el primer equipo contra el Villarreal, en el último partido de Liga de la temporada pasada en el estadio de La Cerámica, y con su regreso le ha puesto en el once contra el Huesca. Zidane ya no quiere más líos con Florentino ni debates mediáticos que distraigan o puedan desestabilizar, y anuncia que el tema de la portería “va a estar muy claro”.

Cuando se marchó del Real Madrid, dejó tres porteros: Keylor Navas, Kiko Casilla y Luca. Con Julen Lopetegui sucedieron cosas extrañas que enredaron más la convivencia en la portería y el ambiente en el vestuario. El exseleccionador se encontró con 'overbooking': Keylor Navas, Courtois, Kiko Casilla, Luca Zidane y Andriy Lunin. Con cinco guardametas, el principal perjudicado fue el hijo de Zidane. El club cedió a Lunin al Leganés y Lopetegui nombró a sus tres porteros. Luca Zidane se quedó como el cuarto y algo no le convenció o se sintió desplazado cuando decidió que su sitio ya no estaba en el primer equipo y no le merecía la pena ejercitarse bajo las órdenes de Julen Lopetegui. Decidió entrenar con el Castilla. Se quedó, a todos los efectos, como el portero del filial.

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A Luca se le volvieron a abrir las puertas del primer equipo con el despido de Lopetegui y el relevo en el banquillo de Solari —más conocedor de su rendimiento—. Durante toda la temporada ha sido el portero titular del Castilla y ha tenido destacadas actuaciones. Los técnicos valoraban la progresión en un joven portero marcado por la irregularidad. Alternaba grandes paradas con algunos errores de bulto. Esta temporada encontró la regularidad y más madurez con el filial, hasta que apareció la oportunidad de volver a subir al primer equipo. La salida de Kiko Casilla al Leeds en el mercado de invierno y diferentes lesiones de Courtois y Keylor Navas llevaron a Luca a estar en el banquillo de suplentes en varios encuentros. Pero a Solari nunca se le pasó por la cabeza dar minutos, si no era imprescindible, a Luca. El regreso de Zinédine Zidane sirve para recuperar la confianza de Luca y valorar el trabajo de años atrás.

La limpieza en la portería

Zidane ha cogido el 'toro por los cuernos' con el asunto de su hijo y dice que “Luca está aquí por méritos propios”. Su mensaje es rotundo y, aunque oculte un cierto malestar con los que califican la decisión como un ‘enchufe’, tiene claro que a Luca hay que tratarlo como a Carvajal, por ejemplo, porque es un canterano más que lleva en el club desde hace 16 años. Luca estaba, está y tiene opciones reales de seguir estando en los planes de Zinédine Zidane.

La limpieza —palabra que no le gusta nada a Zidane— en el Real Madrid afectará también a la portería. Zidane va a ser claro con cada uno de los porteros, y de todas las opciones que se manejan, la que más tiene visos de concretarse es la de apostar por Courtois como portero para la Liga y la Champions. A Keylor Navas ya no le puede prometer nada ni defenderlo con tanto empecinamiento como los días en que echó atrás el fichaje de Kepa Arrizabalaga. Con el costarricense ya no tiene ningún compromiso. Hay que mirar al futuro y si Navas se quiere quedar —tiene contrato hasta 2021— no tendrá problemas.

El primer portero tiene que ser Thibaut Courtois y el segundo, si Keylor Navas decide poner fin a su etapa en el Madrid, tiene que ser Luca Zidane. El hijo de Zinédine Zidane también tiene algo que decir sobre su futuro, porque acaba contrato al final de esta temporada y algunas ofertas le han llegado. El Basilea es uno de los equipos que se han interesado por él.