Los sartenazos a Luca, el hijo de Zidane, tras debutar con el Real Madrid

El de Iker Casillas, en 1999 y frente al Athletic Club, fue el último debut de un portero canterano del Madrid que terminaría asentándose en la portería blanca. Aquel partido terminó 2-2, como el de este sábado ante el Villarreal, en el que Luca Zidane, con el 30 a la espalda, defendió el arco merengue. Si a Casillas le costó más de tres años ser el dueño bajo palos, a Luca esta misión se le presenta con la responsabilidad doble de su apellido. Y mientras, entre la directiva del Real Madrid, observan con cierto asombro esta titularidad.

Luca lleva una lupa colgada a su nombre desde que decidió jugar al fútbol. Dicha lente va acercándose a su figura conforme va escalando de categoría hasta que este fin de semana, en el Estadio de la Cerámica, la lupa terminó por no dejar ningún detalle sin ser visto. Todas sus decisiones y movimientos quedaron expuestos a la luz de Prensa y afición. El veredicto, generalizando, fue que si en el primer gol no pudo hacer nada, en el segundo quizás sí. Nada escandaloso y dentro de un contexto en el que el resto del partido estuvo correcto e incluso con una buena parada al disparo de una falta.

¿Qué se le va a exigir a Luca por tener como entrenador a su padre? Quizás, si Zidane no estuviera en el banquillo blanco, el debut de Luca se hubiera mirado con otros ojos, con el del deseo de volver a tener a un Zidane en el campo o el del cariño y respeto; no tanto el de la desconfianza y el de por qué está ahí. Esta última duda no sólo emana de los aficionados, también de la propia zona noble del Santiago Bernabéu, donde hay quien todavía no entiende que rechazara a Kepa y con ello la posibilidad de tener a tres guardametas de garantías en la primera plantilla. “No necesito a ningún portero”, llegó a decir en público el entrenador francés.

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De momento y viendo la respuesta de Keylor Navas a esta confianza, el tiempo está dando la razón a Zizou, aunque no ha hecho borrar la desconfianza en un sector del club que opina que esa decisión se basó en la idea de que Zidane quería mantener y hacer debutar a su hijo, quien ya puede poner en su CV que ha debutado en Primera. Se benefició de que había que dar descanso y reservar al tico a una semana de la final de la Champions y pasó por encima del segundo portero, Kiko Casilla, porque el Madrid ya no se jugaba nada en la Liga.

"Enchufado" en las redes

Este sábado por la noche, cuando terminó el encuentro, Luca Zidane recibió algún que otro sartenazo en los debates futbolísticos y, sobre todo, en redes sociales, donde la palabra “enchufado” se repetía. Ya le pasó a Adrián con su padre Míchel y también, de una manera similar, a Jordi Cruyff.

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“Ha sido un debut agridulce”, admitía tras el partido el joven de 20 años recién cumplidos, de quien se destaca no sólo los reflejos, sino su buen trato del balón con los pies. Que tiene complicado volver a jugar un partido oficial con el Real Madrid lo sabe tanto Luca como Zinedine, pero también que debe estar al pie del cañón (Casillas debutó por lesiones de Illgner y Bizarri) y preparado para escuchar de todo sin que le afecte. Si su padre continúa al frente del banquillo, le estarán esperando, tanto dentro como fuera del club. No así en el vestuario, donde este sábado encontró el arropo de todo el equipo: desde Sergio Ramos y Marcelo en el túnel de vestuarios a Cristiano Ronaldo en la foto oficial. Ante la plantilla, el entrenador justificó esta decisión como un acto de justicia, más que un premio.