¿Raúl, Xabi Alonso...? El futuro entrenador del Real Madrid será un conocido

Florentino Pérez presume de su legado en el Real Madrid y, últimamente, de la generación de entrenadores que se está fraguando en la cantera merengue, una estirpe de técnicos nacidos en Valdebebas después de colgar las botas con el primer equipo. Entrenadores que presentan el perfil mediático que siempre ha importado tanto al mandamás blanco y son de la casa, conocidos.

En su primera etapa como presidente, Florentino Pérez despidió a Vicente del Bosque después de conquistar el título de Liga en 2003. El salmantino, un hombre de la casa que había pasado la mayoría de su carrera como entrenador en la ciudad deportiva modelando chavales, no reunía el perfil glamuroso y mediático que Pérez quería para su entrenador.

Años después es curioso que hayan sido exjugadores formados como técnicos en la cantera del Real Madrid, como Del Bosque, los que le han liderada una etapa de máximo esplendor. Todo empezó con Zinédine Zidane, a quien el presidente veía como un potencial sustituto en el sillón presidencial del club. Sin embargo, Zizou tenía claro su interés por el banquillo, hasta el punto de pasar de asesor del presidente a ayudante del entrenador de la primera plantilla, Carlo Ancelotti. Con Zidane de segundo los blancos ganaron la Champions en Lisboa, pero luego el francés decidió asumir el desafío de hacerse cargo del Castilla.

Cuando Rafa Benítez, hombre elegido por José Ángel Sánchez, se marchó por la puerta de atrás, Florentino no logró un recambio de renombre y decidió apostar por Zidane. Sus resultados en el filial no eran especialmente exitosos, pero cuando asumió la dirección del primer equipo, el francés se convirtió en el primer entrenador en ganar tres Champions seguidas. Florentino había encontrado por fin al 'Guardiola blanco', tarea que se había convertido en una obsesión para él.

Pese a que nunca empatizó en demasía con los entrenadores, de los que llegó a comentar en más de una ocasión en privado que no eran tan importantes teniendo en cuenta la nómina de estrellas que tenía el Real Madrid, parecía que el hallazgo de Zidane le permitiría mantener algo de estabilidad. Pero Zidane, ante el ambiente guerracivilista que mantenía parte del vestuario con el presidente, decidió marcharse en lo más alto.

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Tocaba buscar otra vez entrenador a las puertas de la disputa del Mundial. No fue sencillo. Florentino recibió varias negativas por respuesta: Klopp, Pochettino, Löw, Allegri, Nagelsmann... Logró un golpe de efecto con Julen Lopetegui, en realidad una bomba de humo. Lopetegui fue despedido y para suplirle Florentino volvió a mirar al Castilla. Allí estaba otro exjugador de la primera plantilla, el argentino Santiago Hernán Solari, que había renunciado a ser segundo de Zidane en el primer equipo para completar su formación como entrenador en el segundo equipo.

Solari subió al primer equipo ante el recelo de unos y el escepticismo de otros. Tomó decisiones impopulares como apartar a Isco o mandar a la suplencia a Keylor y Marcelo. Pero el equipo se estabilizó y ha avanzado en Champions y Copa, y también con cierta irregularidad en Liga. Con un contrato de tres años y entrenadores de primer nivel de media Europa negándose a firmar con Florentino, la vida de Solari en el banquillo dependerá de su rendimiento en la Champions. De momento se ha ganado el respeto de la grada y la autoridad en el vestuario.

José María Gutiérrez, 'Guti', sospechó en algún momento que podía ser el sustituto de Zidane cuando el francés decidió irse. Pero Florentino no tenía mucha fe en el de Torrejón como jefe del corral y Guti decidió aceptar la tentadora oferta del Besiktas turco para arrancar su carrera como entrenador de primer nivel en tierras otomanas, en el rol de ayudante de Senol Günes.

Hoy en Valdebebas hay hasta tres alternativas que con el tiempo podrían hacerse cargo del Real Madrid. Una de ellas, la más obvia, es la de Raúl González Blanco. El 7, que fue despedido por la puerta de atrás del club como Casillas y otros jugadores, vio cómo Florentino reculaba y le hacía incluso un partido de homenaje. Raúl, que es técnico del cadete B del Real Madrid, es el hombre en el que Florentino piensa como el futuro 'Guardiola blanco'. Por eso nadie descarta en el entorno de Pérez que el presidente le ascienda al primer equipo en el momento que sea posible. Una medida tan arriesgada como populista.

Otro de los jugadores que está llamado a desarrollar una larga carrera en los banquillos es Álvaro Benito, el que fuera extremo blanco, quien ha dirigido con éxito al juvenil B. Benito es un técnico con unas grandes dotes comunicativas con los jugadores, un entrenador muy didáctico que además se ha convertido en una analista de primer rango en programas de televisión y radio. El último en sumarse a esta nómina es Xabi Alonso. El tolosarra, un futbolista de enorme inteligencia táctica durante su carrera, está llamado a ser un gran entrenador. Alonso dirige al infantil A y se cuenta en el club que es otro de los favoritos del presidente para suceder a Zidane y a Solari a corto y medio plazo.

Sea por la negativa de grandes entrenadores a trabajar con Florentino tras la sospechosa espantada de Zidane, por los episodios revelados por Ancelotti (en los que contaba las presiones que sufría para alinear a determinados jugadores) o por su apuesta decidida por sentar en el banquillo blanco a estrellas del club, lo cierto es que el Real Madrid en los últimos tiempos está dando más que hablar por los entrenadores de renombre que se sientan en los banquillos de Valdebebas y del Bernabéu que por los jugadores que salen de la cantera. Florentino fabricando entrenadores. ¡Quién lo iba a decir!