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La telenovela de Icardi y su agente (y esposa) que ha provocado un terremoto en el Inter
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La telenovela de Icardi y su agente (y esposa) que ha provocado un terremoto en el Inter

Wanda Nara lloró en un programa de televisión porque a su marido le han quitado la capitanía en medio de las negociaciones para la renovación. Giuseppe Marotta llamó para calmarla

Foto: Wanda Nara y Mauro Icardi, en un partido reciente. (Reuters)
Wanda Nara y Mauro Icardi, en un partido reciente. (Reuters)

El escándalo acompaña al Inter de Milán en general y en estas últimas semanas en particular. En el centro de la polémica, el díscolo Mauro Icardi y su representante y esposa Wanda Nara. El delantero es la estrella del equipo, pero nunca parece estar del todo conforme con su lugar en el club. Su actitud ha molestado en ocasiones a los 'nerazzurri', hasta el punto de que la semana pasada decidieron arrebatarle la capitanía y dejarle fuera de una convocatoria. Perimero se contó que era un castigo del entrenador, Spaletti, después se supo que fue el jugador quien no quiso viajar. El problema, que está en medio de una renovación de lo más pintoresco.

El drama es tal que Nara, que además de representante y esposa es una conocida 'influencer', acudió este domingo por la noche a un programa llamado Tiki Taka en el que la pasión se desborda y nadie hace nada por contenerla. Un espacio en el que la agente de Icardi es habitual y al que acudió para decir que ellos no quieren salir del Inter. "No queremos irnos", decía Nara.

Le dio también para contar que esta semana había tenido una larga conversación con Massimo Moratti, histórico patrón del club, que lo vendió hace unos años. "Le pedí si me puede echar una mano para que Mauro pueda volver a jugar. Y me respondió '¿Cómo no te voy a echar una mano, si yo lo entiendo a él?", explicó Wanda. "Le agradecí sus palabras porque, de verdad, Mauro estaba muy mal", explicaba la modelo.

"Wanda, dale tiempo, que esto se va a resolver", cuenta Nara que le dijo Moratti, lo cual le supuso una satisfacción porque ella asegura que el Inter es su familia y no quieren marcharse. Lo del brazalete dolió especialmente: "Fue una decisión importante. Para él, fue como que le arranquen un brazo. Juega con orgullo con la camiseta del Inter".

Si hasta aquí parece que todo es de una intensidad extrema, queda todavía más, pues el programa recibió una llamada para entrar de Giuseppe Marotta, que es el director general del club y, por lo tanto, uno de los que se sienta en la mesa para renovar el contrato de Icardi. "La vi llorar, y lo lamento. Queremos aflojar la tensión y serenarlos tanto a Wanda como a Mauro", explicó el dirigente que también trató de argumentar el cambio de capitanía. "Es una elección tomada a regañadientes, por los motivos que ya conocemos, pero que no pone en duda el camino que prevemos para Mauro", contó Marotta, con un evidente afán de tender puentes.

El llanto de Nara es el último capítulo de una historia en la que no han faltado sobresaltos. Por poner dos ejemplos recientes, atacaron el coche de la representante hace poco por lo tenso de la situación. Y Mauro reconvino a su hermana en redes sociales y la invitó a dejar de opinar sobre su vida. Porque, de un modo muy moderno, los Icardi-Nara y el Inter han tenido muy poco recato en hacer de todo esto un espectáculo público.

El escándalo acompaña al Inter de Milán en general y en estas últimas semanas en particular. En el centro de la polémica, el díscolo Mauro Icardi y su representante y esposa Wanda Nara. El delantero es la estrella del equipo, pero nunca parece estar del todo conforme con su lugar en el club. Su actitud ha molestado en ocasiones a los 'nerazzurri', hasta el punto de que la semana pasada decidieron arrebatarle la capitanía y dejarle fuera de una convocatoria. Perimero se contó que era un castigo del entrenador, Spaletti, después se supo que fue el jugador quien no quiso viajar. El problema, que está en medio de una renovación de lo más pintoresco.

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