El bochorno de Florentino Pérez para acabar con la mala imagen del Real Madrid

Florentino Pérez está pasando vergüenza en los palcos y esto no suele salir gratis. El presidente del Real Madrid abandonó Ipurua con la misma imagen de bochorno que sufrió en el Camp Nou, con la diferencia de que ese día tenía las ideas más claras y un plan para salir del atodallero: echar a Julen Lopetegui y encontrar el punto de inflexión con el cambio de entrenador para que los jugadores sintieran la misma vergüenza que él y los aficionados habían pasado en otros partidos como el de Sevilla o Levante y Alavés. La imagen contra el Eibar vuelve a poner en dificultades a un presidente que ya no tiene la opción de echar la culpa al entrenador. Ahora la rabia va contra la penosa actitud que mostraron los futbolistas en Ipurua.

El presidente del Madrid apostó por no ir al mercado a fichar jugadores contrastados y creer en unos refuerzos más jóvenes. Florentino es el autor de un Real Madrid sin Cristiano Ronaldo. Una apuesta que tenía un elevado riesgo y que asumió desde el primer momento en el que aceptó abrirle la puerta para que se marchara a la Juventus por 100 millones de euros. Apechugó con el polémico fichaje de Lopetegui a dos días de empezar el Mundial de Rusia, con apurar el mercado para contratar a Mariano -como goleador-, y confiar en relanzar la carerra de algunos como Marco Asensio. El resto lo tenían que poner las ganas de una plantilla más ambiciosa y reforzada en la portería –Courtois–, defensa –Odriozola–, centro del campo –Fede Valverde– y la delantera –Mariano y Vinicius–.

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El plan del presidente, rectificado con el cambio de Solari por Lopetegui, sufre un nuevo varapalo con la derrota este fin de semana. Pero todavía le duele más la imagen de desgana y nula resistencia a la derrota que ofrecieron los jugadores. Considera que no hay justificación y la única salida que ve el máximo mandatario blanco es reforzar la autoridad de Solari y Pintus –preparador físico– para tratar de dar un escarmiento a los jugadores. Tan sencillo como hacerlos entrenar más para que mejore un rendimiento que está muy por debajo de lo que se espera de futbolistas que son internacionales. Trabajar en el césped y el gimnasio. Meterlos en cintura para que cambien la actitud y vuelvan a tener ganas.

El problema del Real Madrid, a los ojos de la directiva, empieza a ser grave por la imagen de vulgaridad de unos jugadores que no son capaces de mostrarse como un equipo solidario en el esfuerzo, peleón, luchador, trabajador… Las sensaciones son más preocupantes que lo que dice la clasificación de la Liga –a 6 puntos del Sevilla, 5 del Barcelona o 4 del Atlético de Madrid–. La reacción, apuntan fuentes del club, debe ser inmediata en una semana en la que el Real Madrid juega contra la Roma y el Valencia. A Solari se le pide que sea todavía más exigente y consiga sacar a la plantilla de la mediocridad.

Solari tiene que ser más exigente

Florentino Pérez está ante una situación que puede derivar en una nueva crisis si no se ponen remedios a corto plazo. El análisis y decisiones del presidente, por lo indignado que está, deberían tener un efecto inmediato en una plantilla por la que ha apostado con un criterio fundamentado en no malgastar el dinero en los fichajes y la confianza en la calidad de los que están.

La actitud no se entrena, en el club se considera que se tiene y es innegociable. Este es el problema detectado. La que tienen que tener Varane, Marcelo, Modric, Bale y Kroos para subir su nivel, Marco Asensio para querer comerse el mundo cuando tiene más oportunidades, Isco para ser más positivo o Keylor Navas para dejar de viajar a Ipurua y Roma porque tiene que hacerle efecto el tratamiento de células madre en la rodilla ahora que ha perdido la titularidad.