Los incendios de Lopetegui: el rol de Vinicius, el fichaje del 9, la portería...

Julen Lopetegui advirtió el día de su presentación que "la palabra presión es inherente al Real Madrid". "Este club tiene la obligación de ganarlo todo", dijo. Sin embargo, probablemente el entrenador blanco no sospechaba que los inconvenientes comenzarían tan temprano.

Después de 69 días en el cargo, Lopetegui tiene varios incendios activos cuando aún no se ha cerrado el periodo de fichajes y tras jugarse solo dos partidos oficiales. El principal problema que tiene el técnico vasco es reforzar determinadas demarcaciones en una plantilla con mucha calidad, pero desequilibrada. El vasco ha solicitado reforzar la delantera con un 9 de área, la defensa con un central contrastado y el mediocampo por la marcha de Kovacic.

Lopetegui ha puesto nombre al delantero y al centrocampista. Pero ni Rodrigo ni Thiago Alcántara vestirán de blanco salvo sorpresa mayúscula de última hora, cosa que ha descartado el propio Florentino Pérez. El Real Madrid está peinando el mercado en busca del delantero que solicita el entrenador, pero no encuentra ninguno que se ajuste al perfil que busca: bueno y barato. El técnico comienza a ponerse nervioso porque los días pasan y en las oficinas del club no se respira ninguna preocupación por cubrir la petición de Lopetegui.

Otro de los problemas con los que se ha encontrado es la falta de empatía de la plantilla con Gareth Bale, al que han señalado presidente y entrenador como sucesor natural de Cristiano Ronaldo. Los pesos pesados del vestuario, como Sergio Ramos, actualmente el hombre con más poder en el Real Madrid tras Florentino, tienen una relación cordial con el galés, pero su falta de implicación durante estas temporadas previas ha provocado que la plantilla le mire con escepticismo. Así que Lopetegui tiene que manejar con tacto ese reparto de protagonismo para no herir sensibilidades en el vestuario.

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Fermín de la Calle

Vinicius, 60 M en el banquillo

Un contratiempo inesperado ha surgido con el rol del brasileño Vinicius Júnior. El jugador pasa por ser el fichaje estrella del club este verano, tras cerrar su contratación hace un año por 45 millones de euros (más otros 15 en comisiones). El futbolista se ha mostrado como un futbolista con talento en la pretemporada, pero su juventud invita a gestionar con calma su evolución. El Real Madrid está muy encima del futbolista para evitar que se tuerza con distracciones como la noche o el impacto mediático. Pero el dilema de Lopetegui es cómo administrar los tiempos de Vinicius Júnior para mantenerlo activo e implicado en el grupo.

En los dos partidos oficiales del inicio de esta temporada el brasileño no ha tenido protagonismo. Ni en la Supercopa de Europa ante el Atlético ni en el partido inaugural de Liga en el Bernabéu en un duelo plácido ante el Getafe ha jugado ni un minuto. A los titulares como Bale, Benzema, Isco o Asensio se han sumado Lucas Vázquez, Dani Ceballos o Borja Mayoral por delante del brasileño. Algo que comienza a preocupar en las oficinas del Bernabéu.

Vinicius llegó al Real Madrid como una apuesta personal de Juni Calafat, jefe de 'scouting' internacional del club. Y esta situación inquieta a la secretaría técnica tanto que se ha llegado a filtrar que el Madrid estaría dispuesto a ceder al futbolista a otro equipo donde disponga de más minutos. Sin embargo, fuentes del club han negado esa opción a El Confidencial "porque se ha hecho una inversión importante en él y no se va a depreciar al jugador cediéndole fuera". Este tema es, a día de hoy, el que más preocupa en la planta noble del Bernabéu. Más incluso que encontrar el 9 que demanda Lopetegui.

Y el último incendio con el que se ha encontrado el entrenador es la situación de la portería. Lopetegui, portero en su carrera como jugador, ha apostado por Keylor Navas en los dos partidos oficiales y desde el palco comienzan a impacientarse esperando el estreno de Thibaud Courtois. El error de Navas en el primer gol de la Supercopa de Europa parecía la coartada perfecta para dar la alternativa al belga, pero el entrenador lo mantuvo ante el Getafe.

Mientras ocurre esto, el flamante fichaje de futuro para la portería, el ucraniano Andriy Lunin, de 19 años, está a punto de irse cedido al Leganés para jugar minutos de calidad en Primera División. A eso se añade que el puesto de tercer portero se lo disputan Kiko Casilla, que todo apunta a que saldrá esta semana, y un Luca Zidane que también busca destino.

Demasiados incendios para un Lopetegui que además ha arrancado con mal pie su etapa en el banquillo madridista con la derrota en la final de la Supercopa de Europa. El Real Madrid no perdía una final desde el año 2000, cuando Boca Júniors le derrotó en la Intercontinental. Y todo ello a falta de una semana para el cierre de un mercado de fichajes al que el vasco se aferra para reforzar una plantilla claramente desequilibrada y diseñada por el mismísimo Florentino Pérez, el hombre que le ofreció el cargo de entrenador blanco. Y Lopetegui, que es obediente, no morderá la mano que le da de comer, a diferencia de un Zidane que hizo frente al presidente en público y en privado en más de una ocasión.