Real Madrid y Cepsa aceleran para el definitivo bautizo del Santiago Bernabéu

El bautizo del Estadio Santiago Bernabéu sigue su curso y los pasos se siguen dando con firmeza. El Real Madrid y Cepsa han dado un fuerte acelerón a la operación en los últimos tiempos, según pudo saber El Confidencial, con el fin de que el capítulo final se firme antes que después y pueda hacerse oficial en un breve espacio de tiempo. Los contactos entre altos ejecutivos de ambas empresas se han intensificado y no queda mucho para que uno de los objetivos de Florentino Pérez vea la luz próximamente.

La soñada remodelación del estadio está paralizada en los juzgados, pero hace ya un año que Real Madrid e IPIC (International Petroleum Investment Company) firmaron un convenio de colaboración. Según reveló el club aquel día, el objetivo de esta alianza es 'globalizar los activos del club y convertir el Santiago Bernabéu en el mejor escenario deportivo del mundo'. Con el faraónico proyecto en 'stand by', su presidente quiere que aquella firma del acuerdo con el fondo de Abu Dabi empiece a alumbrar cuanto antes resultados, empezando por el bautizo del estadio. En la oficina central de Cepsa se trabaja sin descanso en ello, con órdenes de tener el plan a punto cuanto antes.

Real Madrid e IPIC, fondo de inversión perteneciente al Gobierno del Emirato de Abu Dabi y propietario de Cepsa, han avivado los contactos en las últimas semanas. En las oficinas de ambas compañías se habla de todo lo relacionado con la operación y, sobre todo, con un aspecto clave como la comunicación. Cómo vender al aficionado madridista, sobre todo, el cambio de nombre de su estadio y el plan a seguir para que el nuevo nombre tenga el impacto (comercial) deseado en el resto del planeta, teniendo en cuenta la enorme repercusión que tiene una marca tan potente como es el Real Madrid.

Contactos con empresas

Florentino Pérez destacó que “IPIC nos ayudará a desarrollar y potenciar aún más la marca Real Madrid por todos los continentes. Se trata de una alianza estratégica que nos ayudará a ser mejores y a llevar a cabo una serie de proyectos decisivos para el futuro del club”. El cambio del nombre del Bernabéu es una sólida aspiración del presidente, que durante un tiempo buscó el aliado idóneo para tal fin. El mandatario y empresario contactó con diferentes empresas para vender el producto, caso de Microsoft, al que lanzó el anzuelo -en concreto a un importante ejecutivo internacional- para que pusiera su nombre en la avenida de La Castellana, aunque en este caso, como en otros, pinchó en hueso. Hasta que entró en juego IPIC y por añadidura Cepsa.

Hace semanas se pudo observar un detalle inequívoco de que la alianza da pasos visibles poco a poco. Coincidiendo con la visita del Granada al Santiago Bernabéu, los ñiños que acompañaban a los jugadores en el césped mientras tenía lugar el protocolario saludo entre todos los jugadores aparecieron ataviados con una camiseta en la que aparecía el logo de IPIC. Fue el día en el que se tributó un homenaje al niño refugiado sirio Zaid Abdul, que unos días antes había llegado a España acompañado por su padre, que aterrizó en nuestro país por la solidaria acción de Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe), que le ofreció un cargo en la citada escuela al ser entrenador de fútbol.

El 'trading right' (nombre comercial compartido con el nombre del estadio), por lo tanto, tiene visos de producirse antes de que se acometa -si así sucede finalmente- la reforma del estadio. Hay que recordar que el pasado mes de abril el TSJM (Tribunal Superior de Justicia de Madrid) anuló la modificación puntual del plan general de Madrid que permitía la ampliación. Dicha sentencia fue producto del recurso interpuesto por Ecologistas en Acción en 2013 y una campaña de micromecenazgo llamada #PelotazoBernabéu, quedando claro que el plan no era de interés general. Un par de meses antes, el TSJM ya había anulado la modificación puntual del plan general de Madrid que permitía la ampliación del Bernabéu. En este caso, la sentencia fue el resultado de un recurso interpuesto por la familia Ruiz-Villar, heredera de los antiguos propietarios de los terrenos colindantes al estadio.