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Donde Bernabéu ponía imaginación, Florentino despilfarra el dinero del Madrid
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Cicinho, Diogo, kaká y unos cuantos fiascos más

Donde Bernabéu ponía imaginación, Florentino despilfarra el dinero del Madrid

Desde que llegó a la presidencia, Pérez tira de chequera con una alegría inusitada. Claro está, a cargo del club. Florentino ha despilfarrado más de 1.000 millones de euros en fichajes que decepcionaron

Foto: Florentino Pérez
Florentino Pérez

Me imagino a Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, y a los miembros de su Consejo celebrando el regreso de Asier Illarramendi a las filas del equipo donostiarra. Festejando no sólo la vuelta del buen jugador, sino la rentabilidad económica que han sacado del futbolista guipuzcoano. La Real lo traspasó al Madrid por 33 millones de euros y lo ha recuperado pagando casi la mitad a la entidad madridista. Así negocia Florentino Pérez los intereses del club que preside. Un grave error más a sumar a los que ha cometido desde que accedió a la presidencia del club.

Como nadie le puede pedir responsabilidades de los tejemanejes que se trae en la contratación de futbolistas, como se gasta el dinero que no es suyo, pues… ¡viva la Pepa! A buenas horas en ACS, la empresa que también preside, le iban a consentir que dilapidara los millones de euros con la frivolidad que lo hace en el Madrid. Cierto es que para ACS hace importantes ingresos gracias a las giras del equipo blanco en Australia, China, Arabia Saudí…

Más de 1.000 millones de euros se ha gastado el señor Pérez en fichajes en las dos etapas presidenciales. Jugadores que lucieron la camiseta del Madrid con más pena que gloria. El último, además del ya reseñado de Illaramendi, Lucas Silva, que ha sido cedido al Olympique de Marsella. Pero como hay otros casos que claman al cielo, veamos algunos de ellos.

Kaká, 65 millones... y carta de libertad

En 2009 el Milan traspasaba a Kaká al Real Madrid por cerca de 65 millones de euros. Tres años después regresaba al equipo italiano con la carta de libertad y saliendo por la puerta de servicio. En estos miles de millones se contabilizan los 100 que empleó Florentino Pérez en fichar a Gravesen, Owen (flamante ganador del Balón de Oro), Samuel, Woodgate, Cicinho, Diogo y Pablo García, los cuales pasaron por el Madrid con más pena que gloria. Lo mismo que Canales, Sahin, Altintop, Essien… o Cassano, que fue como tomarse a chacota a los madridistas. El jugador italiano no sólo llegó con un sobrepeso alarmante, sino que fue apartado del equipo blanco por su paisano Fabio Capello, al comprobar que le importaban más las noches madrileñas que su carrera deportiva. El Madrid terminó traspasándole a la Sampdoria por cerca de tres millones menos de lo que había costado. ¡Menudo chollo tienen algunos clubes e intermediarios con el señor Pérez!

Me dirán ustedes que eran otros tiempos, pero la cantera del Real Madrid llegó a ser admirada, respetada y envidiada por los clubes españoles y extranjeros. Con Luis Molowny a la cabeza, en su cargo de mánager general; Vicente del Bosque, en su función de coordinador de la cantera, y cuatro modélicos empleados, Miguel Malbo, José Luis Ajenjo, Alberto García y Jesús García, el Real Madrid se ahorró un pastizal (que diría un castizo) al nutrirse el primer equipo de jugadores que se forjaron en aquellas elogiadas categorías inferiores. Unos 180 futbolistas dieron el salto al Real Madrid tras fraguar su carrera deportiva en la fábrica. ¡Cuánto hubieran costado, en el caso de tener que contratarlos, García Remón, De Felipe, Grosso, Velázquez, Benito, la Quinta del Buitre (Butragueño, Míchel, Sanchís, Martín Vázquez y Pardeza), Raúl, Casillas y un largo etcétera!

Dinero e imaginación

En aquella época, no tan lejana, el primero en interesarse por los chavales que soñaban con llegar algún día a jugar en el Madrid era Santiago Bernabéu, que se preocupaba hasta del último céntimo de la entidad. “Cuando no hay dinero, hay que tener imaginación; cuando hay dinero no hay imaginación”. Se decía por aquel entonces en el club. Un par de frases que se debería apuntar el prepotente Florentino Pérez.

Vicente del Bosque, además de preocuparse al máximo de todos los niños y jóvenes que poblaban los campos de la antigua Ciudad Deportiva, en la que al año solían hacer pruebas a unos 10.000 aspirantes a entrar en las categorías del club, se mostraba infatigable en buscar nuevas perlas sin pulir. Había muchos fines de semana que, después de presenciar partidos matutinos de los equipos infantiles y juveniles, se ponía al volante de su coche y se hacía cientos de kilómetros para ver en acción a ese chaval del que le habían informado que tenía futuro en el fútbol. Los regresos eran a las tres o las cuatro de la madrugada. Un empleado de la sección de fútbol le decía: “Vicente, quédate en un hotel porque un día te vas a dar una chufa”. Y Del Bosque le respondía: “Mañana, a las nueve, tengo que llevar a mi hijo al colegio”. ¡Eso sí que era sentir los colores del Madrid!

En cuanto a Luis Molowny era tan honrado que cuando viajaba al extranjero, con el fin de observar a este o aquel jugador que podría ser valioso para la plantilla, procuraba que sus gastos fueran mínimos. Entregaba los vales del taxi en los que se desplazaba desde su domicilio al aeropuerto de Barajas y viceversa. Cuando el cajero le preguntaba por qué no pasaba lo gastos de la comida y la cena, Luis le respondía: “Me han invitado a almorzar y a cenar en el lugar que he estado. Como comprenderá no se lo voy a cargar al club”. Vamos, igualito que ahora. ¿O no lo recuerdan? En la final de la Champions de 2014, Florentino fletó un avión a Lisboa, en el que le acompañaban una serie de relevantes políticos, cuyos gastos del viaje y el de las entradas corrió a cargo de las arcas del club.

El 'no fichaje' de Cruyff

Volviendo a los fichajes, en abril de 1973 el Real Madrid y el Ajax de Ámsterdam se enfrentaron en las semifinales de la Copa de Europa. Aquel poderoso equipo holandés, capitaneado por Johan Cruyff, derrotó al equipo blanco en los dos partidos, se clasificó para jugar la final y ganó el título europeo. Cuando el Madrid se desplazó a Ámsterdam para jugar el primer encuentro, en el ascensor del hotel donde se hospedaba la expedición madridista, Santiago Bernabéu coincidió con Cor Coster, suegro de Cruyff. Al salir los dos del elevador, Bernabéu le dijo a Coster: “Estoy muy interesado en fichar a tu yerno”. Su interlocutor le respondió: “El traspaso de Johan al Madrid depende del Ajax”.

En el partido vuelta, Van Praag, presidente del Ajax, visitó la antigua Ciudad Deportiva, acompañado de José Luis López Serrano, director de Relaciones Internacionales del club. Durante la visita, Van Praag le dijo a José Luis: “¡Qué lástima que Don Santiago no se decida a fichar al mejor jugador del mundo. Hay muchos clubes detrás de Johan, entre ellos el Barcelona”. Tras ganar el Ajax aquella Copa de Europa, Cruyff manifestó: “Estoy dispuesto a jugar en un equipo español y no me disgustaría hacerlo en el Real Madrid, el mejor club del mundo. En cuanto a mi posible fichaje por el Barcelona, no puedo negar que ha habido negociaciones entre mi actual club y el barcelonista”.

En el verano de 1973, Johan Cruyff firmó por el Barcelona. Meses después, Santiago Bernabéu hacía esta declaración: “Yo tuve apalabrado a Cruyff por 30 millones de pesetas, pero no iba a pagarle al jugador siete millones de pesetas por temporada, cantidad que le ha puesto el Barcelona. Quizás estuve tímido, lo reconozco, al no ofrecerle al jugador holandés la cifra que habíamos acordado. La culpa fue mía, pero… ¿qué hubieran dicho los socios? ¡Que me gasto los millones que no tenemos! La economía del club no se puede dilapidar caprichosamente y a los socios hay que respetarlos y defenderlos”.

Me imagino a Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, y a los miembros de su Consejo celebrando el regreso de Asier Illarramendi a las filas del equipo donostiarra. Festejando no sólo la vuelta del buen jugador, sino la rentabilidad económica que han sacado del futbolista guipuzcoano. La Real lo traspasó al Madrid por 33 millones de euros y lo ha recuperado pagando casi la mitad a la entidad madridista. Así negocia Florentino Pérez los intereses del club que preside. Un grave error más a sumar a los que ha cometido desde que accedió a la presidencia del club.

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