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"Se escapa de lo normal". Así pasó Carlos Sainz del "no va a ser posible" a la gesta de Australia
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Un especialista lo desgrana

"Se escapa de lo normal". Así pasó Carlos Sainz del "no va a ser posible" a la gesta de Australia

El doctor David Rodríguez Sanz explica para El Confidencial el excepcional proceso de recuperación del piloto madrileño. Carlos Sainz terminó con una victoria increíble, dadas las circunstancias, y dejó su nombre en la historia de la Fórmula 1

Foto: Sainz logró una de las mayores victorias de la F1 en los últimos tiempos. (DPPI/AFP7/Eric Alonso)
Sainz logró una de las mayores victorias de la F1 en los últimos tiempos. (DPPI/AFP7/Eric Alonso)

La historia de la Fórmula 1 ofrece varios ejemplos de pilotos que volvieron pronto a su monoplaza tras un episodio relativo a la salud o un accidente. La excepcionalidad es que pocas veces se remata con la victoria. Fue el caso de Michael Schumacher en Malasia, con Ferrari en 1999, aunque dejaba pasar a su compañero Eddie Irvine en la línea de meta, ya el norirlandés luchaba por el títulos tras su accidente en el Gran Premio de Gran Bretaña. El alemán había perdido seis carreras hasta recuperarse totalmente de sus fracturas.

Más recientemente, Fernando Alonso quiso acelerar su regreso tras el accidente sufrido en el Gran Premio de Australia de 2016. Sufrió entonces un neumotórax y fractura de una costilla. A pesar de sus intentos, los servicios médicos de la FIA no le permitieron competir en la siguiente cita de Baréin.

Caso más similar al de Sainz, Alex Albon quedó apartado del Gran Premio de Italia en 2022 por otra apendicitis, aunque a diferencia del español tuvo tres semanas para su recuperación entre aquella carrera y la de Singapur. Sin embargo, Sainz volvió en dos semanas y con dudas del protagonista hasta pocas horas antes de subirse a su monoplaza en la primera sesión de libres.

Para poner en contexto la peripecia del madrileño, El Confidencial ha hablado con el doctor David Rodríguez Sanz, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, así como Director del Experto de Fisioterapia Deportiva, Valoración, Procesos Terapéuticos y Prevención de la Lesión Deportiva.

Cuatro semanas, como poco

Generalizando, la mayoría de las ausencias (como también la de Alonso) de un piloto son fruto de las secuelas de un accidente, normalmente fracturas y lesiones con procesos lentos de rehabilitación. En este sentido, una apendicitis como la de Sainz es relativamente excepcional, salvo el caso de Albon, aunque a diferente de este último, el madrileño solo contaba con dos semanas hasta el siguiente gran premio, por lo que intentó acelerar el postoperatorio a toda costa.

Sainz ha podido beneficiarse de los avances en este tipo de intervenciones. "Actualmente, con la cirugía laparoscópica, se ha mejorado mucho el proceso de recuperación postquirúrgico, ya que se realizan pequeñas incisiones en abdomen que disminuyen la agresividad de la técnica abierta y provocan menor daño en los tejidos", explica Rodríguez Sanz.

Sin embargo, a Sainz le apremiaba el tiempo. No quería perderse un segundo gran premio consecutivo, en momentos cruciales para el futuro de su carrera. La norma en este tipo de intervenciones jugaba en su contra. "La recuperación habitual para volver a la práctica deportiva suele ser de cuatro semanas aproximadamente, que debe desarrollarse de manera progresiva y adaptada y siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario".

"Esto no va a ser posible"

Tras la cita australiana, el propio Sainz contaba en detalle como afrontó ese proceso. "Tan pronto como me extirparon el apéndice, entré en internet y comencé a hablar con profesionales y dije '¿qué ayuda a acelerar la recuperación?' Obviamente, a partir de ese momento, comencé a hacer todo lo que se podía hacer para acelerar la recuperación, las heridas, el tejido cicatricial, qué podía ayudar para ser más rápido".

Sainz consultó a otros deportistas, al propio Alex Albon, a diferentes equipos médicos en España y el extranjero. "Y luego elaboré un plan con mi equipo. La razón por la que los deportistas se recuperan más rápido es porque se pueden dedicar 24 horas al día durante siete días a la recuperación. Y eso es exactamente lo que hice".

"Empecé a ir a cámaras hiperbáricas dos veces al día durante una hora, usando una Indiba, una máquina electromagnética para las heridas. Fui programando mi tiempo en la cama, mi tiempo para salir a caminar, mi tiempo para comer, el tipo de comida que hay que recuperar... Ahora, si me preguntas, hace nueve días, cuando estaba a punto de tomar el vuelo para venir a Australia, todavía estaba en la cama. Apenas podía usar mi abdomen para moverme. Y pensé: esto no va a ser posible".

"No te preocupes"

Recuperarse para una vida relativamente normal era un tema. Otro, manejar un Fórmula 1 y competir en un gran premio. El doctor Rodríguez Sanz explica la dificultad del proceso a El Confidencial. "Uno de los riesgos en estas técnicas es creer que, si la incisión de la piel está cicatrizada, los tejidos internos también lo están. Cada tejido tiene diferente recuperación, y una recuperación incompleta de las capas internas podría dar lugar a la aparición de hernia". Así, las primeras sensaciones del madrileño, no tanto por el dolor, sino por la extraña sensación de sus órganos cuando rodaba con su monoplaza.

Para el doctor Rodríguez Sanz, el piloto madrileño también contaba con una capacidad de recuperación muy superior a la media. "Existe un factor muy importante, que es el óptimo estado en el que se encuentra el deportista. Es un deportista de élite, joven, con un excelente equipo clínico que le acompaña y con un estado excepcional de la musculatura abdominal del core", apunta.

"Sin ninguna duda, esta musculatura ha jugado un papel protagonista en la estabilidad del tronco, lo que le ha ayudado a Sainz a poder competir y ganar la carrera. Además, todas las técnicas que han realizado, como la cámara hiperbárica o el uso de diatermia para la recuperación de lesiones, han sido otros de los pilares fundamentales", explica el doctor.

No solo la intensa rehabilitación ayudó a su meteórica recuperación. La información recogida por Sainz fue crucial en la hoja de ruta de cada día, incluyendo las jornadas del gran premio. "Tomé el vuelo y, de repente, cuando aterricé en Australia, la sensación fue mucho mejor. Y cada 24 horas progresaba mucho más que los primeros siete días, en realidad lo que me dijeron todos los médicos y profesionales", recordaba el madrileño.

"No te preocupes -le decían- porque la segunda semana cada día va a mejorar mucho más que la primera semana. E incluso Alex Albon me dijo esto, lo recuerdo. Así que seguí más o menos lo que todos me dijeron y elaboré un buen plan", remarcó.

El dolor tras la cirugía

El domingo por la mañana, en la parrilla, Carlos Sainz reflejaba otra energía en el rostro a pesar de las tres incisiones y el aparatoso vendaje incorporado para protegerlas. En resumen ¿Qué valoración hace el doctor Rodríguez Sanz de la odisea vivida por Carlos Sainz?

"Lo que acaba de realizar el piloto es un acto que escapa de la normalidad. Hay que valorar que las velocidades y fuerzas a las que se ve sometido un piloto de Fórmula 1 en un circuito con velocidades superiores a los 300km/h y fuerzas de 5G", explica el doctor.

"El dolor tras la cirugía a la que fue sometido puede ser muy alto, aunque pueda ser controlado con medicación, y los deportistas suelen presentar umbrales de dolor más elevados que la población no deportista. La recuperación de los tejidos es incompleta tras solo dos semanas de cirugía", revela.

"Los diferentes tejidos tardan un tiempo en mejorar tras la cirugía, y en esa cicatrización, aunque podemos optimizar los tiempos, se presentan unos plazos asociados a las propias limitaciones fisiológicas", remata. Dos semanas, y en lo más alto del podio del Gran Premio de Australia. En tiempos de dominio absoluto de Max Verstappen y Red Bull.

La historia de la Fórmula 1 ofrece varios ejemplos de pilotos que volvieron pronto a su monoplaza tras un episodio relativo a la salud o un accidente. La excepcionalidad es que pocas veces se remata con la victoria. Fue el caso de Michael Schumacher en Malasia, con Ferrari en 1999, aunque dejaba pasar a su compañero Eddie Irvine en la línea de meta, ya el norirlandés luchaba por el títulos tras su accidente en el Gran Premio de Gran Bretaña. El alemán había perdido seis carreras hasta recuperarse totalmente de sus fracturas.

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