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El regalo de Ferrari a Hamilton que puede acabar siendo una bendición para Sainz
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DECISIÓN MUY ARRIESGADA

El regalo de Ferrari a Hamilton que puede acabar siendo una bendición para Sainz

No es una situación nada sencilla a la que se enfrenta el piloto madrileño en su salida de Ferrari, pero el fichaje de Hamilton puede acabar beneficiándole a largo plazo

Foto: El cambio de Sainz por Hamilton trae incógnitas. (EFE/EPA/Tom White)
El cambio de Sainz por Hamilton trae incógnitas. (EFE/EPA/Tom White)

Ferrari venía dejando claro desde el fichaje de Frederic Vasseur que Carlos Sainz era una presencia incómoda en la Scuderia. No es algo que sorprenda, porque Mattia Binotto era su gran valedor y, desde que Charles Leclerc le ganara el pulso propiciando su salida, el madrileño siempre iba a llevar las de perder en Maranello. Vasseur es un gran profesional de la Fórmula 1, de los mejores incluso, pero es absurdo negar lo evidente: debe su puesto a Charles Leclerc. A partir de ahí, hay que hacer la lectura de todo lo que acontece en la sede de Maranello. Incluido, o de forma especial, el fichaje de Lewis Hamilton, cuya salida de Mercedes y llegada a Ferrari ya se ha hecho oficial.

Leclerc, como desea cualquier piloto, quiere un equipo creado a su alrededor. Eso significa un modelo de organización similar al que disfrutó Michael Schumacher cuando el equipo estaba dirigido por Jean Todt. No es casual esta situación, además, cuando el mánager del piloto de Mónaco es su hijo Nicholas Todt, a la sazón socio de toda la vida Frederic Vasseur en diversos emprendimientos. Esto es algo que obviamente no va a poder tener compartiendo equipo con Lewis Hamilton, pero hay un acicate muy importante en la jugada: si no consigo ser campeón del mundo con Ferrari, al menos, derroto al piloto más laureado de la historia con el mismo coche. Puede sonar infantil, pero el afán competitivo de los pilotos a menudo se expresa de esta forma.

Ferrari tenía sus motivos para dar largas en la renovación de un contrato a largo plazo con Carlos Sainz. A finales de 2025, muchos de los pilotos más cotizados del mercado finalizan contrato y querían verse con las manos libres por lo que en ese momento pueda pasar. Incluida una posible marcha incluso de Leclerc a pesar de que haya firmado un contrato a largo plazo. Si entre 2024 y 2025 Ferrari no es capaz de dar un coche ganador al monegasco, puede que este se marche a otro equipo. Pero también puede ser que para 2026 den finalmente con la tecla y, con un dream team formado por Leclerc y Hamilton, alimente los sueños más húmedos de los tifosi. Y en Italia, si algo se fomenta en torno al Cavallino, es la ilusión. Es el método más rápido y efectivo de ocultar repetidos fracasos.

Pero Hamilton quizá no esté valorando hasta qué punto está jugando con fuego. Nada de lo que ha conocido hasta la fecha se asemeja a lo que va a vivir en Maranello. El choque cultural siempre es fuerte para cualquier piloto, no digamos para alguien tan particular en su estilo de vida y forma de ser como es el campeón británico. Por bueno que sea, es inevitable que su rendimiento en pista se resienta hasta que encuentre su sitio, teniendo en cuenta que vas a la casa de un piloto como Leclerc, que lleva allí toda la vida y tiene todas las referencias técnicas y metodológicas en su mano. Porque ese es el riesgo del siete veces campeón del mundo, ir al terreno de un piloto de los más rápidos de la parrilla y donde todo gira a su alrededor.

Foto: Sainz celebra su victoria en Singapur. (EFE/Tom White)
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Peligro en ambos lados de la mesa

Para Carlos Sainz, la situación puede suponer un jarro de agua fría, pero en el fondo también puede resultar eso que dicen los ingleses de un blessing in disguise. Es posible que le hayan hecho un favor en Maranello al piloto español, porque en Ferrari siempre iba a tener las de perder frente a Charles Leclerc. Si alguien tiene dudas todavía de hasta qué punto el monegasco tiene de su lado al presidente John Elkann y al jefe de equipo Frederic Vasseur, solo tiene que ver el fichaje de Arthur Leclerc como piloto de pruebas del equipo. Es evidente que su palmarés no justifica en absoluto tal contratación y sí la condición de hermanísmo. En ese escenario, ahora hay manos libres para negociar con otros equipos, y oportunidades no le van a faltar.

Carlos tiene una posibilidad más que cierta de un contrato multianual en Audi. El jefe de equipo, Andreas Seidl, que le conoce perfectamente de su paso por McLaren, siempre ha expresado con claridad su deseo de volver a trabajar con él. Pero Mercedes se postula como un destino más que posible con la salida de Lewis Hamilton. Toto Wolff ha tenido conversaciones con el español en el pasado y ha reconocido públicamente que es un piloto al que valora. Cuando tienes una pieza consolidada en el equipo como es George Russell, por edad, rendimiento y experiencia, Sainz es el candidato perfecto. Tres cuartas partes de lo mismo podría suceder en Red Bull ante una posible no renovación de Checo Pérez.

De ahí la importancia de manejar bien los tiempos a partir de ahora. Esa es la clave absoluta. En su momento, Carlos Sainz padre prefirió dejar que empezara la temporada y posponer las conversaciones de renovación con McLaren para más adelante. Había, evidentemente, un riesgo, porque McLaren presionaba en esos momentos y podría haber hecho sus movimientos, pero los buenos resultados empujaron la cotización de Sainz Jr. al alza y de ahí vino el fichaje por Ferrari. 2024 va a ser una temporada que se le hará muy larga a Sainz sabiendo que su futuro no está ahí. El equipo va incluso a ocultarle información para evitar que se pueda llevar conocimiento a un equipo rival a partir de 2025. Por eso es tan importante para los Sainz tanto no precipitarse como no esperar demasiado a que los acontecimientos te lleven por delante.

Decisiones de alto riesgo

En principio, cuanto más pase el tiempo, peor sería la posición negociadora de Sainz con Mercedes, Red Bull, Audi, Aston Martin o cualquier otro candidato posible. Pero igualmente, no sobran pilotos como Sainz en el mercado. Lando Norris acaba de renovar en un contrato a largo plazo con McLaren y de ese modo hay un peso pesado menos susceptible de ser contratado. Max Verstappen y Fernando Alonso parecen decididos a no ver otro objetivo a futuro que sus respectivos equipos. Con Lewis Hamilton en Ferrari, está obligado a mirar a pilotos como Alex Albon, que indudablemente son buenos, pero, cuando se han enfrentado a un titán de los de verdad, han perdido por goleada. Y eso no le ocurrió a Sainz en Toro Rosso cuando competía frente a Verstappen, ni cuando se enfrentó a Norris en McLaren, ni tampoco a Leclerc en Ferrari.

Para Lewis Hamilton suena muy atractivo eso de cerrar tu carrera deportiva en Ferrari y decir: 'Logré lo que no pudieron hacer ni Alonso, ni Vettel, ni el resto de pilotos'. Pero, junto a los riesgos ya mencionados, está la incógnita de saber qué tipo de Hamilton nos vamos a encontrar a partir de 2025. El único flanco débil del británico radica a nivel mental. Si está motivado y centrado absolutamente en su profesión, es poco menos que imbatible, pero el Lewis con muchos días fuera de la oficina ya lo hemos visto en varias ocasiones en el pasado. El siete veces campeón del mundo ha estado este año mucho más fuerte respecto a Russell que el año pasado, y es obvio que la resurrección de Alonso y la mejora en competitividad de su monoplaza le han vuelto a enchufar.

Vasseur conoce muy bien a Hamilton. De hecho, hay pocas personas que le conozcan tan bien como el ingeniero francés, pues fue la persona clave para lanzarlo al estrellato de la Fórmula 1 con su trabajo en las categorías inferiores. No hay que olvidar que ART Grand Prix, el equipo propiedad de Vasseur, fue la escudería donde Hamilton se proclamó campeón de la GP2. El propio Hamilton reconoció en diciembre pasado que había coincidido con John Elkann en un Google Camp en Sicilia y que se habían caído muy bien. Esa química y comunicación continua entre Elkann, Vasseur y Hamilton desde hace meses era la razón de las largas a la renovación de Carlos Sainz. A Toto Wolff no le habrá hecho mucha gracia, pero Lewis puede pagar muy caro a largo plazo decir adiós a Mercedes.

Esa historia de amor y fidelidad que tanto le gustaba de contar a Hamilton respecto a su vinculación con Mercedes desde niño la borra de un plumazo con este movimiento. Difícilmente será Sir Lewis ese embajador vitalicio que se suponía si acababa su carrera deportiva con la marca alemana. Por la edad que tiene, el británico difícilmente va a construir una mitología vinculada al Cavallino al estilo de la de Schumacher. E insistiendo en que dando por hecho en que todo salga bien. Ferrari viene dando muestras a lo largo de su historia de ser un destino de alto riesgo y final infeliz para muchos de los mejores pilotos de la historia. Solo el tiempo dirá si la supuesta ganancia de Lewis y pérdida de Sainz no acaba produciendo justo el efecto contrario.

Ferrari venía dejando claro desde el fichaje de Frederic Vasseur que Carlos Sainz era una presencia incómoda en la Scuderia. No es algo que sorprenda, porque Mattia Binotto era su gran valedor y, desde que Charles Leclerc le ganara el pulso propiciando su salida, el madrileño siempre iba a llevar las de perder en Maranello. Vasseur es un gran profesional de la Fórmula 1, de los mejores incluso, pero es absurdo negar lo evidente: debe su puesto a Charles Leclerc. A partir de ahí, hay que hacer la lectura de todo lo que acontece en la sede de Maranello. Incluido, o de forma especial, el fichaje de Lewis Hamilton, cuya salida de Mercedes y llegada a Ferrari ya se ha hecho oficial.

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