Carlos Sainz, tras dos semanas inciertas: "No soy estúpido. Si no estoy bien, levanto la mano"

¿Podrá pilotar Carlos Sainz el coche de carreras más rápido del mundo en el Gran Premio de Australia, dos semanas después de pasar por el quirófano? Lo sabrá después de subirse el viernes a su monoplaza.

"Estar recuperado al cien por cien significaría pasar diez días entrenando, haciendo el simulador, y no lo he hecho en los últimos diez días. Solo me he concentrado en recuperarme, pero ¿estaré en condiciones de correr? La sensación ahora es que sí. Y veré cómo me siento".

"Ahí vi las cosas un poco oscuras"

El madrileño fue operado de urgencia en la segunda jornada del Gran Premio de Arabia Saudí y, desde entonces, se ha centrado exclusivamente en su proceso de recuperación. Una semana después, se le retiraban las grapas de la operación en un hospital madrileño. A la siguiente, se subirá a un Fórmula 1, como había confirmado antes Ferrari y refrendaba el propio Sainz. De momento, se trata de ver hasta dónde puede llegar.

Consciente del crucial momento que atraviesa en su carrera deportiva, con su futuro en juego, Sainz no quiere perder comba ni presencia después de su podio en la primera cita de la temporada."Cada día, me siento mucho mejor. Cada 24 horas que pasan, progreso mucho. Es cierto que la primera semana fue dura, pasé mucho tiempo en la cama, recuperándome. Ahí es cuando vi las cosas un poco más oscuras", declaraba el madrileño antes de arrancar el Gran Premio. "Pero, en la segunda semana, la recuperación se acelera y comencé a sentirme mejor".

"Estoy seguro de que puedo subirme al coche y hacerlo bien", explicaba el madrileño, quien ha trabajado durante estas dos semanas en un intenso plan de recuperación. "Me subiré al coche y veré como estoy, pero me siento positivo al respecto".

Tres semanas, en dos

Un proceso postoperatorio normal de apendicitis suele llevar unas tres semanas en un paciente normal, pero Sainz lo ha acelerado. Para explicarlo, recordó la experiencia de su padre, que también fue operado de urgencia en 1985 antes de comenzar un rally. "Hay que dar gracias a los avances de la medicina en los últimos veinte o treinta años. Cuando mi padre fue operado, te abrían. Hoy, con laparoscopia, te hacen orificios muy pequeños, lo que acelera la recuperación, casi el doble o el triple que antes".

Sainz también confía en que su condición atlética y el tiempo dedicado a la recuperación marque diferencias frente a un postoperatorio normal. "La cantidad de tiempo que he invertido en mi recuperación no es la que invierte una persona normal. He estado usando máquinas modernas increíbles que ayudan a la recuperación. Todo esto ayuda a un deportista".

"Los deportistas, cuando tenemos lesiones, tendemos a recuperarnos más rápidamente que otras personas, porque nos ponemos bajo situaciones y máquinas especiales y todo aquello ayuda a acelerar mucho la recuperación", explicaba Sainz. "Hay que pensar que en los últimos catorce días, las 24 horas del día han sido en torno a la recuperación y, junto con un par de cambios que necesito hacer con los cinturones, con las esponjas, solo para proteger el área, todo debería estar bien".

"No estaré al cien por cien"

Sin embargo, el madrileño deja la puerta abierta a demorar su retorno. "Incluso los doctores, después de la operación, dijeron que estaría ajustado. Serán catorce días desde entonces hasta que me suba al coche el viernes, pero es posible. Los doctores no conocen las fuerzas G y todo lo que está implicado, pero posible lo es, creo en ello tal y como me siento ahora. ¿Estaré al cien por cien? No voy a mentir, seguro que no".

Aunque Sainz confía en que estas dos últimas semanas en el dique seco no mermarán su condición física para no poder afrontar el esfuerzo del Gran Premio. "Con la cantidad de entrenamiento que hice en invierno y cómo estuve en Yeda y Baréin, gracias a ello, creo que estaré en forma porque no es que en dos semanas pierdas músculo o capacidad aeróbica. Por eso digo que no voy a estar al 100% físicamente, pero sí lo suficiente para competir. Eso no será una limitación".

"Lo que sé es que hoy estoy mucho mejor que ayer, y ayer estuve mucho mejor que hace dos días. Con esta progresión, me siento bastante alentado y positivo. No soy estúpido y, si no me siento bien, seré el primero en levantar la mano y decir que necesito otras dos semanas para la próxima carrera. Junto con la FIA, es el plan que tenemos en marcha. Este viernes tengo otro control con la FIA, están siguiendo mi progreso". Muy mal tendrá que sentirse Carlos Sainz para no competir en el Gran Premio de Australia.

Alonso: "Yo marco mi destino"

En pleno debate sobre el mercado de fichajes determinado por la posible irrupción del mercado de Max Verstappen y el paso de Lewis Hamilton a Ferrari, Fernando Alonso puso en Melbourne un marco temporal para la decisión sobre su futuro. De momento, el neerlandés está aplacando en Melbourne los rumores para mantener su continuidad en el equipo, lo que podría aclarar los posibles movimientos del mercado.

"No quiero esperar tal vez hasta el verano, porque creo que sería injusto para mí y para el equipo si tienen que encontrar más opciones, pero tampoco quiero apresurarme y tomar una decisión mientras no tenga la cabeza puesta en el año que viene", declaraba Alonso a varios medios españoles.

"Esta decisión (de futuro) es completamente independiente de lo que pase en Mercedes o de lo que pase en Red Bull", explicaba el asturiano, que defendía la autonomía de su decisión al margen del resto de protagonistas. "Siempre he sido así, a veces me ayudó, a veces me perjudicó ser dueño de mi destino. Elegí cuándo dejar un equipo, cuándo unirme a uno, elegí cuándo dejar la Fórmula 1 y cuándo volver. Escogeré lo que hago el año que viene y no seguiré lo que hagan los demás, dictaré mi destino. Para bien o para mal, es como soy".