Un espontáneo abraza por sorpresa a Fernando Alonso tras desatar la locura en un centro comercial de México

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Nuevo reto para Fernando Alonso en el Gran Premio de México que se disputa este fin de semana. Será después de lo sucedido en Estados Unidos, con un rendimiento irregular de su Aston Martin que le dejó fuera de la Q3, pero le permitió entrar en los puntos el domingo tras salir desde el pit lane... hasta que el monoplaza dijo basta y tuvo que abandonar la prueba.

Con muchas incógnitas sobre cómo responderá el AM23 en la carrera del Autódromo Hermanos Rodríguez, ya en un fin de semana que vuelve a la normalidad en cuanto a intensidad tras celebrarse dos seguidos con prueba al esprint, Fernando Alonso tratará de demostrar que es capaz de pelear con los de arriba, aún con el complicado objetivo de quedar tercero del Mundial entre ceja y ceja.

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Fernando Alonso, además, vuelve a México para disputar un Gran Premio que no se le ha dado nada bien. De hecho, su noveno puesto en el año 2021, con el Alpine, ha sido su mejor actuación hasta el momento allí. Un décimo en el 2017, un decimonoveno la temporada pasada tras sufrir una avería y los abandonos de 2015 y 2018 han sido todo su bagaje en el asfalto mexicano.

Un espontáneo abraza por sorpresa a Alonso

Fernando Alonso ha sido, con permiso de Checo Pérez, el gran reclamo para los aficionados a la Fórmula 1 a su llegada a Ciudad de México. El español se dio un buen baño de masas este jueves, antes de que comenzara el Gran Premio, acudiendo a un acto publicitario a Torre de Mítikah, un lugar que estaba hasta arriba de gente para ver en persona al asturiano.

Tras hacer su aparición, firmar cientos de autógrafos y hacerse fotografías con los aficionados, hubo un espontáneo que no dudó en saltarse la barrera que separaba al asturiano de los allí presentes para correr a abrazar a Fernando Alonso. El equipo de seguridad, eso sí, no tardó en separarle y llevárselo de nuevo con el resto de los aficionados. Fueron apenas unos segundos, pero seguro que nunca los olvidará y, para él, valió la pena.