La cruda lección que Aston Martin le vuelve a recordar a Fernando Alonso en el GP de USA

"¿Quién hubiera imaginado esto hace dos meses?". La eufórica expresión de Fernando Alonso al terminar el pasado Gran Premio de Mónaco podría ser aplicable también al Gran Premio de Estados Unidos, poco más de dos meses de su último podio, en Países Bajos. Porque Aston Martin ya es quinto en la clasificación general tras Austin y así terminará la temporada.

En las carreras, la euforia y la decepción esperan siempre agazapadas y cogidas muchas veces de la mano. El Gran Premio americano fue otra agridulce prueba para Aston Martin: dos días nefastos y un domingo con sabor de esperanza. Con un Lance Stroll que recibía vital oxígeno deportivo y moral, mientras que el reverso lo encarnaba Fernando Alonso con el octavo puesto a la vista y a falta de siete vueltas.

Sin embargo, no se ocultaba que Aston Martin acumuló errores decisivos en un Gran Premio que recordó los numerosos frentes a cubrir durante una temporada para aspirar algún día a los títulos. Fernando Alonso es consciente de que su equipo, aunque el alza, aún juega en otra liga a la de los clásicos. Una de las lecciones de este fin de semana y también para 2024.

Los errores se pagan

El equipo británico vivió en sus carnes lo muy caro que se pagan. Primero, la introducción de una importante evolución aerodinámica durante un formato esprint. Solo el equipo sabrá por qué. "Perdimos una sesión en Monza, otra en Zandvoort, otra sesión aquí", recordaba el viernes Mike Krack sobre la fiabilidad con Stroll este año. En Austin, el error de cálculo con los frenos en los primeros libres costó la puesta a punto con el nuevo paquete aerodinámico. De aquí que los dos monoplazas verdes salieran crudos a la carrera esprint y fueran penosamente lentos. Hubo que acudir a la cirugía drástica.

"Hemos tenido un coche nuevo todo el fin de semana. En la carrera al esprint, con las nuevas prestaciones y, en carrera, Lance otra vez con el coche nuevo, pero con otro set up, y yo con el coche antiguo, con un set up más conocido", explicaba Alonso. Es decir, Aston Martin se vio forzado a convertir un Gran Premio en una sesión de libres, prueba del fiasco hasta ese momento. Y gracias al almíbar del domingo, en Aston Martin endulzaron su maltrecha moral.

La tortuga del sábado se convirtió el domingo en una liebre. Los dos monoplazas verdes salieron desde boxes para poder transformar la puesta a punto. El trabajo de la noche anterior con el AMR23 parecía acertar. En la quinta vuelta, el español era decimoséptimo. Alargó su primera parada para entrar cuando era noveno. Stroll le seguía, no demasiado lejos. El monoplaza había resucitado. Segunda parada en boxes, el español subía a la duodécima posición pero en la vuelta 39 ya era octavo, tras las sucesivas paradas del grupo medio de la parrilla. Los puntos se acariciaban para ambos pilotos.

Segunda parada, y vuelta a la pista en décima posición. Ese carro de polos del sábado se convertía ahora en un corcel con brío. En la vuelta 45, Alonso rodaba en novena posición. Gasly era el siguiente objetivo. El mejor resultado posible a no ser que abandonara alguien por delante. Sin embargo, fue el propio Alonso quien se retiraba... por primera vez en 2023.

"Ha sido otra historia"

"En los puntos, y de repente… Ha sido otra historia la que hemos vivido este domingo con respecto a los dos días del fin de semana", explicaba Alonso al terminar. "Teníamos mucho más ritmo en el coche, podíamos adelantar con cierta facilidad a la zona media y nos estábamos acercando a Russell. Creo que ha sido una buena noticia, pero la mala ha sido retirarse, no sé si ha sido un problema de suspensión o del suelo, pero algo se ha roto atrás, hemos tenido que parar por seguridad".

Stroll se llevó los peores golpes con la fiabilidad, todavía tarea por mejorar en este rejuvenecido Aston Martin. El canadiense ya abandonó en Arabia Saudí. También en Japón por un problema con el alerón. Alguna vez le tenía que tocar a Alonso cuando se llevan boletos en esta lotería. ¿Se trató de otro problema atribuible al monoplaza? ¿Al piloto, en esta ocasión? "Ha sido en el fondo. Falta un poco del borde derecho, quizás porque se haya subido a un piano (Alonso), o haya tenido un contacto", explicaba Mike Krack tras la carrera. Hamilton y Leclerc sufrieron también las consecuencias de los baches y los pianos, aunque de otra naturaleza y perdieron, por ello, sus posiciones finales en el Gran Premio.

McLaren ha pasado por encima

El Gran Premio de Estados Unidos permite agarrarse a un clavo ardiendo y considerar este fin de semana como un episodio circunstancial. "Queríamos salir de Austin después de un fin de semana difícil sacando alguna conclusión clara para México", resumía Fernando Alonso. "La de este domingo ha sido una sesión de libres cero, para llegar a los primeros de México preparados, pero éramos mucho más competitivos de lo que vimos el fin de semana, así que hay buenas noticias en ese sentido".

La carrera de Alonso y el ritmo de Lance Stroll con la nueva evolución del AMR23 habrán proporcionado algo de alivio y atisbos de esperanza para el próximo Gran Premio de México. Sin embargo, en Aston Martin tendrán que asumir que labraron su propia suerte desde el viernes, una lección capital. Porque en esta Fórmula 1 no se hacen prisioneros y los errores se pagan muy caros. Ningún equipo que aspire a títulos puede permitirse "unos libres cero". En Austin, además, un McLaren que ya no se baja del podio ocupa la cuarta posición tras aplastar al equipo verde desde hace tiempo. Otra lección de alcance y realismo para el equipo de Lawrence Stroll, que sacaba más de cien puntos en Mónaco al de Zak Brawn. El porqué es la verdadera respuesta que deben darse en el seno Aston Martin.