Tomás Pintos, el pececillo español que se comió a las pirañas sin carné de conducir

Varios pilotos españoles han ganado carreras de circuito en sus respectivos campeonatos: Carlos Sainz, Miguel Molina, Albert Costa, Daniel Juncadella, Pepe Martí… Lograr títulos es algo más difícil. Como ha sido el caso de Alex Palou (IndyCar) o, más recientemente Gonzalo de Andrés y el jovencísimo Tomás Pintos, que triunfaban esta temporada en el McLaren Trophy, trofeo monomarca promovido por la marca británica.

No siempre se supera a pilotos con años de experiencia en las 24 Horas de Le Mans y Daytona a bordo de máquinas de 600 cv. Como lo ha hecho esta temporada Tomás Pintos, una de las jóvenes promesas españolas. Y un caso singular porque a diferencia quienes progresan en la pirámide del automovilismo, el joven madrileño tiene un objetivo muy distinto a la Formula 1: correr las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, a Pintos también le distingue otra particularidad. Este año ya estudia en la universidad británica más especializada en el automovilismo deportivo para convertirse en ingeniero, compatibilizando dicha formación con su carrera de piloto.

McLaren anunciaba recientemente que participará en las 24 Horas de Le Mans, en la nueva categoría GT3, que contará con los mejores equipos y pilotos de los principales fabricantes del mundo. Con su triunfo en el McLaren Trophy, Tomás Pintos quizá ya está en el radar del fabricante británico. De momento, al no tener carné de conducir, ni siquiera podia llevar invitados a bordo de su McLaren en el circuito del Jarama.

"Como Alfredo Landa"

La historia del título de Pintos y Martin Cantero es extraordinaria. El equipo español McLaren Barcelona SMC Motorsport se creó a toda velocidad para poder participar en el McLaren Trophy. Emilio de Villota (hijo del legendario piloto español y hermano de la añorada María) es el responsable del mismo, y cuenta a El Confidencial la increíble aventura vivida en el campeonato. "El jueves, antes de la primera carrera, no había ni coche, ni habíamos hecho ninguna sesión de pruebas, nada. Nos llegó al circuito el jueves directamente de la fábrica, en blanco. Estuvimos dos días sin dormir preparándolo. Ni siquiera tenía los vinilos de la decoración. El arranque fue muy duro, algo que pone en valor lo que vino después. Y en la primera carrera hicimos dos podios. Era de ponerte a llorar".

Pero casi todo estaba verde. Como ese piloto que todavía no era mayor de edad, aún con poca experiencia internacional. "En el viaje al coche a Paul Ricard, la primera carrera, hicimos un listado de todos los pilotos del campeonato y los equipos, analizando quienes por experiencia nos iba a ganar. Escribiendo en un papel marcamos un objetivo realista. Siempre quieres ganar, pero por la experiencia de Tommy, deportivamente, pensábamos que podíamos ser quintos o cuartos si todo lo hacíamos muy bien".

Sin embargo, Pintos y De Andrés lograron cinco victorias y se subieron al podio en todas las carreras. "Era un poco como Alfredo Landa y el hatillo. Empezamos poco a poco, y empezamos a ganarles. Como decía mi padre, como si un torero inglés viene a España y triunfa en las Ventas frente a los pilotos españoles y sale por la puerta grande. Sin exagerar." añadía.

Un año enorme

Gonzalo de Andrés ponía en valor su trabajo y el del jovencísimo Pintos. "Ha sido un año inolvidable, hemos vivido los dos un sueño. Se ha dado tan, tan bien, que hoy no nos lo creemos. Y creo que el gran mérito es de un chaval de 17 años que tiene la cabeza tan centrada, que en los momentos decisivos, peleando con pilotos oro y platino con experiencia en le Mans y Daytona, haya aguantado el tipo como lo ha aguantado... Era primer año que McLaren organizaba un campeonato europeo, primer año del Artura, un coche con prestaciones cercanas a los GT3, con un equipo español, el apoyo de McLaren en Barcelona... Pues es una de las mejores temporadas de mi vida, si no la mejor".

Con larga experiencia en el mundo de la competición, Emilio de Villota se ha implicado a fondo en la carrera del joven Pintos. "El tema con Tommy es que yo todavía no sé dónde está su final. Hizo cuatro carreras mal hechas el año pasado, no cuenta con demasiada experiencia internacional ni muchos test de preparación encima. Y en 2023 estamos corriendo casi con un GT3. Desde el primer día se le ve que está verde, pero cada vuelta que da va mejorando. Y es que no se ha salido en toda la temporada, ni ha hecho un trompo, en lluvia, en slicks… Se está comparando con pilotos de muy alto nivel. Aún no sabemos cuál es su techo".

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Javier Rubio

Pintos siempre ha sido un piloto precoz. Después del karting, compitió antes de la pandemia en el Ginetta en Gran Bretaña. En 2022 y con solo 16 años corrió con un McLaren de la categoría GT4. El salto al Artura y al McLaren Trophy fue como lanzarle a una charca de pirañas. "Este año ha aprendido mucho compitiendo contra los ingleses. He mejorado mi técnica de conducción con el ABS, el control de tracción y todos estos sistemas eléctricos, y para exprimir el coche", explica Pintos a El Confidencial.

"Ha sido una temporada de ir de menos a más. En la primera carrera ni había cogido el coche en unos entrenamientos. De aquí a ganar el campeonato ha sido una evolución progresiva. En aquella primera carrera estábamos a cinco décimas del más rápido nada más empezar. Luego, en Spa hice la vuelta más rápida del fin de semana. Como en Hockenheim", narra.

Con poco tiempo en pista y sin recursos para hacer tests en circuito, Tommy ha utilizado el simulador como herramienta principal de mejora. "Todos los circuitos, menos Barcelona, eran nuevos para mí. El simulador me ha quitado ese día o dos de test que la gente suele necesitar para conocer un circuito. Un 60 por ciento del trabajo de esta temporada, sin el simulador, no se hubiera conseguido".

Universidad británica y carreras

Para poder correr desde los cuatro años, Pintos firmó un contrato con su madre, renovable anualmente: debía sacar un ocho de media cada año para seguir corriendo al siguiente. Un contrato a mantener también ahora que ha emigrado a Gran Bretaña para estudiar en la Oxford Brookes University, la meca universitaria del deporte del motor. "Me toca intentar seguir sacando las mejores notas, pero haciendo algo que me gusta de verdad". Recientemente, por ejemplo, recibía clases prácticas de ingenieros del equipo Aston Martin de Fórmula 1.

"¿Qué para qué me sirve el simulador? No solo hace falta conducir. Ahora puedes saber solucionar los problemas del coche, hablar el mismo lenguaje que los ingenieros, puedes intercambiar información con el ingeniero. Se supone que vas a saber más cosas del coche y puedes procesar la información mucho más rápido", confiesa. De momento, y recién llegado, su condición de piloto parece que le está ayudando a triunfar entre el público femenino universitario.

¿Y ahora qué, a partir de este éxito con el McLaren? "El objetivo que intentamos alcanzar desde hace mucho tiempo es ser un piloto de fábrica y correr en las 24 Horas de Le Mans. Hay mensajes de equipos que nos llegan, que tienen asientos para el año que viene. Si quieres seguir siendo el número uno, tienes que entrenar como si fueras el número dos", revela. Antes, llegará la próxima semana el premio por ganar el campeonato: una prueba en Estoril del impresionante McLaren Solus GT del que solo existen 25 unidades. McLaren diseccionará a Tommy Pintos. Y en el futuro, quién sabe. Las 24 Horas de Le Mans esperan en el horizonte.