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Una jugada al límite: Fernando Alonso arriesga y consigue la sexta plaza en el GP de Bakú
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no les fue tan bien como en las curvas

Una jugada al límite: Fernando Alonso arriesga y consigue la sexta plaza en el GP de Bakú

Tal y como se temía, los Aston Martin se desenvolvieron muy bien en el trazado urbano de la capital de Azerbaiyán, pero la recta más larga del Mundial penalizó su poca velocidad punta

Foto: Fernando Alonso, en la clasificación del Gran Premio de Azerbaiyán. (Reuters/Leonhard Foeger)
Fernando Alonso, en la clasificación del Gran Premio de Azerbaiyán. (Reuters/Leonhard Foeger)

Quedó claro en Bakú que Red Bull sigue jugando en otra liga. En velocidad pura, solo Ferrari está en condiciones de inquietarle. En un escalón claramente por debajo de estos dos coches se encuentran los Aston Martin, los Mercedes y los McLaren, todos propulsados por el mismo motor, con la excepción de la sorpresa de un excelente Yuki Tsunoda con el Alpha Tauri. La diferencia que ha podido percibirse en las tres primeras carreras de la temporada, en la pista de Bakú no hizo sino acentuarse.

El diferencial de velocidad punta de los actuales campeones del mundo tiene un origen más aerodinámico que de potencia del propulsor. Es posible que Honda y Ferrari, a día de hoy, ostenten un pequeño plus sobre Mercedes en cuanto a potencia, pero ahí no radica su ventaja. Su secreto está en la combinación de suspensiones y extracción de aire del tren trasero. Con menor ángulo de incidencia en sus alerones, son capaces de tener la misma carga aerodinámica y al tiempo ofrecer menos resistencia al aire en la recta.

Por esta razón, Aston Martin, al igual que otros equipos, trajeron unos alerones delanteros y traseros específicos para una pista con una naturaleza muy particular. Estamos probablemente en el circuito más extremo de la temporada en lo que respecta a combinación de tramos rápidos y lentos. El objetivo de los nuevos elementos aerodinámicos del coche de Fernando Alonso funcionó en parte, porque las diferencias en la velocidad punta no fue muy elevada, pero el precio a pagar fue perder algo de vigor en los terrenos donde el Aston Martin se siente más fuerte. El otro peaje fue el incorrecto funcionamiento del sistema DRS en el alerón trasero, que generó problemas a ambos pilotos del equipo británico.

Problemas con el DRS

"Creo que podíamos haber ido un poco mejor. Tuvimos problemas en la FP1 (entrenamientos libres) y en clasificación con el DRS, que nos costaron algunas décimas", explicó Fernando Alonso nada más bajarse del coche. "Cuando está todo tan apretado, esto siempre marca una diferencia, pero de todos modos solamente estamos a viernes. Tenemos un largo fin de semana por delante aún con la clasificación y carrera al sprint, más la carrera del domingo. Por tanto, aún hay muchas oportunidades y espero que podamos recuperar alguna plaza". Así de rotundo se mostró el asturiano, consciente de las oportunidades de su equipo en Bakú.

Recordemos que el DRS es el sistema que modifica el plano frontal del alerón trasero en las zonas rectas especificadas por la organización. Al suprimir su ángulo de incidencia, el coche ofrece mucha menor resistencia al aire y como consecuencia se da una velocidad punta muy superior. Es fácil imaginar, por tanto, que si este elemento no funciona correctamente se escapen algunas décimas. Es difícil cuantificar cuánta podría ser la mejoría en el crono, pero es razonable pensar que al menos la quinta plaza podría haber sido suya. Lewis Hamilton superó al asturiano por la quinta plaza por apenas una décima de diferencia. Más allá de la extraordinaria vuelta que se sacó de la manga el piloto de Mercedes, hay margen para pensar que Fernando podría estar inmediatamente detrás de Red Bull y Ferrari.

El hecho de que Lance Stroll sufriera también el mismo problema evidencia que el nuevo elemento aerodinámico traído a esta carrera aún adolece de problemas de juventud. Este tipo de situaciones, que son habituales cuando se traen evoluciones a una carrera, este fin de semana suponen una dificultad añadida, porque no hay apenas tiempo para hacer pruebas. Casi todo el momento que se está en pista es para buscar una vuelta rápida. Por tanto, queda trabajo para evaluar todas las soluciones posibles para erradicar el problema, pero al menos hay un cierto alivio al concluir que hay más coche de lo que aparentemente ha demostrado la sesión clasificatoria.

Quedó claro en Bakú que Red Bull sigue jugando en otra liga. En velocidad pura, solo Ferrari está en condiciones de inquietarle. En un escalón claramente por debajo de estos dos coches se encuentran los Aston Martin, los Mercedes y los McLaren, todos propulsados por el mismo motor, con la excepción de la sorpresa de un excelente Yuki Tsunoda con el Alpha Tauri. La diferencia que ha podido percibirse en las tres primeras carreras de la temporada, en la pista de Bakú no hizo sino acentuarse.

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