Las nuevas carreras esprint que para Max Verstappen "no están en el ADN de la F1"

Stefano Domenicali, máximo responsable de la Fórmula 1 lo dejó claro en el pasado GP de Portugal de Moto GP: "Soy un gran seguidor de cancelar las sesiones libres, que son de gran utilidad para los ingenieros, pero que al público no le gusta". Este fin de semana entra en juego en Bakú la segunda fase de la transformación iniciada hace dos años con la llegada de las carreras sprint. "Los libres son muy interesantes para los ingenieros y los pilotos, pero al final, en el deporte, hay que luchar por algo". Dicho y hecho, de momento para la cuarta parte del campeonato.

Como el practicante que antes de la inyección prepara la nalga con algunos golpecitos, en Bakú se da ese primer paso para ir neutralizando en el futuro las sesiones libres. Liberty sigue renovando la Fórmula 1 con pragmatismo americano para exprimir cada minuto de un gran premio. Este fin de semana aplica una nueva vuelta de tuerca de un proceso que empezó hace dos años.

¿Más tensión y emoción?

Según el nuevo formato aprobado el pasado martes, se mantiene sesión clasificatoria del viernes, pero ahora será valedera para el gran premio. La sesión de libres del sábado se convierte en una de 45 minutos con un Q1, Q2 y Q3 más cortos, y cuyo resultado conforma la parrilla de la carrera sprint (100 km) del sábado por la tarde. En los dos primeros bloques de dicha sesión serán obligatorios los neumáticos medios, y los blandos en un Q3 de solo ocho minutos de duración, con tiempo material para una o dos vueltas.

Con este esquema se neutraliza en parte una de las principales críticas del formato sprint original: ahora cualquier problema en la carrera corta no contaminará el gran premio, salvo los posibles daños o consecuencias en caso de incidentes. Los puntos en juego el sábado por la tarde adquieren así más valor para pilotos. Porque puntúan los ocho primeros, y la incidencia de seis carreras sprint en 2023 pueden resultar decisivas en la clasificación final para todos los equipos, al margen de su posición en la tabla. Los compases finales del reciente GP de Australia confirmaron hasta qué punto están dispuestos a arriesgar muchos.

Liberty sugiere, pero manda

"Por una vez, creo que todos los equipos están alineados. No es frecuentemente el caso, así que vamos a hacerlo", declaraba Fredric Vasseur, el responsable de Ferrari, aportando una razón lógica. "Probablemente, seamos el único deporte que pones en televisión sesiones de entrenamientos". Una postura que supone un cambio considerable frente a la oposición inicial de algunos, como Red Bull, que buscaron sacar tajada para incrementar el tope presupuestario, alegando los posibles daños durante la carrera sprint.

En un contexto más amplio, los equipos están plegándose a los objetivos de Liberty, que comprueban cómo la gestión americana está haciendo explotar de éxito global a la Fórmula 1 a través una serie de estrategias entrelazadas: mayor número de carreras anuales (24) que suponen un importante incremento de ingresos gracias también a la explotación comercial de tan largo calendario. Netflix, redes sociales, expansión en Estados Unidos, más circuitos urbanos… Al incremento de ingresos para los equipos le acompaña el topado obligatorio de presupuestos, con lo que estos disfrutan ahora de un modelo más rentable y viable económicamente para un grupo cerrado de diez actores. Sin embargo, para cuajar el guiso se necesita acción en pista, intensidad, emoción. Hasta ahora, la mitad del fin de semana de un gran premio se dedica a un tiempo intrascendente para los aficionados.

Lo que no implica que el esquema a estrenar en Baku no suponga problemas para pilotos y equipos. "La realidad es que es absolutamente ridículo hacer la primera carrera de primavera del año en una carrera callejera como Azerbaiyán. Pero desde el punto de vista del espectáculo, del espectador, probablemente será una de las carreras más emocionantes del año". Christian Horner se refería a la gran pesadilla de los equipos: los daños por incidentes en pista con el cinturón apretado del tope presupuestario.

Porque, además, los equipos compiten en el Gran Premio de Miami la semana siguiente. En un campeonato donde la evolución de piezas está restringida por el tema presupuestario, no resulta muy atractivo duplicar piezas de repuesto fruto de posibles incidentes en detrimento de aquellas destinadas a mejorar el rendimiento del monoplaza a medida que avanza la temporada. Sin embargo, la Comisión de Fórmula 1 que aprobó los cambios, también amplió el número de sustituciones de los elementos de la unidad de potencia para aumentar de tres a cuatro a cantidad de elementos de motor de combustión interna (ICE), turbocompresor, MGU-H y MGU-K.

Verstappen y el ADN de la Fórmula 1

Los equipos han mostrado su unanimidad, según Vasseur, pero no el campeón del mundo: "Para mí, en una carrera sprint se trata de sobrevivir, no se trata de correr. Para mí, cuando tienes un coche rápido, no hay nada que arriesgar. Prefiero mantener vivo mi coche y asegurarme de tener un buen monoplaza para el domingo", declaraba Max Verstappen para cuestionar el nuevo formato. Quizás no todos piensen igual.

"Incluso si cambias el formato, no creo que esté en el ADN de la Fórmula 1 hacer este tipo de carreras sprint. En la Fórmula 1 se trata de aprovechar al máximo la calificación y luego tener un domingo increíble. Ese es el ADN del deporte, y no entiendo o no sé por qué deberíamos cambiar eso, porque creo que la acción (introducir las carreras sprint no ha sido buena". Abogaba por otra medida como alternativa. "Si tenemos seis, siete equipos que ya luchan por una victoria, sería una locura. Entonces realmente no necesitas cambiar nada". Precisamente no es lo que sucede, gracias en parte a los méritos del propio Verstappen y su equipo, Red Bull.