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El 'tajo' a las carreras sprint en 2022: cuando los más fuertes no quieren ceder privilegios
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TRES EN VEZ DE SEIS CARRERAS

El 'tajo' a las carreras sprint en 2022: cuando los más fuertes no quieren ceder privilegios

El previsible recorte a las carreras sprint previstas para 2022 han vuelto a poner en evidencia una estructura de poder que perpetúa la posición de privilegio de algunos equipos

Foto: Brown lucha en solitario contra un sistema en el que Red Bull y Mercedes prevalecen (REUTERS)
Brown lucha en solitario contra un sistema en el que Red Bull y Mercedes prevalecen (REUTERS)

Aunque esté a punto de producirse el mayor cambio técnico en la historia de la Fórmula 1, otros terrenos aún necesitan nueva siembra. Por ello Zak Brown sacó la patita hace un par de semanas cuando trajo a la superficie la corriente subterránea que está fluyendo estas semanas en la Fórmula 1. Discusiones políticas entre bastidores que también determinan el futuro de la disciplina.

Su denuncia dibujaba las pugnas de poder e influencia de unos equipos sobre otros. “Esto es lo que está pasado, no estamos de acuerdo. La Fórmula 1 tiene que cambiar”, vino a decir en sus mensajes en la web de McLaren y luego a los medios. Y, efectivamente, el jueves se supo que Liberty no aumentará el número de carreras sprint para 2022 como estaba previsto. Por no hablar del futuro de Michael Masi, el director de carrera, cuyo destino sigue en el aire y se definirá en los próximos días. Entre otros temas.

“Algunos equipos aún siguen buscando excusas para elevar el tope presupuestario y ganar los campeonatos con el talonario” denunciaba Brown. “La constante labor de lobby por parte de ciertos equipos para elevar ese tope presupuestario por los daños sufridos en las carreras sprint es un continuo ejemplo”. Lo que en el fondo Brown denuncia una vez más es el sistema de gobierno de la Fórmula 1, que beneficia a tres equipos sobre el resto. De cara a la galería los más poderosos hablan del bien común. De puertas para adentro siguen defendiendo férreamente el interés propio.

Que no me toquen lo mío

El formato de las carreras sprint ganó cuerpo entre los aficionados tras el experimento de la pasada temporada, hasta subir la apuesta en 2022 con seis carreras. Pero todo apunta a que Liberty recogerá velas ante la posición de algunos equipos que, o pretenden utilizar el nuevo formato en su propio beneficio, o con la misma intención, también boicotearlo. Sin dar nombres, Brown les ponía indirectamente el foco. Parece que en poco tiempo se han confirmado sus temores.

“La iniciativa de las carreras sprint del sábado ha traído nuevos espectadores y elevado el perfil del deporte, expandiendo su base de aficionados. Sin embargo, estos equipos continúan exigiendo un aumento del tope presupuestario (140 millones de dólares para 2022) con una cantidad desmesurada de dinero a pesar de la clara evidencia de que se produjeron pocos daños durante las carreras el pasado año, en un intento poco velado para protegerse de que su ventaja competitiva sea erosionada” denunciaba Brown cuando nadie hablaba públicamente del tema. A su pesar, tenía razón.

placeholder El sistema actual de decisión en la Fórmula 1 favorece los intereses de los equipos A sobre los B y el resto. (REUTERS)
El sistema actual de decisión en la Fórmula 1 favorece los intereses de los equipos A sobre los B y el resto. (REUTERS)

"Un equipo pedía cinco millones"

El americano solo usaba el síntoma de las carreras sprint para describir la enfermedad de la Fórmula 1: el sistema de toma de decisiones que favorece la perpetuación de posiciones de privilegio político e indirectamente deportivo, por mucho que quiera mejorarse este en la pista. La historia de toda la vida. Pero Brown decidió abrir el melón al gran público primero, y a la prensa después.

“En estas reuniones constantemente hay algunos equipos que aprovechan la oportunidad para elevar el presupuesto, incluso cuando no tenga ningún sentido”, explicaba Brown en alusión las demandas de compensación anticipada de posibles daños en las carreras sprint. Se deduce que esos equipos estarían utilizando las sprints para poder invertir más si cabe en estructuras técnicas propias al alcance de pocos. “Un equipo pedía cinco millones de dólares, y cuando le cuestionabas por qué no te ofrecía razones de hecho”. O que simplemente no querían más carreras sprint.

placeholder Ben Sulayen (FIA) y Stefano Domenicali (Liberty) afrontan el reto de recuperar el liderazgo en la gestión de temas clave de la F1 (REUTERS)
Ben Sulayen (FIA) y Stefano Domenicali (Liberty) afrontan el reto de recuperar el liderazgo en la gestión de temas clave de la F1 (REUTERS)

Estos días la FIA también trabaja en la investigación de los eventos de Abu Dabi y la gestión de la acción en pista en 2021 y, sobre todo, el futuro de Michael Masi. Toto Wolff y Mercedes han presionado para exigir cambios profundos, entre los que podría incluirse la cabeza de Masi, determinante según el austríaco de que Hamilton perdiera el título. Estos días el australiano es protagonista sobre los rumores de su dudosa continuidad. La renuncia de Mercedes a posibles acciones legales para defender en diciembre parece condicionada a contraprestaciones por parte de la FIA. La pugna entre bastidores también debe ser realmente interesante en este apartado. Y si se requirieran nuevas votaciones de los equipos...

Un grito en el desierto

En definitiva, Brown ha querido denunciar una dinámica tan antigua como la propia Fórmula 1. “Algunos equipos, para proteger su ventaja competitiva, están manteniendo al deporte como rehén respecto a aquello que es mejor para los aficionados, y, por tanto, a la Fórmula 1 en general”, denunciaba el americano, quien apuntaba a ese “hábito de colocarse delante (en la pista) a base de gasto”.

Según el sistema de gobierno actual en numerosos temas de la Fórmula 1 los equipos tienen la última palabra, en detrimento de la propia Liberty y la FIA. Para aceptar las seis carreras sprint en 2022 hacía falta el voto afirmativo de ocho equipos. Además, la existencia de equipos A y B, como cuestiona Brown, contribuye a reforzar tan pernicioso sistema. Si Mercedes, Red Bull y Ferrari cuentan con equipos satélite (Aston Martin, Alpha Tauri o Haas) siempre tendrán mayor fuerza política. “Algunos equipos votan en contra de sus intereses solo por la política de presión” señala Brow. Presión de sus equipos ‘A’.

“Me gustaría que nos escuchara Stefano Domenicali y Mohammed Ben Sulayen (nuevo presidente de la FIA) para que tuvieran facultades y tomar más decisiones, pero bajo el (sistema) gobierno actual, los equipos deben permitir que así suceda” ¿Están dispuestos a hacerse el harakiri algunos de los poderosos de la Fórmula 1? No parece, y Brown cuenta con pocos aliados, por lo que el suyo se antoja un grito en el desierto.“Seguro que en la agenda de ambos estará una mayor claridad en los roles de la Fía y Liberty para un mayor liderazgo en el deporte. Ahora que la Fórmula 1 ha sido reseteada, hace falta de nuevo un liderazgo más directo y otra forma de gobernar”. No todo ha cambiado en la Fórmula 1.

Aunque esté a punto de producirse el mayor cambio técnico en la historia de la Fórmula 1, otros terrenos aún necesitan nueva siembra. Por ello Zak Brown sacó la patita hace un par de semanas cuando trajo a la superficie la corriente subterránea que está fluyendo estas semanas en la Fórmula 1. Discusiones políticas entre bastidores que también determinan el futuro de la disciplina.

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