Nico Hulkenberg, del "cómeme..." de Kevin Magnussen, a hacer las paces y ganarle en Haas

Quién le hubiera dicho a Daniel Ricciardo que saldría por la puerta trasera de McLaren y hoy recalaría en el mismo equipo en el que batió a Sebastian Vettel, a falta de mejores opciones. O a Fernando Alonso que se volvería a reunir algún día con Ron Dennis. O a Nico Hulkenberg, quien se quedó si asiento hace tres años, y en las tres primeras carreras de 2023 ha batido en los entrenamientos al primer piloto de Haas, Kevin Magnussen.

La Fórmula 1 se permite grandes cabriolas con sus protagonistas, y el piloto alemán está protagonizando otra de ellas. Ostenta el récord de participaciones sin haber subido al podio, pero en Albert Park casi suena la flauta de haber prosperado la reclamación de Haas al final de la prueba. Hulkenberg se había colocado cuarto tras la escabechina final, y la sanción de Sainz le habría subido al cajón de haber prosperado la reclamación de su equipo.

"Espero verle en un coche competitivo en el futuro", llegó a decir Alonso de Nico Hulkenberg, a quien no ahorró piropos en su día. Sin embargo, nunca lo tuvo. Hoy, con 35 años y tres temporadas sin competir regularmente, el Íncreíble Hulk está recompensando la arriesgada apuesta de Guenther Steiner. Paradójicamente, el Covid se convirtió en un factor clave para su retorno a la Fórmula 1.

Destacar, pero sin romper del todo

Steiner descubrió el valor de la experiencia y consistencia cuando repescó a Kevin Magnussen el año pasado en sustitución de Nikita Mazepin. Schumacher había sumado más de dos millones de dólares en daños por accidentes, mientras que el danés le dobló en puntos al terminar 202. Con Schumacher fuera de la órbita de Ferrari, Steiner buscó un perfil de experiencia. Se fijó en un piloto que, aunque llevaba tres años fuera, no se había olvidado de la Fórmula 1, dispuesto a volver a toda costa a la menor oportunidad.

Hulkenberg ha entrado en el Q3 en las tres primeras carreras, un magnífico éxito, superando otras tantas veces a Magnussen. En Shakir tuvo un toque en la primera curva con Esteban Ocon y perdió una magnífica oportunidad para puntuar en su debut con Haas. En Yeda fue duodécimo. En Albert Park ya puntuó. Un rendimiento sorprendente para quien solo había corrido tres carreras como sustituto desde 2019, aunque el pasado año ya ejerciera como tercer piloto de Aston Martin

"Justo al principio, en 2020, era algo así como… quería estar un tiempo fuera, necesitaba un tiempo fuera, así que en ese momento estaba bastante relajado", aludiendo a su desafortunada experiencia y amarga salida de Renault. "De repente, en 2021, hubo semanas en las que fue más difícil quedarse al margen y ver a los pilotos salir del garaje. En 2022, digamos hace más o menos un año, esa sensación de querer volver a estar en el asiento del piloto se volvió muy fuerte. Entonces, tuve un plan claro, quería aprovechar la oportunidad de tener un asiento de carrera nuevamente".

Ganador de la Fórmula BMW, A1GP y GP2, Hulkenberg llegó a la Fórmula 1 en 2010 con la vitola de las grandes promesas. Incluso con un Williams logró la pole en Brasil en su primera temporada. Tras el equipo británico llegaron Force India, Sauber, y de vuelta hasta 2017. Por el camino, lograba la victoria en las 24 Horas de Le Mans con Porsche. En 2017 llegaría su mejor oportunidad con la vuelta de Renault a la Fórmula 1, donde coincidió con Carlos Sainz y Daniel Ricciardo. En el equipo francés no encajó, tanto personalmente, como por la naturaleza de sus monoplazas. El australiano le batió en 2019. Renault tenía a Esteban Ocon en la recámara. "Pasaron cosas en el equipo", ha explicado enigmáticamente, al margen de la decisión política del fichaje de un piloto francés. Paradójicamente, Ricciardo está hoy en el banquillo, y “Hulk”, de vuelta a los circuitos.

Efectivamente, la pandemia vino a rescatar a Hulkenberg. Al sustituir a Sergio Pérez en Racing Point se colocó tercero en la parrilla del Gran Premio de Gran Bretaña de 2020. En Alemania, le llamaban repentinamente antes de los terceros libres para sustituir a Stroll. Salía último, terminó octavo, y fue elegido Piloto del Día. Puntuó en ambas, y la de su país fue la última hasta las dos sustituciones a Vettel el pasado año, también por covid. "Dudo mucho que sin las dos carreras de principios del año pasado hubiera conseguido el asiento. Me puso en el mapa nuevamente con Guenther, con el equipo. Vieron: "¡este tipo todavía sabe dónde está el pedal del acelerador!".

"Cómeme..."

Curiosamente, Hulkenberg se reunía con un piloto con el que tuvo un llamativo incidente en el Gran Premio de Hungría de 2017. En el corralito, el alemán se acercó a Kevin Magnussen: "Le felicité por ser de nuevo el piloto más antideportivo de la parrilla". Con todas las cámaras delante, Magnussen le contestó contundentemente más allá de la frontera de lo correcto. Sin embargo, el pasado año, Hulkenberg tuvo un gesto en Yeda que resultaría muy beneficioso para ambos. "De hecho, rompimos el hielo aquí hace doce meses cuando reemplacé a Seb. En la foto de los pilotos el domingo por la mañana estábamos parados uno detrás del otro", recuerda Hulkenberg. "Decidí romper el hielo, le extendí la mano y con una sonrisa, le recordé sus palabras, y así comenzó nuestra relación hace doce meses".

De perfil discreto en los medios, con un perfil personal "muy negativo" según los responsables de Renault en su día, por distintas razones Hulkenberg nunca cuajó con uno de los grandes equipos a pesar de varios contactos en estos últimos tiempos. Ahora, considera que vuelve más maduro, pero valorando su nueva oportunidad con otro prisma, como Alonso en su retorno. Casado durante estos años de ausencia, con un hijo, el nuevo Hulk está saboreando de nuevo una Fórmula 1 que, según sus propias palabras, creía perdida para siempre. Posiblemente, su fichaje se convierta en uno de los mayores aciertos en la todavía corta pero azarosa vida de Haas.