El último día en que Alonso se sube a un Alpine: por qué espera dar una sorpresa final

"Está bien". Un resignado Fernando Alonso contestó lacónicamente a su equipo cuando le comunicaron por la emisora que no estaba entre los diez primeros de la Q3. Semejante pragmatismo con una exigua diferencia de 20 milésimas se justificaba en que el asturiano sabía que no era cuestión de mala o buena suerte, sino de faltar ese pequeño plus tan necesario en los momentos cruciales.

"Obviamente, hubiera sido mejor haber podido pasar a Q3 (la fase final con los diez mejores), pero hoy no tenía el ritmo desde el comienzo de la clasificación, -explicó al bajarse del coche el piloto español-, con un poco de estrés, además al ser decimoquinto (último en pasar el primer corte). Por tanto, al final no sabe tan mal ser undécimo. Creo que podemos estar muy contentos de comenzar décimos para la carrera, por la penalización de Ricciardo. Mañana nos quedan dos juegos de neumáticos de compuesto duro, mientras que los demás solo les queda uno".

En Abu Dabi, hasta la estrategia más elaborada se va al traste con la aparición súbita de un coche de seguridad a consecuencia de algún incidente. De no haber situaciones extrañas, dos juegos de neumáticos duros nuevos que no tienen el resto de sus rivales puede ofrecerle grandes posibilidades de remontar en la mitad de la carrera, pero es fundamental que esta sea limpia. Y si no se puede aspirar a un gran resultado, intentar restar los cinco puntos de diferencia que le lleva su compañero de equipo Esteban Ocon en el mundial de pilotos y, al menos, acabar el campeonato con un buen sabor de boca.

Sin ritmo en toda la clasificación

Alan Permane, el ingeniero jefe de pista de Alpine daba alguna de las claves de por qué Alonso no encontró el ritmo necesario en los momentos decisivos: "Fernando no sacó el máximo provecho del coche hoy, perdiendo una décima o dos en todo momento, y su enfoque giró inmediatamente hacia la carrera de mañana, donde sabemos que somos fuertes. Este circuito siempre ha sido bastante complicado en la clasificación, con una pista que se va enfriando a medida que los coches hacen cola para iniciar su vuelta en el sector final, lo que trae dificultades para mantener los neumáticos en su franja de rendimiento óptimo".

Permane hablaba de un patrón que se repitió en otros equipos, al comprobarse hasta qué punto el 'timing' es clave para sacar una buena vuelta. Abu Dabi es un circuito típico de acelerar y parar, sin secciones sinuosas de velocidad intermedia, donde es más fácil que se marquen diferencias por pilotaje. En circuitos así, con el trabajo de la telemetría, acaba dependiendo más de los pilotos para encontrar el momento adecuado de dar la vuelta que de diferencias que puedan marcarse por conducción. Esta característica del circuito emiratí, donde es clave la buena motricidad a la salida de las curvas y un buen equilibrio aerodinámico para las frenadas, provoca un gran desgaste de los neumáticos delanteros y, por esa razón, es importante el contar con esos dos juegos nuevos de neumáticos duros que señalaba el propio Fernando.

Alpine, cuenta con un colchón de 19 puntos sobre McLaren lo que salvo catástrofe asegura mantener la cuarta plaza en el mundial de constructores. Ahora bien, los coches de color papaya se mostraron tan competitivos o más que los franceses, por lo que bajo ningún concepto pueden chocarse Esteban Ocon con Fernando Alonso ni tampoco retirarse. El francés clasificó octavo aventajando en dos décimas al español, pero ir más que previsiblemente a estrategias diferentes evitará roces en pista.

"Guardaespaldas de Vettel"

Entre los dos pilotos de Alpine además partirá Sebastian Vettel, que hizo una excelente clasificación en su último Gran Premio. Alonso se adelantó en asegurar ,medio en broma, medio en serio, que hará de 'guardaespaldas' para que el alemán pueda despedirse de la Fórmula 1 sin incidentes absurdos en los primeros compases de carrera. "Estoy feliz por él, - admitió Fernando-, queremos un fin de semana tranquilo para él. Mañana saldrá noveno y yo décimo, así que lo cuidaré al principio y en la primera vuelta. Espero que ambos veamos la bandera a cuadros".

Respecto a sus posibilidades para la carrera, así de optimista se mostraba el de Oviedo: "Sabemos que será difícil adelantar mañana, pero haremos todo lo posible para divertirnos y ganar algunos lugares. Tenemos una estrategia diferente que la del resto de equipos y espero que podamos aprovecharla en nuestro beneficio. Acabar séptimo u octavo, que es nuestra posición natural, es el objetivo. Como he dicho, Es la última vez que me subiré al coche con Alpine, así que buscaré aprovechar al máximo la carrera mañana y espero terminar en lo más alto con el equipo".