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El día que un español reventó la puerta de Ron Dennis (y no fue Fernando Alonso...)
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La vivencia de joan Villadelprat en McLaren

El día que un español reventó la puerta de Ron Dennis (y no fue Fernando Alonso...)

En esta segunda entrega, Joan Villadelprat relata su singular relación con Ron Dennis, con quien llegó junto hasta la Fórmula 1, y el especial vínculo que les unía desde el principio

Foto: Joan Villadelprat, con Niki Lauda en los tiempos de McLaren. (@JVilladelpratF1)
Joan Villadelprat, con Niki Lauda en los tiempos de McLaren. (@JVilladelpratF1)

¿Quién pudo ser capaz de pegar un portazo al despacho de Ron Dennis y hacer saltar por los aires su puerta de cristal? ¿Y que luego recibiera una llamada del propio Dennis, tres días después, para ofrecerle sus propios abogados para que no se la ‘metieran doblada’ en su nuevo trabajo dentro de la Fórmula 1 en Ferrari?

Joan Villadelprat almacena una inmensa experiencia en la Fórmula 1 con los mejores equipos de su historia, y en momentos importantes de todos ellos. Llegó con el propio Ron Dennis a McLaren, con quien compartió el crecimiento del equipo en los años ochenta antes de ser fichado por Ferrari a partir de 1988. Villadelprat relata desde cómo se conocieron hasta su despedida a través de una especial relación. Todo empezó con un corte de pelo radical.

"Tu imagen no encaja en mi equipo"

Apasionado de las carreras y de la competición, Villadelprat había sido en los setenta el jefe de mecánicos del equipo español de Fórmula 3. Emigrante en Gran Bretaña, quería trabajar en el uno de los mejores equipos del momento en la Fórmula 3, el Projet Four, propiedad de Ron Dennis, cuando este no había tomado el control de McLaren. “Fui a su oficina once veces a pedirle trabajo. Yo, allí, con mi melena. Me decía “vuelve mañana”, pero nada. Yo quería entrar allí, y me estudié en ingles todas las formas de decirle que me cogiera, “y no me pagues”. Entonces, me estudié todas las respuestas que pudiera darme. Un día que le vuelvo a pedir trabajo por enésima vez, me miró, y me dió una respuesta que me costó entender, pero al final la pillé. “Es que tu imagen no encaja en la de mi equipo”. Entonces entendí que era por el pelo largo. Y le digo: “Dame veinte minutos”. Y volví pelado. Entonces me dice: “Empieza mañana”. Que me cortara el pelo no lo había conseguido ni mi padre”.

Foto: El Ferrari de 1988 pilotado por Gerhard Berger. (Imago)

Pero no todo iba a ser de color de rosa. Al menos, en los primeros tiempos. “Me dijo, vale, pero te quedas a trabajar aquí a limpiar el suelo cuando los demás se vayan al pub". Le digo: “Lo que haga falta”. Y así comenzó a forjarse una relación singular entre ambos. “Él se quedaba hasta tarde trabajando, y yo estaba con la maquinita limpiando arriba y abajo, por todos lados. Entonces bajaba y me decía, "te lo hago hacer porque yo lo he hecho muchas veces antes". Y cogía la maquinita de limpiar. Esto fue creando la relación de -un inglés y un español- con dos mentalidades y dos culturas diferentes. Y nos fuimos haciendo amigos. Cuando murió Projet Four porque se unió a McLaren había 47 personas. Solo se llevó a ocho, los demás los echó a la calle. Y uno de los que se llevó fui yo".

placeholder Joan Villadelprat en su despacho de Barcelona. (@JVilladelpratF1)
Joan Villadelprat en su despacho de Barcelona. (@JVilladelpratF1)

El carnet de la universidad

Villadelprat ya estaba en la Fórmula 1. Como el propio Ron Dennis. Pero aquel no tenía permiso de trabajo para hacer su función. La historia también la cuenta el catalán entre carcajadas. “El me consiguió el permiso de trabajo. Yo estaba trabajando ilegal en Inglaterra. Me iba organizando con unos amigos, que me metieron en una universidad y me sacaron un carnet de quinto de físicas -que aún conservo-. Aquel papel se lo di a Ron, que lo presentó en el organismo oficial correspondiente. Al final me dieron el permiso para trabajar. Y Ron declaró que yo era un técnico especialista en fibra de carbono, porque iba a crear un departamento especializado. Era verdad, porque McLaren fue el primer equipo que creo un monoplaza de fibra de carbono, el de John Barnard. Pero él vendió que se iba a crear un departamento de veinticinco personas que iba a liderar yo. Y con esto logré la posibilidad de trabajar en Inglaterra”. (risas)

McLaren comenzó a ganar en la Fórmula 1 desde 1981, y luego con los títulos de Niki Lauda y Alain Prost. De estar a punto de desaparecer se convirtió en un equipo puntero. Desde su posición, Dennis y Villadelprat crecieron juntos. “Había una reacción muy fuerte con Ron, y él conocía mis ganas de crecer. Yo no tenía a nadie en Inglaterra, no tenía ni amigos ni novia, ni nada, y lo único que hacía era trabajar”. En principio, Villadeprat fue destinado al básico túnel de viento. “Hasta tenía las llaves de la fábrica, me iba a casa, cenaba, volvía a las once, y seguía trabajando solo en el túnel hasta las dos o las tres de la mañana".

Y la puerta de cristal explotó

Pero Joan Villadelprat quería acción, y le pidió a Ron Dennis formar parte del equipo de grandes premios. “Me nombró mecánico número uno del muleto (coche de reserva) de Prost. En muchas ocasiones, se daba una vuelta con el de carreras, y luego se montaba en el mío. Ganó nueve carreras con el muleto. “Ron me había prometido que seria numero uno de mecánicos, pero estaba Dave Ryan, y ahí no había manera. Con quien tenía discrepanacias fuertes de carácter, hasta un día casi nos damos de hostias". El prestigio del catalán en McLaren era tal que, cuando Enzo Ferrari fichó a Barnard para que diseñara sus monoplazas, le ofreció a Villadelprat el puesto de jefe de mecánicos en Ferrari. Como para decir que no. Pero antes había que comunicárselo a Ron Dennis. Con semejante relación personal, ¿cómo decírselo? ¿Cuál sería su reacción? “Me voy a la oficina de Ron. Entro, y me dice: "tranquilo, ya sé a qué vienes, este año vas a ser jefe de mecánicos…" Y le digo, “No, este año no lo voy a ser”. ¿Cómo que nó? ¿No querías ser jefe de mecánicos? “Me voy” ¿Cómo que te vas? Me voy a Ferrari de jefe de mecánicos. Le explotó la cabeza. Me dijo de todo, “traidor, que habíamos crecido juntos…”. Total, me pillé tal cabreo, que al salir del despacho, pegué tal portazo que, como era de vidrio, explotó la puerta. La secretaria alucinaba”.

placeholder Michael Schumacher con Villadelprat. (@JVilladelpratF1)
Michael Schumacher con Villadelprat. (@JVilladelpratF1)

Durante unos días no volvieron a hablar, y Villadelprat comenzó a preparar sus cosas para mudarse a Italia. “Al cabo de tres días me llama. “¿Qué haces?”, “embalando”, “Hombre no puede ser que quedemos así, hemos sido amigos hasta ahora. Ven a mi despacho”. Fui, y solo le faltó ponerme la alfombra roja. Me senté con él y estuvimos una hora y media hablando. Intentó que no me hicieran daño en Ferrari, me decía “esta es tu casa para siempre”. Pero lo más bonito de todo fue cuando me dijo: “Déjame que te ayude. Y me dijo que ponía a su despacho de abogados a trabajar para que me hicieran el contrato y no me jodieran en Ferrari. Ese era Ron Dennis”. Pero la relación entre ambos no terminó allí.

El apretón de manos como contrato

Villadelprat emigró a Ferrari. Cuando John Barnard fue fichado por Benetton, el ingeniero británico le ofreció que le acompañara. “Pero también yo quería crecer no siempre a la sombra de Barnard, y llegó otra oferta de Ron Dennis”. No para volver a McLaren, sino para ser director deportivo de Tyrrell. “En aquellos momentos, Ron negociaba con el equipo Tyrrell, que llevaba el motor Honda, y tenía Ron el 30 % del propio equipo. Me dijo: "Quiero que vayas a Tyrrell, que seas el' team manager', que seas mis ojos, y que reorganices esta historia. Te doy el 10 % y yo me quedo con el 20. El valor es este. Nos dimos un apretón de manos como contrato”.

Foto: Feliciano López celebra el paso de España a la final de la Copa Davis. (EFE)

“Aquel año en Tyrrel fue el famoso año de Alesi, que hasta se peleó con Senna en Phoenix. Al final de año me había calentado, habíamos quedado quintos con un equipo pequeño. Al año siguiente Honda nos iban a dar el V10 que había usado hasta el momento McLaren, íbamos a tener un gran motor. Si hicimos quintos con 140 tíos, con Honda hacemos lo que haga falta, pensaba”, recuerda Villadelprat, en un momento clave para aquel equipo histórico. “Pero Ken Tyrrell no quería hacer nada más y su hijo era bastante inútil. No querían apostar. Y yo, como joven con mucha mala hostia, le llamé a Ron le dije que hiciera algo, porque si no, seríamos solo un número, y los dos queríamos ganar. Él lo intentó, pero no lo consiguió. Entonces me llamó y me dice. Hay dos opciones, y una de ellas es irnos. Al final, yo me marché de Tyrrell y Ron Dennis se deshizo de su participación en Tyrrell. Y un día, sin decirme nada, en mi cuenta corriente apareció el dinero correspondiente al 10 %. Sin contrato. Sin papeles".

"Había una relación fuerte con Ron, hasta personal. Para mí era dios, quería emularle. Era mi mentor en muchas cosas. Me sacó de ser un mecánico. El también lo había sido, pero no le gustaba sus orígenes, a mí no me importaba", remata Joan Villadelprat. "Para mí, aparte de mi hermano mayor, Ron Dennis fue una persona que admiro y que me abrió las puertas en todos lados, pero uno tenía que crecer”. Y vaya se creció. Luego tocaría trabajar con Briatore. Pero esta es otra historia. Con los ajos…

¿Quién pudo ser capaz de pegar un portazo al despacho de Ron Dennis y hacer saltar por los aires su puerta de cristal? ¿Y que luego recibiera una llamada del propio Dennis, tres días después, para ofrecerle sus propios abogados para que no se la ‘metieran doblada’ en su nuevo trabajo dentro de la Fórmula 1 en Ferrari?

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