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La guardia baja de Fernando Alonso y su teléfono móvil hecho polvo
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LAS CHARLAS DIARIAS EN INSTAGRAM

La guardia baja de Fernando Alonso y su teléfono móvil hecho polvo

Las conversaciones de Fernando Alonso estos días con invitados, amigos y aficionados están ofreciendo otra cara de su personalidad, más protegida durante su carrera deportiva

Foto: Fernando Alonso comparte su confinamiento día a día por Instagram. (Fernando Alonso)
Fernando Alonso comparte su confinamiento día a día por Instagram. (Fernando Alonso)

24 Horas de Le Mans de 2017. Quien les escribe estaba sentado junto a Fernando Alonso, listo para llevar a cabo una entrevista televisiva para 'Eurosport', el día antes de comenzar la carrera. Mientras el equipo de producción preparaba todo el montaje, Alonso sacó su teléfono móvil del bolsillo para responder un mensaje. La pantalla del aparato era prácticamente ilegible, fragmentada de tan rota como estaba. Sonriendo por dentro, nos vino entonces a la cabeza aquel ejemplo que Flavio Britatore utilizó hace bastantes años para definir al piloto español. Más o menos, vino a decir algo así. “Fernando es un tipo de lo más normal, tiene todo el dinero del mundo, y va con un teléfono móvil que es un zapato”.

En estos tiempos de cuarentena por coronavirus que tantos esquemas están rompiendo, Alonso mantiene todos los días una charla a través de Instagram con amigos y aficionados. Y quienes la sigan, tendrán ahora la oportunidad de conocer a la figura pública pero ahora con la guardia más baja, sin aquella máscara exigida a un piloto de Fórmula 1 que responde a la presión de un paddock y un oficio que exprime y monitoriza cada palabra, gesto y movimiento.

Foto: El exazulgrana Xavi Hernández, es el actual entrenador del equipo catarí Al-Sadd Sports Club. (EFE)

"Al baño, como tú y yo"

Siempre se ha dicho que coexisten dos Fernando Alonso en uno. Por un lado, ese rottweiler de las carreras al que se refería recientemente el propio Briatore. Por otro, el personaje público, fundido casi siempre con aquel. Una moneda con dos caras. Pero también convive ese Fernando Alonso que anda por la calle -no estos días, obviamente- como cualquier ser humano. Ese individuo normal al que nuestro añorado Paco Costas se refería cuando hablaba de Ayrton Senna o Alain Prost en sus años de rivalidad brutal: “No te olvides que van al baño como tú y como yo”.

Desde su llegada a la Fórmula 1 y el tsunami de una brutal popularidad global, a Fernando Alonso quizás le jugara en contra una característica intrínseca de su personalidad, más acusada cuanto más joven. El famoso analista y psiquiatra Carl Jung, una de las figuras más eminentes en el estudio de la psique humana, popularizó el concepto de extroversión e introversión como actitudes típicas dominantes de nuestra psique. NInguna es mejor que la otra. Todos nos inclinamos preferentemente hacia una u otra, aunque ocasiones oscilamos también entre ambas dependiendo del sujeto. En quienes domina la primera, dejan fluir su energía psíquica hacia las esferas exteriores de la vida, experimentando las incursiones del mundo interno como una molestia para la conciencia. El introvertido se siente más atraído hacia el mundo interno, mientras que el exterior se considera una intrusión en la conciencia. La realidad hay que lidiarla, pero no resulta tan natural.

Introversión y timidez

A riesgo del cachete en la mano de los especialistas, Fernando Alonso pertenecería al mundo de los introvertidos. Súmele a ello una proverbial timidez singularmente acusada en los inicios de su carrera en la Fórmula 1, timidez que ocasionalmente todavía delatan ciertos tics de su lenguaje corporal. Ante semejantre contextura personal quizás muchos comprendan mejor sus reacciones, esa hosquedad que provocaba rechazo en muchos durante estos años. Se trataba de autodefensa. A aquel Fernando Alonso íntimo e introvertido parecía costarle ingentes esfuerzos defenderse de esa avalancha brutal por convertirse en el mejor piloto de su generación con veintipocos años. Los tiempos iniciales de Renault propiciaron numerosos ejemplos ante los medios de comunicación.

Alonso comprendió rápidamente las exigencias profesionales y emocionales de la Formula 1, del 'Club de la Piraña'. Se dotó con las armas necesarias para interactuar en un mundo donde te entra el puñal a la mínima fisura de debilidad. Ese bagaje de armamento ya es conocido. En las ruedas de prensa, en las declaraciones a los medios, en el duro lenguaje que utilizaba en la radio con sus ingenieros... En su forma directa y clara de hablar propia de esa personalidad binaria “solo ceros, solo unos", sin grises, que le distingue. Pero quién le haya seguido durante estos años también habrá percibido ocasiones en la que inesperadamente bajaba la guardia y surgía una mirada que no correspondía a ese armazón emocional que suele llevar puesto: una mirada hasta, casi casi, infantil. Sin defensas. Por ahí se escapaba otro Fernando Alonso.

Con la guardia baja en Instragram

Todo lo anterior -una interpretación subjetiva del personaje y la persona- para recordar que esa mirada es más habitual estos días de conexión a través de Instagram con sus seguidores y amigos. Con la guardia baja, encerrado en casa, sin ver a los suyos, sin medios de comunicación, sin objetivos profesionales inmediatos. Sin esa férrea armadura de tantos años de carreras, circuitos y presión mediática. “¿Lo que más extraño de mi profesión, de las carreras, en la cuarentena?", le preguntaba este domingo un seguidor, “nada en concreto, de hecho, las cosas que más me venían a la cabeza, lo que más echaba de menos era ver a mis amigos o a mi familia, por darles un abrazo, cenar juntos, compartir momentos, o sea, las cosas más básicas que quizás no valorabas otros días. Y también, no sé por qué, jugar al fútbol, me apetece mucho quedar con mis amigos y jugar al futbol. De momento, nada relacionado con las carreras”. Más que de un actor parece alguien realmente sincero. Y así, pidiendo recomendaciones de películas, impotente ante la falta de control de sus declaraciones sobre la epidemia del Covid-19, chapurreando francés, o hablando con sus amigos y los aficionados, es más frecuente estos días la otra mirada de Fernando Alonso.

24 Horas de Le Mans de 2017. Quien les escribe estaba sentado junto a Fernando Alonso, listo para llevar a cabo una entrevista televisiva para 'Eurosport', el día antes de comenzar la carrera. Mientras el equipo de producción preparaba todo el montaje, Alonso sacó su teléfono móvil del bolsillo para responder un mensaje. La pantalla del aparato era prácticamente ilegible, fragmentada de tan rota como estaba. Sonriendo por dentro, nos vino entonces a la cabeza aquel ejemplo que Flavio Britatore utilizó hace bastantes años para definir al piloto español. Más o menos, vino a decir algo así. “Fernando es un tipo de lo más normal, tiene todo el dinero del mundo, y va con un teléfono móvil que es un zapato”.

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