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Cómo Netflix da brillo a Carlos Sainz o saca punta a un Lewis Hamilton hundido
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LA Fórmula 1 ENTRE BASTIDORES

Cómo Netflix da brillo a Carlos Sainz o saca punta a un Lewis Hamilton hundido

El 28 de febrero llega la segunda temporada de 'Drive to Survive' cuyo éxito de la primera edición hicieron reconsiderar a Ferrari y Mercedes en 2019 su negativa inicial a participar

Foto: Lewis Hamilton y Carlos Sainz en Australia del año pasado. (EFE)
Lewis Hamilton y Carlos Sainz en Australia del año pasado. (EFE)

Valdría la pena organizar un Campeonato del Mundo de Fórmula 1, dar la vuelta al globo a través de veinte grandes premios, solo como excusa instrumental para disfrutar con el contenido de ‘Drive to Survive’, la serie de Netflix que el 28 de febrero estrenará su segunda temporada. La Fórmula 1 en todas sus dimensiones. Ahora, con la incorporación de Mercedes y Ferrari, y de un Lewis Hamilton como pocas veces se le ha visto. O a un Guenther Steiner al que nunca se le agotará el repertorio de tacos.

La Fórmula 1 entre bastidores. Todo un año con las cámaras y los micrófonos pegados a los protagonistas. Tensión, adrenalina, lucha de egos, miedo al fracaso, gloria y decepción. Aquello que un aficionado pagaría por ver a través de una cámara oculta, experiencias reales que dejan con la boca abierta al profano, a quien va dirigida fundamentalmente la serie. Pocos entornos tan brutalmente competitivos, intensos, crueles y generosos, superficiales y profundos, de inteligencia extrema y banalidad absoluta, donde la vida transcurre a tanta velocidad que los monoplazas en la pista.

Liberty no solo ha convertido la Fórmula 1 en la disciplina deportiva de mayor crecimiento en las redes sociales. Frente al régimen de exclusividad y restricción de contenidos implantado durante décadas por Bernie Ecclestone, la apertura del grupo americano ha permitido que el factor humano se convierta en gran protagonista, propiciando con Drive to Survive el acceso directo a los protagonistas. Uno de ellos, con papel estelar en esta ediciòn, el propio Carlos Sainz. Llega de nuevo el 'Gran Hermano' de la Fórmula 1.

La cicuta y la estocada

Ver a Christian Horner henchido de satisfacción y soberbia en la rueda de prensa posterior al anuncio de que Red Bull abandonaba Renault para asociarse a Honda maridaba increíblemente con la cicuta que intentaba digerir Cyril Abiteboul al otro lado de la mesa. En el episodio apropiadamente titulado “El Arte de la Guerra”, la pugna personal y empresarial entre ambos alcanzaba el mayor paroxismo cuando en Spa, también en rueda de prensa, el francés retorcía con sañuda satisfacción la estocada en el corazón de Horner tras arrebatarle a un Daniel Ricciardo que el británico había considerado todo suyo. Era su turno para digerir la amarga bilis. No se trataba de actores, sino de una extraordinaria escenificación de las más elementales pasiones humanas. La segunda temporada promete incluso más.

Coincidían Carlos Sainz y Lando Norris en la presentación de esta segunda parte de la saga cuando les preguntaban qué capítulo esperaban con más devoción. Ambos señalaron el dedicado a Mercedes, que por primera vez accedió a que Netflix siguiera a sus hombres en el Gran Premio de Alemania, precisamente en el 125 aniversario de su presencia en la competición automovilística. No pudieron tener más suerte en una de las peores carreras para el equipo alemán en los últimos años. Y si las imágenes de Lewis Hamilton tras la carrera se corresponden con el anticipo adelantado, los pilotos de McLaren aciertan en la espera.

El camarote de los hermanos Haas

Con entrevistas con los protagonistas y fragmentos reales fuera y dentro de la pista, 'Drive to Survive' trata de la vida interior de la Fórmula 1. En esta nueva temporada, Guenther Steiner -Oscar al mejor actor revelación de la primera- y sus pilotos elevan hasta cotas extraordinarias la tensión emocional del pasado año, el sufrimiento de un equipo que se despeña técnicamente entre las pifias de Grosjean y Magnussen. Todo apunta a que Steiner será otra de las estrellas de la temporada 2019. Su equipo ofreció todos los argumentos para ello.

Tal fue el éxito de la primera temporada que en Ferrari también tuvieron que tragarse su hermetismo elitista. “Con la llegada de Liberty, una compañía americana, quieren cooperación, y desde esta perspectiva, han hecho un gran trabajo”, admitía el Ceo de Ferrari, Louis Camillieri, “han aprendido, están llegando, y han tomado decisiones inteligentes. Un ejemplo es Netflix. Mucha gente tenía cero interés en la Fórmula 1, pero a resultado de “Drive to Survive” han sido atraídos hacia el deporte. Ha sido una gran jugada”. Tanto, que Mercedes y Ferrari accedieron a participar en la segunda temporada, aunque solo en un gran premio. Estados Unidos, en el caso del equipo italiano.

Foto: Relación causa efecto o no, Ferrari dejó de ganar desde las reclamaciones a la FIA de sus rivales desde el GP de EEUU. (EFE)

El protagonismo de Sainz

Camillieri apuntaba al gran éxito de la serie de Netflix, el interés en el factor humano tras la fachada glamurosa de la Fórmula 1. Veremos a un Nico Hulkenberg harto de las cámaras que le seguían, contestando con la ‘higa’ a las preguntas de los periodistas que escarbaban en su lenta agonía en la Fórmula 1. O a un Daniel Ricciardo sufriendo una temporada decepcionante con Carlos Sainz como paradójico contrapunto de éxito tras perder su puesto en Renault a manos del australiano. El español fue uno de los pilotos más seguidos por las cámaras de la serie, y apunta a gran protagonista en esta edición, podio incluído. Si en 2019 la percepción de Sainz en la Fórmula 1 cambió, la serie de Netflix terminará de reforzar su imagen. Para los protagonistas no será desdeñable el perfil que de ellos arroje la serie en cada caso. Para lo bueno y lo malo.

Pilotos famosos que parecen peleles en manos de sus jefes, conversaciones aceradas entre protagonistas, cómo en el seno de Ferrari se instruía a Vettel y Leclerc para controlar ante la opinión pública su duelo, el miedo al fracaso y a perder su posición de un jefe de equipo, el temor ante la perspectiva de liquidar el legado de histórico de Williams por parte de la hija de su fundador, la montaña rusa vivida por Pierre Gasly, la primera victoria de Honda en el seno de Red Bull, la estupidez de individuos aparentemente inteligentes, los errores absurdos y las increíbles victorias e infinidad de momentos desconocidos para el aficionado y profano. ”La Fórmula 1 es presión”. Así arranca el ‘clip’ promocional, y uno de los capítulos de la serie. En definitiva, la naturaleza humana tensada y vivida al límite de sus emociones y pasiones. “Cualquier cosa puede ocurrir”. Eso es “Drive to survive’. Así es la Fórmula 1.

Valdría la pena organizar un Campeonato del Mundo de Fórmula 1, dar la vuelta al globo a través de veinte grandes premios, solo como excusa instrumental para disfrutar con el contenido de ‘Drive to Survive’, la serie de Netflix que el 28 de febrero estrenará su segunda temporada. La Fórmula 1 en todas sus dimensiones. Ahora, con la incorporación de Mercedes y Ferrari, y de un Lewis Hamilton como pocas veces se le ha visto. O a un Guenther Steiner al que nunca se le agotará el repertorio de tacos.

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