'Fast Fucking Fernando'. La otra vida como piloto de Alonso en Estados Unidos

“Los aficionados me piden que te pregunte cómo está el tema del cinturón de seguridad…¿Qué tal va la cosa?”. Marshall Pruett, uno de los más populares periodistas americanos de las carreras, bromeaba con Fernando Alonso sobre el ‘problema’ de los primeros entrenamientos de enero. "Está completamente OK", respondía el español entre risas. “Tenemos el arreglo perfecto, creo que podré hacer las 24 horas con la misma voz. Y si la voz sube, tendremos que soltar un poco el cinturón de seguridad".

Tras su participación en las 500 Millas de Indianápolis, ahora conviven dos Alonso en el terreno deportivo y quizás también en el personal. Al menos de cara al exterior y hacia los aficionados. Por un lado está aquel que vive bajo la tensión permanente de la Fórmula 1, y por otro el más lúdico y abierto que se percibe cuando compite en Estados Unidos. Desde este lunes, esa cara se podrá ver más veces ya que acaba de confirmar que participará en el WEC (menos la carrera de Japón), el campeonato de resistencia en el que se incluyen las 24 horas de Le Mans.

“El ambiente en las 500 Millas y el las 24 Horas de Daytona es parecido en el sentido de que todo el mundo se siente contento de estar aquí, hay un espíritu de fiesta. Todos somos competitivos y queremos ganar, pero a la vez sabemos que es una carrera para respetarnos todos. Cuanto mejores son los rivales, más feliz compites". Relajado, consciente de una popularidad creciente entre los aficionados americanos que disfruta alimentando, el español está ofreciendo un perfil humano con más matices.

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"Esto ha cambiado desde Indianápolis"

La visita a Daytona ha cimentado un poco más esa popularidad creciente. "Solía venir de vacaciones a Estados Unidos porque nadie me conocía, pero eso ha cambiado un poco desde Indianápolis”, explicaba Alonso al veterano periodista Nigel Roebuck. “Es cierto que me gusta correr aquí, porque tienen un enfoque diferente. Hay la misma pasión que en Europa por las carreras, pero aquí todo el mundo es mucho más abierto”. Cenas, actos públicos, entrevistas con grandes figuras del automovilismo americano, firma de autógrafos… Que Alonso disfruta en Estados Unidos es bien patente. “Aunque eres un profesional, la gente nota en ti esta pasión extra por hacer algo nuevo”, le decía Pruett. “Sí, y es auténtica. Estoy contento de estar aquí, mi amor por las carreras es enorme y estoy siempre cada fin de semana detrás de un volante, aunque ahora sea más público porque corremos en sitios icónicos” respondía Alonso. "Es algo que recibo de los aficionados y de todo el mundo de las carreras".

Por ejemplo, el miércoles anterior a la prueba Alonso estuvo presente en la cena del Road Racer Club, que reunía grandes figuras del automovilismo americano. “Es la primera vez que conozco personalmente a estos grandes nombres que son conocidos en Europa, pero aquí la atmósfera es incluso mejor, porque todo el mundo se aprecia", explicaba Alonso. "Al final sientes el respeto entre todos, todos intentaban decirme cómo respetan mi trabajo y siguen mi carrera. Me sorprendo, estoy muy honrado de que estos grandes nombres del mundo del motor respeten lo que hago, y a mí me ocurre lo mismo con ellos".

"Mi momento de aficionado para mí solo"

De hecho, su popularidad habrá crecido indudablemente entre el público americano por el contacto estos días pasados con grandes estrellas de la Nascar americana, el campeonato más popular en Estados Unidos. “¿Qué estás haciendo aquí?”, le preguntaba a Alonso un sorprendido Jimmie Johnson, el piloto con más títulos (7) en la historia de la Nascar junto con Dale Earnhardt y Richard Petty, auténticas leyendas en Estados Unidos. Fue un encuentro casual cuando Alonso viajó a Carolina del Norte para la presentación de la Nascar. Johnson llegó a tuitear una foto de ambos con un singular mensaje: “Ha molado mucho tener mi momento de aficionado para mí solo”. “Igual para mí. Te veo pronto”, le respondía el español.

De alguna manera, ambos se profesaban admiración mutua sin conocerse. “La primera vez que escuché su nombre fue probablemente en 2003, en un juego de vídeo de la Nascar”, contó luego Alonso a los medios. “Solía elegirle por el coche, aunque no le conocía. Recuerdo jugando con un amigo mío, a él le gustaba una compañía de chocolates cuyo nombre no diré, y yo elegía el coche de Jimmie. Luego, se ha convertido en una leyenda de nuestro deporte”. El piloto americano tiene en Twitter 2,6 millones de seguidores, 100.000 más que el piloto español. Una gran promoción para el mercado americano.

"Las tres F"

Alonso también compartió unos minutos en el canal Fox con otro ídolo automovilístico americano, Jeff Gordon, cuatro veces ganador de la Nascar. La introducción al público generalista americano a través de semejantes figuras aseguraba una gran exposición mediática a Alonso. “Sé que mucha gente está emocionada de verte aquí”, le decía el piloto americano, quien también llegó a probar un Fórmula 1 y compartía su experiencia con Alonso. “Para alguien que no está retirado aún como piloto y ha seguido tu carrera, me encanta que seas un campeón de Fórmula 1 y pruebes otras disciplinas y disfrutes", le comentaba en antena Gordon. "Es muy divertido de ver. Para mí, se trata de la pasión por pilotar, y está claro que tú sientes una gran pasión”.

Para acabar la entrevista, Pruett le preguntaba a Alonso por los sobrenombres que le habían puesto durante su carrera. El piloto español explicó algunos: “Al principio me llamaban Nano; Webber me llamaba Fons…”. “Bueno, si te parece, yo te pondré 'Fast Fucking Fernando', las tres F” (algo así como “el jodid… rápido Fernando). “Muy bien, respondió el piloto español, me las pondré en el casco, y cuando la gente me pregunte qué significan, diré cosas diferentes cada vez".