El calvario de Alonso en Daytona: "Fue una carrera por desgracia llena de percances"

“Contento, muy cansado, he estado conduciendo ocho horas o un poco más… Así que bueno, los músculos entumecidos… Fue una carrera por desgracia un poco llena de percances y problemas que nos hicieron perder muchos minutos, pero contento de la experiencia, de conducir muchas horas, de luchar y sentirnos competitivos siempre que estábamos en la pista Y ahora, acabar esta primera experiencia en resistencia, a ponerla en práctica para el futuro. Nos vemos muy pronto en la pretemporada de Fórmula 1, que está a punto de comenzar”. Fueron las primeras palabras de Fernando Alonso tras terminar su último relevo en las 24 Horas de Daytona.

A pesar de la satisfacción por la primera experiencia en las carreras de resistencia, la carrera americana fue un calvario para Fernando Alonso y sus compañeros de United Autosports (Lando Norris y Phil Hanson) quienes perdieron casi una hora en boxes por problemas recurrentes con los frenos en diferentes fases de la prueba. Sin embargo, el segundo coche del equipo terminó en una magnífica cuarta posición, y rodaba siempre tras el coche número 23 hasta que se iniciaron sus problemas mecánicos.

Antonio Garcia fue el mejor entre los cuatro pilotos españoles, ya que subió al podio en la categoría GTLM con su Corvette por detrás de los dos Ford, que lograron el doblete. La carrera también ofreció otro buen cúmulo de problemas al resto de los pilotos españoles, ya que tanto Dani Juncadella como Miguel Molina sufrieron diferentes problemas que les alejaron de los puestos de cabeza. La victoria fue para el equipo Action Express, con el Cadillac y Joao Barbosa, Christian Fittipaldi y Filipe Alburquerque a bordo.

Un buen comienzo de carrera

Las 24 Horas de Daytona comenzaron de manera esperanzadora para los dos coches del equipo United Autosports. Alonso abrió la carrera en el coche número 23 y llevó a cabo un triple relevo inicial con el que logró la sexta mejor vuelta de carrera y dejaba su coche entre los diez primeros. Sin embargo, como reconocería tras bajarse de su coche, comprobó que iba a ser difícil adelantar a otros prototipos por la diferencia de prestaciones a pesar de la aplicación del BOP (sistema de equilibrado de prestaciones) por los organizdores antes de la prueba. “Parecen tener demasiada potencia en comparación a nosotros, y será una pena si estamos en condiciones de luchar a final de la carrera”, en relación a la posibilidad de rodar en la misma vuelta del líder en los compases finales de la carrera. “Pero intentaremos compensarlo con una buena estrategia”.

Que fue magnífica inicialmente, como también se comprobaría con el coche hermano del equipo, que terminó en la cuarta posición final y llegó a rodar en posiciones de podio durante la segunda mitad de la prueba. Inicialmente, los coches de United Autosports eran los últimos en parar de entre los prototipos, lo que parecía buscar el ahorro de alguna parada en boxes sobre los rivales más rápidos ante sus menores prestaciones en pista.

Tras el primer pinchazo llegaron los problemas

Tras el primer relevo de Hanson y otro magnífico de Norris sobre asfalto mojado, era de nuevo el turno del español bien entrada la noche. Alonso rodaba en torno a la sexta posición en su segundo relevo cuando llegaron los primeros problemas con los frenos. Antes, Hanson había sufrido un pinchazo que obligó a parar prematuramente en boxes y que pudo ser la causa de los problemas posteriores con el sistema de frenos. “Perdimos cuatro vueltas y se dañó el coche”, explicaría Alonso tras bajar de su segundo relevo.

En la primera reparación se perdieron veintiséis vueltas. Fue el comienzo de la casi hora completa perdida en boxes entre las tres paradas realizadas por este mismo problema. Tras la primera, el coche de Alonso se hundió en la clasificación. La segunda llegó a falta de unas cinco horas y media para terminar la carrera, en esta ocasión con Norris a los mandos. La última parada por la misma causa fue también para Alonso, a casi dos horas para terminar a prueba. El equipo tardó otros cuarenta minutos en solucionar el problema y fue Norris quien cogió el volante para volver nuevamente a boxes tras solo once giros. El británico retornó a la pista a cinco minutos de caer la bandera a cuadros para completar las 24 Horas, en la trigesimoctava posición, a noventa vueltas del líder.

Antonio García, un nuevo podio en Daytona

Antonio Garcia rodó durante casi toda la carrera en la tercera posición, a pesar de salir primero de su categoría. Pero los dos Ford GT mostraron un ritmo superior durante toda la prueba, con un medio segundo de diferencia a su favor respecto a los Corvette en la mejor vuelta de carrera de los dos coche, lo que confirmaban la superioridad y el margen que el equipo de Chip Ganassi había disfrutado durante toda la carrera.

Por su parte, Daniel Juncadella y sus compañeros también sufrieron problemas cuando luchaban por las posiciones de podio. Junto con Frinjs, Rosenqvist y Stroll, su prototipo rodaba en la cuarta posición cuando fue primero el canadiense quien sufrió un reventón que destrozó la carrocería de su Oreca. El equipo perdió media hora y a partir de aquí empezó la letanía de incidentes. Durante la noche fueron muchos los reventones y pinchazos entre los diferentes equipos, y también para el coche de Juncadella. Quizás fruto también de este incidente, al español luego se le rompería el repartidor de frenada, perdiendo casi media hora. Problemas con el fondo plano sumaron un retraso que les hundiría definitivamente en la clasificación para terminar en la decimoquinta posición final. Miguel Molina, por su parte, marchaba en primera posición de su categoría, pero sufrió un conato de incendio en los primeros compases de la carrera, lo que condicionó el resto de la prueba.