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Guía para no perderse en las 24 horas de Daytona, donde Alonso peleará por un Rolex
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la carrera con menos horas de luz

Guía para no perderse en las 24 horas de Daytona, donde Alonso peleará por un Rolex

Desde 1966, las 24 Horas de Daytona se convirtió en uno de los hitos de la resistencia, pero con su propia personalidad. El premio del Rolex al ganador se ha convertido en una gran tradición

Foto: Fernando Alonso llega a Daytona Beach, la "cuna de la velocidad". (EFE)
Fernando Alonso llega a Daytona Beach, la "cuna de la velocidad". (EFE)

En ninguna otra carrera los pilotos buscan un premio con tanto ahínco que no sea solo el trofeo del vencedor. Porque el ya legendario reloj de la marca Rolex -patrocinador de la carrera- que se entrega a los ganadores desde 1991 significa que sus receptores han triunfado en una de las carreras más famosas del mundo: las 24 Horas de Daytona, en la que debuta Fernando Alonso. De aquí también el nombre de uno de los modelos más famosos de la marca. Este jueves es la clasificación (a partir de las 22:40 horas) y el sábado la carrera (desde las 20:40 horas).

Junto con Le Mans, esta es la carrera de más larga duración más famosa del mundo. Pero con un sabor genuinamente americano, a pesar de que su fundador Bill France, quiso homologarla a nivel mundial cuando decidió por primera vez ampliar la prueba inicial de tres horas en 1962 a un día completo en 1966 para darle alcance internacional e intentar equipararla a la cita francesa. Si Fernando Alonso, Daniel Juncadella o Miguel Molina lograran la victoria en sus respectivas categorías, presumirán de reloj toda su vida. Antonio García ya lo hace.

Foto: Fernando Alonso en el circuito de Daytona Beach. (EFE)

Un circuito en un megaespacio

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Las 24 Horas se celebran en una de las instalaciones de automovilístico más grandes del mundo junto con Indianápolis, el Daytona International Motorspeedway, un gigantesco escenario donde se celebran las 500 Millas de Daytona de la Nascar, una suerte de “Superbowl” de las carreras en Estados Unidos. De hecho, en 2006 se adelantó una semana su celebración para no coincidir con el gran evento del fútbol americano.

El circuito original es un gigantesco óvalo de casi cuatro kilómetros donde se pueden llegar a acumular 125.00 espectadores. Cuenta con varios trazados diferentes, y el de las 24 Horas utiliza la pista situada en la parte interior del óvalo hasta alcanzar los 5.730 metros que incluyen uno de los gigantescos peraltes del trióvalo, lo que hace de esta carrera algo único en el panorama automovilístico.

El famoso peralte

"Impresionante, un sentimiento similar a Indianápolis, venir a un superóvalo enorme por primera vez y ver todas las gradas, las instalaciones, el tamaño de todas ello... Esto es muy grande y te da la sensación de estar en una carrera única, en un evento de deportes del motor icónico”, comentaba Alonso antes de rodar en los ROAR, entrenamientos previos para la carrera celebrados hace un par de semanas. “Las curvas y el gran peralte eran especiales, sientes la comprensión en el cuerpo, los cambios de visibilidad, porque cuando estás, digamos, en la parte normal del circuito”, explicaba tras rodar por primera vez en el peralte.

Foto: Fernando Alonso entrena en Daytona | Foto: EFE

¿Y depués de conocerlo? “En horizontal, tienes una visión desde el coche en la que ves más por delante, mientras que cuando estás en la curva peraltada solo ves los siguientes doscientos metros de la pista. Intentaba averiguar hacia dónde iba la pista. Así que fue divertido”, explicaba tras su primer contacto con la pista. “La zona de alta velocidad es increíble". Y muy peligrosa. A las altísimas velocidades en el peralte se une el tráfico de vehículos de diferentes categorías a distintas velocidades (por encima de los 100 km/h entre prototipos y GT) , sin olvidar que la adherencia no es la misma según la altura de la pendiente a la que ruede el coche, especialmente en los prototipos. La visión es la de una pista que no se curva sino que parece coger altura. Y tocar los frenos en medio del mismo es casi una sentencia de muerte.

Mucha oscuridad, y fresquito

Las 24 de Daytona también se distinguen por ser la carrera en circuito con más horas de conducción nocturna y, por ello, con bajas temperaturas durante mucho tiempo de la misma, dada la época del año. Mientras en Le Mans rondan las ocho horas, aquí se rueda por encima de las diez sin luz natural. Además, en Florida y en enero esas temperaturas no son las mismas que en las 24 Horas francesas. Ello también se aprecia en la presencia del público, porque las tribunas están vacías durante una parte importante de la carrera. Nada que ver con el impresionante aforo de unas semanas después en febrero para las 500 Millas de la Nascar.

En la noche los incidentes entre coches de diferentes categorías son tan frecuentes. En Daytona compiten 50 frente a los 60 de Le Mans, pero la pista francesa alcanza los 13,6 km frente a los 5,7 de la americana, por lo que la sensación de embotellamiento es constante en esta y más claustrofóbica para los pilotos. Por ello la gestión del tráfico es uno de los factores clave para el resultado final de la prueba.

Horarios de clasificación y carrera

Las 24 Horas de Le Mans también se concentra durante toda una semana, entre sesiones de entrenamientos, actos y tradiciones que tienen lugar en cada edición, con un ambiente in crescendo’ hasta llegar a la salida del sábado. En Daytona, sin embargo, las sesiones se dividen en dos segmentos diferentes. El primero de ellos, el denominado ROAR Before, que arrancó el pasado 6 de enero. Durante tres días de entrenamientos, equipos y pilotos tomaron contacto por primera vez con la pista. La única sesión clasificatoria sirve para posicionar en cada box a los equipos según sus resultados.

La segunda parte tienen lugar en la misma semana de la carrera. Comienza el jueves, con casi todas las sesiones concentradas en esta jornada incluyendo las clasificatorias de cada categoría, salvo una sesión de libres el viernes. La categoría de Alonso se disputa a las 22:40 horas peninsular española y finalizará 15 minutos después. Y el domingo, a las 20:40 hora peninsular española, 24 horas después de la salida quizás Alonso, Juncadella o Molina consigan llevar en su muñeca el mismo reloj Rolex que Antonio García.

En ninguna otra carrera los pilotos buscan un premio con tanto ahínco que no sea solo el trofeo del vencedor. Porque el ya legendario reloj de la marca Rolex -patrocinador de la carrera- que se entrega a los ganadores desde 1991 significa que sus receptores han triunfado en una de las carreras más famosas del mundo: las 24 Horas de Daytona, en la que debuta Fernando Alonso. De aquí también el nombre de uno de los modelos más famosos de la marca. Este jueves es la clasificación (a partir de las 22:40 horas) y el sábado la carrera (desde las 20:40 horas).

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