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Todos quieren la zapatilla de 500 euros que gana carreras (pero lee esto antes de comprarla)
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Fortalezas y debilidades

Todos quieren la zapatilla de 500 euros que gana carreras (pero lee esto antes de comprarla)

El estratosférico récord del mundo de maratón de Tigst Assefa pone el foco sobre la nueva generación de zapatillas de competición. ¿Tanto influyen? Ganancia, límites y guerra comercial en el 'running'

Foto: Tigst Assefa y sus zapatillas en la maratón de Berín. (Getty/Luciano Lima)
Tigst Assefa y sus zapatillas en la maratón de Berín. (Getty/Luciano Lima)

Dos horas, 11 minutos y 53 segundos. Cuando una llega a la meta tras pulverizar el récord del mundo femenino de maratón —¡dos minutos menos!—, puede hacer muchas cosas. Echarse a llorar y recordar a sus padres por llevarle por el camino de la excelencia, el esfuerzo y el no rendirse nunca. Dedicárselo a su país. Por poder puede hasta increpar a Luis Rubiales. ¿Por qué no?

Pero lo que hizo este domingo la etíope Tigist Assefa al ganar la maratón de Berlín fue quitarse las zapatillas y besarlas. Muack, muack. Mientras sostenía sus Adidas en el aire, quizá volvió a sorprenderle lo poco que pesaban, 138 gramos, poco más que una lata de mejillones del súper.

No es difícil imaginar que, mientras Assefa ponía el foco del récord sobre sus zapatillas, ejecutivos alemanes de Adidas hacían la ola y directivos estadounidenses de Nike pensaban inquietos: "¡Nos han robado el show!".

Adizero Adios Pro Evo 1. Podría ser el pretencioso nombre de un transbordador de Elon Musk a Marte, pero es el de la nueva zapatilla mágica de Adidas para maratonianos. Su precio es de 500 euros, el doble que modelos anteriores parecidos de Nike o Adidas. Puesta a la venta limitada este martes, la zapatilla se agotó en pocas horas. En Adidas informan: "A este producto no se le aplican descuentos ni ofertas promocionales. Lo sentimos, este artículo se ha agotado. No te lo pierdas la próxima vez".

placeholder Las nuevas zapatillas mágicas. (Adidas)
Las nuevas zapatillas mágicas. (Adidas)

No es casualidad que su lanzamiento fuera en el maratón de Berlín, esponsorizado por la marca alemana y territorio habitual de récords mundiales. Nike, de hecho, también tenía grandes planes para Berlín: el keniano Eliud Kipchoge, leyenda viva de los 42 kilómetros y 195 metros, estrenaba igualmente zapatillas voladoras. Kipchoge ganó la prueba, pero no batió su marca mundial. Adidas se llevó esta vez el gato al agua.

O la maratón de Berlín como enésimo frente entre los dos grandes de la ropa deportiva mundial, Nike y Adidas, lucha que va de las grandes competiciones deportivas a las oficinas y colegios de su ciudad más cercana, de las estrellas del deporte al fulano anónimo que observa asombrado cómo la ropa de sport coloniza los lugares más insospechados de la existencia.

¿Significa todo esto que hasta un oficinista de Azca con sobrepeso volaría con las nuevas Adidas? Obviamente, no, Kipchoge y Assefa son superdotados que correrían muchísimo hasta descalzos, pero las zapatillas ayudan.

La espuma de los días

Centrémonos en la zapatilla voladora de Adidas y en sus efectos sobre el deporte mundial, pero también sobre los aficionados al running.

¿Qué sabemos de la Adizero Adios Pro Evo 1?

Además de pesar un 40% menos que modelos anteriores, otra clave de la nueva zapatilla es la espuma: Adidas presume de haber aumentado la energía y reducido el peso sin burlar las normas. La nueva espuma tiene 39 milímetros, uno por debajo de lo permitido por la normativa internacional de atletismo.

placeholder Tigist Assefa en Berlín. (Reuters/Annegret Hilse)
Tigist Assefa en Berlín. (Reuters/Annegret Hilse)

La suela, por su parte, se ha reducido a la mínima expresión, en lo que podría interpretarse como un aviso involuntario para aficionados: "Es pura espuma directamente en contacto con el asfalto. Esto te pone un poco en alerta, veremos cuál será la durabilidad con el paso de los kilómetros. Está claro que a Adidas le importa poco la vida útil de las zapatillas, están hechas por y para lo importante, o sea, para el gran objetivo que tengamos en mente en el año o en los próximos meses", cuentan en el pódcast Diario Runner.

En otras palabras: para petarlo en una carrera.

El hype

El boom de las zapatillas de nueva generación llegó hace media década con las Nike Vaporfly, modelo cero de una innovación tecnológica, las placas de fibra de carbono. Fue un antes y un después. Luego llegaron las evoluciones. La batalla se centra ahora, como vemos con el nuevo modelo de Adidas, en las espumas o geles (que impulsan el rebote del pie en asfalto o tartán, lo que en el mundillo se conoce como el retorno de la energía). Para entendernos: el impacto del pie en el suelo lo sufren la zapatilla y el corredor. Se trata de minimizar el desgaste físico y optimizar el efecto rebote/impulso.

La primera generación de zapatillas mágicas llegó a las pruebas de ruta (maratones y otras) hacia 2017/8. Dos años después, en los Juegos Olímpicos de Tokio, empezaron a verse en las pistas. Este verano hemos visto muchos récords del mundo en pista de media y larga distancia —la keniana Faith Kipyegon, por ejemplo, batió los de 1.500 y 5.000 (este último, por cierto, le duró poco, el frenesí de registros tremendos es constante)—.

La pregunta del millón es ¿cuánto han mejorado las marcas desde que llegaron las zapatillas voladoras? Bastante, según estudios recogidos en la web Runnea: si eres aficionado y corres los 10.000 metros en 50 minutos, descontarías un minuto y 39 segundos a tu marca. Si haces la maratón en tres horas 30 minutos, la reducirás siete minutos.

Hablamos con tres expertos sobre el récord de Assefa y sobre las fortalezas y debilidades de las zapatillas mágicas: Jordan Santos-Concejero, doctor en Fisiología del Ejercicio por la Universidad del País Vasco UPV/EHU. Víctor Rodrigo-Carranza, investigador (actualmente en la Universidad de Massachusetts) y autor de varios estudios sobre el impacto de las zapatillas de nueva generación, y Carlos Balsalobre-Fernández, investigador en Ciencias del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid.

PREGUNTA. ¿Qué nos dice la marca de Assefa —y el culto a sus zapatillas— sobre la nueva era del atletismo de competición?

CARLOS BALSALOBRE. Si hay algo que ha quedado claro, no solo en este récord estratosférico, sino en todos los que se llevan batiendo sistemáticamente en los últimos años gracias a las superzapatillas, es que ya no tiene sentido hacer comparaciones históricas de rendimiento de distintas generaciones de atletas. Hay quien propone (con razón) hacer borrón y cuenta nueva. Es una medida extrema que dudo muchísimo que se adopte, pero las marcas conseguidas ya no tienen sentido fuera del contexto del uso de las superzapatillas. Habría que comparar en todo caso marcas con y sin estas zapatillas.

"O las nuevas Adidas son otra vuelta de tuerca en la evolución de la tecnología del calzado o hay algún otro factor que se nos escapa"

JORDAN SANTOS. El récord de Assefa (y también el de Letesenbet Gidey en media maratón), son registros que a mí personalmente me cuestan asimilar. Están, en cuanto a valor numérico, ampliamente por encima de los récords mundiales de todas las pruebas de mediofondo y fondo en pista, que serían las más comparables. Es un hecho aceptado por la comunidad atlética que las marcas en asfalto a partir de 2017 (año del lanzamiento de las Nike Vaporfly originales) no son comparables a los registros previos..., pero, aun así, una mejora en el récord mundial por dos minutos se aleja mucho de lo que nadie podía esperar, máxime cuando el récord anterior ya era una marca sideral. En una prueba relativamente madura y asentada como es la maratón, se pueden esperar mejoras marginales porque la evolución de un récord se vuelve asintótica. Aquí eso no ha ocurrido, aquí Assefa ha TRITURADO el récord anterior, por lo que, o sus nuevas Adidas Adizero Adios Pro Evo 1 son otra vuelta de tuerca en la evolución de la tecnología del calzado que deja obsoletas a sus predecesoras, o hay algún otro factor que se nos escapa.

P. ¿Tanto ayudan las zapatillas?

VÍCTOR RODRIGO-CARRANZA. Creo que no hay que quitar el menor mérito a Assefa porque con otro tipo de zapatilla hubiera estado muy cerca de esta misma marca. Pero me gustaría aportar contexto a la temática.

El primer estudio sobre las superzapatillas fue Hoogkamer et al. (2018), que observó un mejora en la economía de carrera (cuánto gasta el cuerpo por unidad de tiempo o distancia) de un 4% con el prototipo Nike Vaporfly (comparado con la anterior zapatilla que tenía el récord mundial masculino de maratón). El cambio del 4% en economía de carrera se transformaba en una mejora de rendimiento (correr más rápido) de un 1% en distancias como los 10.000 metros o la maratón, según nuestros estudios retrospectivos (Rodrigo-Carranza et al. 2021, 2022, 2023).

Foto: Eliud Kipchogue, con las zapatillas con las que bajó de las dos horas en un maratón. (Nike)

Un estudio reciente de Knopp et al., (2023), el único realizado en atletas de élite, evaluó un prototipo de Adidas (no el utilizado por Assefa en Berlín) entre atletas kenianos. Cerca del 25% de los atletas no se beneficiaban de este tipo de calzado, como habíamos comprobado en otros estudios, pero otros mejoraban su marca de maratón hasta un 6%, cifra que correspondería con los más de dos minutos que descontó Assefa.

Actualmente, estamos analizando las características de ese 25% que no mejora al utilizar este tipo de calzado. Parece una combinación entre las características de la zapatilla (principalmente la rigidez de la placa de la fibra de carbono y la geometría) y las del propio corredor.

CARLOS BALSALOBRE. Las investigaciones han demostrado que estas zapatillas reducen significativamente el gasto energético asociado a la carrera. Esto baja el oxígeno necesario para mantener una determinada velocidad de carrera (o la frecuencia cardiaca y grado de esfuerzo asociado a una determinada velocidad), permitiendo que el deportista o corra más rápido a un mismo nivel de esfuerzo, o mantenga el mismo ritmo con menos cansancio, siendo capaz de prolongar el esfuerzo o cambiar de ritmo en un momento determinado.

Foto: Muir, la tarde del récord. (Reuters)

P. ¿Podemos hablar de dopaje tecnológico?

JORDAN SANTOS. Las Adidas Adizero Adios Pro Evo 1 no han sido testeadas por la comunidad científica de manera independiente aún, porque no estaban disponibles hasta el martes (incluso ahora no son fáciles de conseguir), pero los detalles que se conoce de ellas, como el peso (entre 50 y 60 gramos más ligeras que otras comparables), son obviamente una ventaja. Estudios de nuestro grupo de investigación ya han demostrado que el peso extra en el calzado afecta negativamente al coste energético (hasta un 10% cada 100 gramos cuando corremos cerca del umbral/ritmo de competición en pruebas de largo aliento en asfalto). Y eso sin contar con todas las ayudas extra popularizadas en la última media década (espumas reactivas en la media suela, placas rígidas de carbono, etc.) y que motivaron el cambio en el reglamento por la Federación Internacional. El límite de la mejora tecnológica dependerá de la magia que los ingenieros sean capaces de incluir dentro de la normativa.

CARLOS BALSALOBRE. Eso lo deberán determinar las federaciones, que son las que tienen que decidir hasta dónde tiene sentido llegar. En su momento, en la natación, unos supertrajes que batían todos los récords fueron retirados y prohibidos porque la ayuda se consideró desproporcionada.

"Están diseñadas para exprimir el máximo rendimiento de aquellos que ya han hilado muy fino y tienen un margen de mejora muy limitado"

VÍCTOR RODRIGO CARRANZA. No considero que el uso de unas zapatillas pueda ser dopaje. Doparse es tomar una sustancia que adultere la competición provocando posibles daños de salud al deportista. Usar unas zapatillas no genera daños al atleta. Todas las zapatillas son viscoelásticas, es decir, que cuando corres se deforman; no existe ninguna (salvo que lleve muelles) que te devuelva más energía de la que tú aplicas contra el suelo. Con todas las zapatillas vas disipando energía. La diferencia es que las tradicionales devolvían sobre el 65% de la energía aplicada durante la carrera, y las nuevas devuelven cerca del 90% por la combinación de mejores espumas y placa de fibra de carbono.

Por lo tanto, se trata de una mejora tecnológica equivalente a la de las propias pistas de atletismo —hasta hace no mucho se corría en pistas de ceniza— o a la de la suplementación o dieta de los deportistas, que también han influido en la mejora del rendimiento de los últimos años, aunque el más visible y mediático sean las zapatillas.

placeholder Eliud Kipchoge, maratoniano de leyenda. (EFE)
Eliud Kipchoge, maratoniano de leyenda. (EFE)

P. ¿Tiene sentido que las superzapatillas de competición se popularicen entre los aficionados al running?

CARLOS BALSALOBRE. En mi opinión, ninguno. Un deportista amateur, que entrena por afición y salud, puede mejorar su rendimiento con un buen asesoramiento profesional, sin necesidad de usar zapatillas mágicas de un coste tan elevado. Estas zapatillas están diseñadas para exprimir el máximo rendimiento de aquellos que ya han hilado muy fino y tienen un margen de mejora muy limitado. Mi consejo es que, si un aficionado quiere dar un paso más y mejorar su rendimiento, en lugar de invertir 300 euros o más en unas zapatillas que, además, solo pueden usarse en una o dos carreras antes de degradarse, invierta ese dinero en entrenadores cualificados. Además, algo que no se suele tener en cuenta es que estas zapatillas alteran drásticamente la biomecánica de la pisada y proporcionan un empuje muy intenso que puede dar lugar a molestias e incluso lesiones musculares.

"Todos los niveles de corredores se benefician de este tipo de calzado de manera similar"

VÍCTOR RODRIGO-CARRANZA. Absolutamente sí. En un próximo artículo científico del que soy el autor principal [se publicará en diciembre en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise], observo que corredores de distinto nivel obtienen diferentes porcentajes de mejora corriendo a una misma velocidad. Mientras los corredores populares mejoraban cerca de un 4% cuando corrían a 13 kilómetros/hora, los muy entrenados no llegaban al 1% corriendo a esta velocidad, pero mejoraban cerca del 3% a 17 kilómetros/hora. Las mejoras de las superzapatillas se notarían más, por tanto, en la intensidad que en la velocidad absoluta del corredor. Mejoras relacionadas con los mecanismos biomecánicos y los niveles de fuerza del propio corredor, principalmente de las articulaciones del pie y del tobillo. La fuerza y el tipo de contacto con el suelo serían clave en la mejora.

Todos los niveles de corredores, por tanto, se benefician de este tipo de calzado de manera similar. Y los que no lo hacen no tiene que ver con su nivel, si no con sus características antropométricas y sus niveles de fuerza (principalmente del pie).

JORDAN SANTOS. Depende del bolsillo de cada aficionado. No es únicamente la mejora en el rendimiento en competición per se, sino también la capacidad de acumular mayor volumen de entrenamiento con menos desgaste... Al fin y al cabo, son productos realmente buenos. De igual manera que en el triatlón se ven deportistas aficionados usando equipamiento de miles de euros..., ¿por qué un corredor recreacional que puede permitírselo no va a comprar lo mejor del mercado para, no sé, bajar de tres horas en maratón?

Dos horas, 11 minutos y 53 segundos. Cuando una llega a la meta tras pulverizar el récord del mundo femenino de maratón —¡dos minutos menos!—, puede hacer muchas cosas. Echarse a llorar y recordar a sus padres por llevarle por el camino de la excelencia, el esfuerzo y el no rendirse nunca. Dedicárselo a su país. Por poder puede hasta increpar a Luis Rubiales. ¿Por qué no?

Federación Internacional de Atletismo (IAAF)
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