El arma secreta de Eliud Kipchoge para reventar el récord del mundo en Berlín: el 'aguador feliz'

Eliud Kipchoge hizo historia este domingo. El atleta keniano sigue destrozando registros años tras año y en el maratón de Berlín fue capaz de firmar un nuevo récord del mundo de la especialidad, consiguiendo acabar los 42,195 metros de la prueba con un increíble tiempo de 2 horas, 1 minuto y 9 segundos. De hecho, el africano conseguía superar su propio registro, también logrado en la ciudad alemana, aunque cuatro años antes. Y, en ambos casos, contó con un arma secreta.

Partamos de la base de que el éxito de Kipchoge radica exclusivamente en su esfuerzo, entrenamiento y capacidad de sacrificio. Su obsesión por tratar de bajar de las dos horas -en 2019 lo consiguió, pero en condiciones especiales y, por ende, la marca no fue homologada- le lleva a seguir exigiéndose y a entrenarse muy duro, lo que le valió para bajar su récord del mundo en treinta segundos. Pero todos los elementos cuentan y el keniano tenía al mejor aguador fuera de la pista.

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EFE

En las últimas horas, se ha hecho viral la imagen del encargado de repartirle el agua a Kipchoge durante la prueba. No solo por su inteligencia para colocarse en el asfalto de manera estratégica sino, sobre todo, por sus celebraciones 'felices' cada vez que conseguía una entrega correcta. Su dedicación, sus ganas y su desempeño confirman que los mejores atletas también tienen que contar con los mejores ayudantes... y, de hecho, sus últimos dos récords del mundo llegaron de su mano.

Claus-Henning Schulke ha saltado a la fama tras el récord de Kipchoge en Berlín. A lo largo de la prueba, este hombre alemán, de 56 años, se fue colocando estratégicamente en cada uno de los puntos que la organización estableció para el avituallamiento de los atletas para tratar de ayudar al africano a no perder tiempo en la entrega del agua. Una vez logrado el objetivo, montaba en su bicicleta con devoción en busca de la siguiente zona de refrigeración de los atletas.

Pero, ¿quién es Schulke? Pues se trata de uno de los 20 voluntarios elegidos por la organización del maratón para hacer la entrega del avituallamiento a los mejores corredores y, visto lo visto, también está considerado como uno de los mejores en lo suyo. No en vano, fue el encargado de cuidar al mejor maratoniano de la historia, con doble premio: las dos veces que lo ha hecho en Berlín, Kipchoge ha batido el récord del mundo. ¿Casualidad? Difícil de creer.

Tal y como informa 'Soy Corredor', Schulke cuenta con 56 años y es director de proyectos para una empresa constructora con sede en Berlín. Aficionado a los maratones, en los últimos años ha decido ampliar su bagaje para dedicarse al triatlón, pero es uno de los históricos de Berlín. Desde 1998, es decir, desde hace 24 años de manera ininterrumpida, Schulke ha sido voluntario en la maratón alemana, donde ha tenido el honor de ser uno de los humildes ayudantes de dos récords del mundo.

Kipchoge está cada vez más cerca de bajar de la barrera de las dos horas. A día de hoy, 'solo' necesita correr un minuto y nueve segundos más rápido para conseguir una hazaña que parecía imposible hace solo unos años. ¿Lo podrá conseguir? El keniano seguirá trabajando de manera incansable en busca de uno de los grandes logros del deporte. Eso sí, con Claus-Henning Schulke es más sencillo al lado. Un héroe anónimo que ha sido parte fundamental del éxito del gran Kipchoge.