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'En los 90': alcohol, drogas, sexo y monopatines
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'En los 90': alcohol, drogas, sexo y monopatines

Actor, guionista y cómico, ahora Jonah Hill se estrena en la dirección con una historia iniciática ambientada en la última década del siglo pasado

Foto: Un fotograma de 'En los 90'. (Diamond)
Un fotograma de 'En los 90'. (Diamond)

Centrada en la cultura 'skater' de Los Angeles de hace dos décadas, la ópera prima como director y guionista del actor Jonah Hill muestra las mismas intenciones y actitud que su joven protagonista durante sus interminables sesiones de aprendizaje con el monopatín: se esfuerza por parecer 'cool' y proyectar naturalidad, pero resulta demasiado calculada y autoconsciente. Y, pese a ello, es el tipo de película que al finalizar hace que el espectador se pregunte: "¿Eso es todo?".

Dado que en la primera escena de la película vemos al pequeño Stevie (Sunny Suljic) recibiendo una paliza de su hermano mayor, Ian (Lucas Hedges), inmediatamente queda claro por qué se pasa las tardes practicando con la tabla pese a que durante su transcurso cae una y otra vez de boca o sobre su trasero; unos cuantos golpes y rasguños son un precio muy razonable a pagar por una vía de escape y cierta sensación de camaradería. No tarda en ser adoptado por un grupo de adolescentes que lo introducen no solo en los códigos de honor, respeto y competición sino también en el alcohol, las drogas y el sexo, y eso hace que su madre intente separarlo de quienes considera una compañía poco recomendable. Y es inevitable estar parcialmente de acuerdo con ella: pasar el rato con esos chavales no merece la pena, pero no porque sean una influencia negativa sino sobre todo porque son mucho menos interesantes de lo que ellos mismos y el propio Hill creen.

placeholder Algunos de los protagonistas de 'En los 90'. (Diamond)
Algunos de los protagonistas de 'En los 90'. (Diamond)

El grupo lo lidera Ray, que es negro y que tiene las habilidades necesarias para convertirse en 'skater' profesional; también está Fuckshit, apodado así porque 'fuck' (joder) y 'shit' (mierda) son las únicas palabras que salen de su boca; luego está Fourth Grade (Cuarto Grado), que nunca se despega de su videocámara, y luego hay otro más. Esa vendría a ser toda la profundidad unos personajes que pasan el rato discutiendo sobre si dar las gracias es algo gay o si tener un apodo es mejor que no tenerlo, y que en ningún momento arrojan luz sobre lo que significa pertenecer a la cultura del monopatín —la película la utiliza como un mero envoltorio, y en ningún momento se la toma como algo a explorar, pese a las inmensas posibilidades temáticas y estéticas que 'a priori' presenta—, ni dicen nada verdaderamente relevante ni justifican el hecho de que los estemos contemplando.

Los personajes en ningún momento arrojan luz sobre lo que significa pertenecer a la cultura del monopatín

Sin duda, esa laxitud narrativa y argumental es algo buscado por parte de Hill y que deja claras sus influencias. Las interacciones entre los jóvenes están aderezadas de un humor propio del Richard Linklater de 'Movida del 76' (1993) y 'Todos queremos algo' (2016), y de una afectación 'slang' que recuerda el cine de Larry Clark —por momentos, de hecho, la película podría verse como un 'mash-up' suavizado de 'Kids' (1995) y 'Wassup Rockers' (2006)—. Sin embargo, 'En los 90' acaba siendo mucho más convencional que todos esos referentes, un relato más bien típico de iniciación adolescente que en última instancia recurre a trucos dramáticos de saldo para generar sentimentalismo y culmina en una conclusión incongruente que impone a cada esbozo de conflicto una resolución.

placeholder Jonah Hill se estrena como director con una historia iniciática. (Diamond)
Jonah Hill se estrena como director con una historia iniciática. (Diamond)

En el proceso, el propio Stevie apenas llega a ser debidamente perfilado, y hasta cierto punto se entiende. Al fin y al cabo no es más que un niño, y todavía necesitará un tiempo para descubrir el ser humano que le corresponde ser; eso explica que de momento su identidad sea un muestrario de los modos y los gustos musicales y la estética de quienes lo rodean. Más llamativo resulta el modo en que la película misma refleja esa actitud recopilatoria.

Hill llena la película de incesantes referencias culturales a la época en la que transcurre

Quizá temeroso de que la especificidad temporal de la película no quedara suficientemente clara en el título, Hill la llena de incesantes referencias culturales a la época en la que transcurre —las Tortugas Ninja, las Nike Air Jordan, 'Street Fighter II', 'Ren & Stimpy', 'Beavis and Butthead'— que dejan adivinar cierta desesperación por su parte por resultar auténtico y creíble. Sin embargo, uno no tiene más que pensar en el dineral que los productores habrán tenido que gastarse para pagar los derechos de las canciones de Nirvana, Red Hot Chili Peppers, Pixies y Wu-Tang Clan que aparecen en la banda sonora para tomarse esa imagen rodada en 16mm y ese deje general 'lo-fi' como poco más que postureo.

placeholder Cartel de 'En los 90'.
Cartel de 'En los 90'.

Aquí y allá, en todo caso, 'En los 90' ofrece esbozos de lo que podría haber sido si se hubiera preocupado más por la exploración y menos por las apariencias. En una escena vemos a Stevie autolesionándose tras ser víctima de la ira de su hermano; en alguna otra lo vemos a solas en su habitación o mirándose en el espejo del baño, saboreando su creciente popularidad. Es gracias a esos momentos, sutiles, misteriosos y genuinos, que pese a todo la película logra señalar a Hill como una promesa detrás de la cámara.

Foto: Un fotograma de 'Toy Story 4'. (Disney)
Foto: Michael Dougherty ('Krampus', 2015) dirige y escribe esta nueva entrega del 'kaiju' más famoso. (Warner)

Centrada en la cultura 'skater' de Los Angeles de hace dos décadas, la ópera prima como director y guionista del actor Jonah Hill muestra las mismas intenciones y actitud que su joven protagonista durante sus interminables sesiones de aprendizaje con el monopatín: se esfuerza por parecer 'cool' y proyectar naturalidad, pero resulta demasiado calculada y autoconsciente. Y, pese a ello, es el tipo de película que al finalizar hace que el espectador se pregunte: "¿Eso es todo?".

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