Es noticia
Las fortificaciones de Siberia que tambalean la historia de la humanidad
  1. Cultura
arqueología

Las fortificaciones de Siberia que tambalean la historia de la humanidad

El hallazgo de un poblado de hace 8.000 años dotado de defensas pone en cuestión que solo con el nacimiento de la agricultura surgieran sociedades sedentarias y complejas

Foto: Vista aérea de la localización de las excavaciones. (Universidad de Cambridge/H. Piezonka, N. Golovanov, S. Kruvek)
Vista aérea de la localización de las excavaciones. (Universidad de Cambridge/H. Piezonka, N. Golovanov, S. Kruvek)

Hace unos 8.000 años existió un pequeño paraíso en pleno corazón de Siberia, a unos 2.500 kilómetros de Moscú. Aunque los inviernos allí eran extremadamente fríos, la zona era muy rica en recursos naturales. Las aguas del río iban cargadas de salmones, de lucios y de otras especies de pescados, y en el lugar también había numerosos renos y alces a los que dar caza. El alimento estaba garantizado.

Tan alcance de la mano estaba la comida que allí, en esa latitud tan extrema, en el año 6.000 a. C. se instalaron de manera estable algunas poblaciones de seres humanos. Aunque aún eran cazadores-recolectores, en la zona había tal cantidad de recursos animales y vegetales que no necesitaban desplazarse de un lugar a otro en busca de alimento, con lo que allí había les llegaba y hasta les sobraba. De hecho, esos pobladores crearon recipientes de cerámica en los que almacenaban sus excedentes de aceite de pescado y de carne seca. Y también levantaron defensas para proteger sus poblados, las primeras defensas que se conocen de toda la historia de la humanidad: unos fosos rodeados de muros de tierra de algunos metros de altura y rematados con rudimentarias empalizadas de madera.

La revista Antiquity, una prestigiosa publicación académica dedicada a la arqueología, daba cuenta en su número de diciembre pasado del descubrimiento llevado a cabo en Siberia. Un descubrimiento del que inmediatamente se hacía eco la revista Science y que está suscitando enorme interés entre los expertos. "Al menos una de las estructuras se construyó en tiempos increíblemente remotos: hace 8.000 años, unos 2.000 años antes de que se levantaran los poderosos muros de Uruk y de Babilonia y miles de años antes de que la agricultura llegara a algunas partes de Europa y Asia", sentencia Science.

Los restos encontrados en Siberia podrían hacer tambalear la idea, profundamente arraigada, de que las poblaciones sedentarias que vivían en asentamientos permanentes (y protegidos con "muros defensivos") solo surgieron después de que naciera la agricultura.

placeholder Imagen del asentamiento descubierto en Siberia, donde se aprecia un terraplén y una zanja. (Universidad de Cambridge/E. Dubovtseva)
Imagen del asentamiento descubierto en Siberia, donde se aprecia un terraplén y una zanja. (Universidad de Cambridge/E. Dubovtseva)

La agricultura se estima que comenzó a practicarse en Oriente Próximo, en la zona de la antigua Babilonia, alrededor del año 8.000-9.000 a.C. y, desde allí, se extendió a Occidente y al resto del mundo. A la Península Ibérica, por ejemplo, se calcula que llegó alrededor del 6.000 a.C. Pero en esa misma época, según el estudio publicado en Antiquity, en Siberia ya había poblados estables dotados defensas, aunque sus habitantes aún eran cazadores-recolectores.

"Esos cazadores-recolectores eran capaces de generar sociedades sedentarias, de instalarse en un territorio y construir poblados estables con murallas y fosos, algo que se asocia al neolítico, al periodo en que surge la agricultura y la ganadería", asegura Patricia Ríos Mendoza, arqueóloga y profesora de Prehistoria en la Universidad Autónoma de Madrid. "Es un descubrimiento muy importante. Sumado a otros hallazgos que han tenido lugar en los últimos años, nos revela la complejidad de las sociedades de cazadores-recolectores, algo que no parecía posible y que cambia lo que pensábamos del devenir histórico. Este descubrimiento muestra que la agricultura no fue el único motor de las sociedades complejas".

Patricia Ríos Mendoza, arqueóloga de la UAM: "Es un descubrimiento muy importante y que cambia lo que pensábamos del devenir histórico"

"Es un descubrimiento muy sorprendente por la latitud y por la antigüedad. Sorprende el hallazgo de sociedades "estables", no sabemos si sedentarias o solo con tendencia a la sedentarización, en una latitud tan extrema en la que lo que uno espera encontrar son poblaciones nómadas o seminómadas, como los actuales esquimales. Y sorprende que estas poblaciones estables de cazadores-recolectores se remonten a hace 8.000 años", destaca Luis Berrocal Rangel, catedrático de Prehistoria.

¿Una excepción?

Pero este historiador también puntualiza que la importancia del descubrimiento llevado a cabo en Siberia es relativa. "No se debe confundir la norma con las excepciones. Como norma general, la agricultura es la principal causa de sedentarización, y este descubrimiento no cambia las cosas. Pero hay excepciones, y esta no es la única. En algunas otras zonas muy ricas en recursos naturales, se establecieron asentamientos humanos sedentarios antes de cazadores-recolectores", subraya. Es el caso, por ejemplo, de las comunidades de concheros que, por las mismas épocas, poblaban zonas paradisíacas de Portugal, España, Francia, Irlanda o Dinamarca y que se alimentaban fundamentalmente de moluscos, dejando acumulaciones de las conchas de esos animales.

En los últimos años, se han descubierto una decena de poblados con defensas en Siberia. Pero solo uno de ellos, según las pruebas de datación realizadas con Carbono 14, habría sido erigido hace unos 8.000 años, en torno al 6.000 a. C. Los expertos sitúan las primeras fortificaciones en Europa en el periodo de la calcolítico, alrededor del 3.000 a. C., cuando comienza a extenderse el uso de los metales.

"Los fuertes más antiguos del mundo echan por tierra la idea de que solo la agricultura condujo a sociedades complejas" es el titular de la revista Science que ha dado la vuelta al mundo. Pero, de nuevo, Berrocal Rangel relativiza la importancia del descubrimiento. "En inglés hay una sola palabra, fortificated, para designar lo que en castellano cuenta con al menos tres acepciones: poblado defendido, poblado amurallado y poblado fortificado. Y lo que se ha descubierto en Siberia y que data del 6.000 a. C. probablemente no pasa de la primera categoría: es una trinchera junto con un talud, este último realizado seguramente con la tierra que se extrajo para hacer el foso. Es verdad que en el mismo yacimiento siberiano de Amnya también se ha encontrado una estructura amurallada sencilla, pero data del 4.000 a. C. (de una ocupación posterior, Amnya II), época en la que ya existían poblados amurallados en Europa. Incluso, los poblados rodeados por fosos se conocen desde mucho antes, aunque siempre asociados a las comunidades agrícolas y ganaderas", indica. Para este experto, de esos restos a hablar de "fortificaciones" hay aún una gran distancia conceptual y técnica.

Hace unos 8.000 años existió un pequeño paraíso en pleno corazón de Siberia, a unos 2.500 kilómetros de Moscú. Aunque los inviernos allí eran extremadamente fríos, la zona era muy rica en recursos naturales. Las aguas del río iban cargadas de salmones, de lucios y de otras especies de pescados, y en el lugar también había numerosos renos y alces a los que dar caza. El alimento estaba garantizado.

Arqueología
El redactor recomienda