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¿Por qué tu madre quiere que te cases con Tom Hanks? (Seas hombre o mujer)
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PUBLICA LIBRO Y ESTRENA PELÍCULA

¿Por qué tu madre quiere que te cases con Tom Hanks? (Seas hombre o mujer)

El actor californiano rodó su primer papel en 1980, en una película 'slasher' de bajo presupuesto. Hoy es uno de los intérpretes más queridos con una imagen pública impoluta

Foto: Tom Hanks, recién doctorado 'honoris causa' por Harvard. (Reuters/Brian Snyder)
Tom Hanks, recién doctorado 'honoris causa' por Harvard. (Reuters/Brian Snyder)

"¡Apartaos, joder!". El mundo cinéfilo contuvo el aliento. Tom Hanks, el hombre con el que todas las madres quieren que te cases —seas hombre o mujer—, Tom Hanks, el prototipo del perfecto americano, Tom Hanks, buen padre y mejor marido, Tom Hanks, el rostro que da seguridad en medio de la tormenta, el personaje entrañable, honesto y fiel, Tom Hanks, el hombre que nunca había mostrado un mal gesto, de pronto, se revelaba como un humano con fallas cuando gritó y empujó a un fan que, al pedirle un autógrafo, había hecho trastabillar a Rita Wilson, la mujer del actor, que caminaba a su lado. "¡¡Apartaos, joder!! ¡¡Vais a tirar a mi mujer!!". Las imágenes dieron la vuelta al mundo; hasta entonces nunca, jamás de los jamases, la imagen pública impoluta de Hanks se había salido de la del perfecto yerno, siempre sonriente, siempre dispuesto a ayudar a poner la mesa. Por eso tu madre quiere que te casases con él (seas hombre o mujer), aunque nadie nunca forró las paredes de su habitación con pósteres suyos ligero de ropa.

De Hanks dicen que es la reencarnación ochentera de James Stewart, ese actor que gusta más a madres que a hijas, un tipo amable, un poco soso, algo zangolotino, alguien a quien uno llevaría a jugar a la petanca, pero no a salvar el Nakatomi Plaza de los terroristas. Hanks tiene un carisma raro. Un carisma reposado. Para sorpresa de galanes, musculitos y actores de carácter, Hanks ha sobrevivido en la jungla de Hollywood y, después de cuarenta años de carrera —su primer papel fue en 1980, en Sabe que estás sola, un slasher de serie Z—, es uno de los protagonistas mejor pagados de la industria, acaba de publicar su segundo libro —una novela titulada Otra gran obra maestra del cine (Roca Editorial) y la Universidad de Harvard lo ha nombrado Doctor Honoris Causa. Lo que antiguamente se llamaba "un buen partido".

Foto: Tom Hanks, en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes. REUTERS /Gonzalo Fuentes

"La mayor parte de mi vida no lo he petado", bromeó en el programa de David Letterman en algún momento de finales de los ochenta, cuando ya era conocido gracias a comedias como Un, dos, tres... ¡splash! (1984) o Esta casa es una ruina (1986). El relato de trabajador humilde e incansable al que el éxito se le resiste es solo eso, un relato, porque apenas cuatro años de estrenarse en el cine con veinticuatro velas recién sopladas, Hanks ya protagonizaba taquillazos y lo invitaban a programas de máxima audiencia. Hanks ha sabido explotar desde el primer momento esa vulnerabilidad que destila y que apela a los resortes subconscientes más antediluvianos del género femenino: la necesidad de cuidarlo, de protegerlo.

En la entrevista con Letterman, Hanks viste traje y corbata, y su cuerpo baila dentro de una chaqueta demasiado grande, como el adolescente que espera en el salón de una casa ajena a que baje su pareja del baile de fin de curso. "Mi primera aparición en cámara fue en Sabe que estás sola, un hack and slash [un subgénero del terror que se traduce como "cortar y rajar"] épico, de cuando en todas las películas aparecía un ¡¡¡soporte para cuchillos!!! Ya sabes, la chica está sola en casa, la cámara panea por la cocina y se encuentra con un ¡¡¡soporte para cuchillos!!!, cargado, cargadísimo de cuchillos, y la chica oye un ruido al otro lado de la casa y va a ver que es, y cuando vuelve ve que en el ¡¡¡soporte para cuchillos!!! falta un cuchillo. Rodé esta película hace como ochocientos años, creo que en 1943", se ríe. "Yo interpretaba a un tipo... yo he dicho siempre que, si esa película fuese La isla de Gilligan, yo sería el profesor, de lo mala que era. Malísima. El chico que la escribió, que era muy majo y tenía mucho talento, al que, de hecho, llamaban ¡¡¡"Grito"!!!, había titulado la película como The Uninvited (Los que no están invitados). Luego la Metro Goldwyn Mayer hizo su montaje y la tituló Boda sangrienta, pero finalmente se lanzó como Sabe que estás sola".

placeholder Tom Hanks en su primer papel para el cine, en 'Sabe que estás sola' (1980).
Tom Hanks en su primer papel para el cine, en 'Sabe que estás sola' (1980).

En el plano personal, Tom Hanks lleva casi cuarenta años casado con Rita Wilson, un matrimonio atípico en una industria que ha acuñado el término "Hollywood marriage" ("matrimonio de Hollywood") para definir las parejas que se divorcian antes de un año. Quizás esa estabilidad es una reacción a una infancia de lo más ajetreada y una familia disfuncional. "Mi padre [...], cuando tenía ocho o nueve años, fue testigo del asesinato de su padre. Un asesino a sueldo mató a su padre en el granero de la casa en la que vivían en Willows (California). Tenía otros tres hermanos, pero era el único que estaba allí en ese momento, y la experiencia lo traumatizó. Tuvo que testificar tres veces", cuenta en esta entrevista. Su padre, Amos Mefford Hanks, había sido marine y luego se reconvirtió en cocinero itinerante. Hanks es el tercero de cuatro hermanos, hijos de un matrimonio con continuas desavenencias que acabó en divorcio cuando el protagonista de Forrest Gump tenía solo cinco años. Hanks se fue a vivir con su padre: Amos se casó otras tres veces y tuvo once hijos más. En poco tiempo vivió en cinco ciudades diferentes —entre ellas Redding, Reno, Oakland— y vivió en diez casas distintas. "Fue una época bastante loca y agitada. Nuestra familia no era típica, con matrimonios y cambios de domicilio frecuentes, Aunque mi padre tuviese un restaurante, de repente y sin avisar, hacíamos rápidamente las maletas y nos marchábamos. Era una vida intensa, pero no la recuerdo como problemática y tampoco me impidió hacer nuevos amigos", ha contado Hanks. "Al menos he de reconocer que durante mi niñez y mi juventud no me aburrí. También conseguí entender mejor a las personas y adopté una actitud de chico bueno porque así nadie se metía conmigo", recoge el libro Tom Hanks, el buen hombre americano, de Adolfo Pérez Agustí.

Pero lo que la mayor parte de la gente no sabe es que Rita Wilson es la segunda mujer de Tom Hanks. Antes que con ella, el actor estuvo casado entre 1978 y 1987 con Samantha Lewes, con quien tuvo dos hijos. Y es en este matrimonio en el que Hanks desvela una faceta suya muy diferente a su imagen de yerno perfecto. En 1985, Hanks conoció a Wilson durante el rodaje de la comedia Voluntarios. "Rita y yo nos miramos y ¡kaboum!, simplemente pasó. Le pregunté a Rita si ella lo sentía, si era de verdad, y ella no pudo negármelo. Resulta que por entonces estaba casado, y no hay nada que celebrar al respecto", admitió las infidelidades en otra entrevista a Esquire en 2006. Madres del mundo, no hay hombre perfecto. Lewes murió en 2002 a causa del cáncer de huesos.

placeholder Rita Wilson y Tom Hanks en la alfombra roja del último Cannes. (EFE/Mohammed Badra)
Rita Wilson y Tom Hanks en la alfombra roja del último Cannes. (EFE/Mohammed Badra)

Como cuenta la biografía no autorizada, antes de dedicarse a la actuación Hanks trabajó como botones en el Hotel Hilton de Oakland, pero enseguida consiguió su primer papel pagado como actor en la obra La fierecilla domada, en la que, con 19 años, interpretaba al sirviente Grumio. Un día Tom Hanks vendió su Volkswagen, se marchó a Nueva York —como empiezan todas las historias de superación de todos los muchimillonarios de Hollywood, durmió en el sofá de un amigo— y trabajó en pequeñas producciones teatrales, hasta que en 1980 consiguió el papel de Buffy Wilson en la serie de dos temporadas Amigos del alma, en la que interpretaba a un hombre travestido de mujer para poder pagar el alquiler. "La razón por la que me hice actor es para escapar de mí mismo lo más lejos posible", le confesó a la periodista Bobbie Wygant en 1984. "Ser un zangolotino es más bien un mecanismo de defensa. Mi familia insiste en que soy un zangolotino, aunque no más que mi hermano mayor Larry. Tiendo a no tomarme las cosas en serio".

Y fue un pequeño papel en la serie Días felices, famosérrima en Estados Unidos —la Fonzie, que tanto parodian en Padre de familia— la que cambió su carrera y lo encaminó al estrellato. Los guionistas de Días felices, Lowell Ganz y Babaloo Mandell estaban trabajando con Ron Howard en el guion de Un, dos, tres... ¡splash! (1984). "Era una película de Disney. En esa época nadie quería trabajar para Disney y nadie quería el papel. Recuerdo haber ido a los Estudios Disney y estaban sin rehabilitar. Los habían construido en 1958 y no habían cambiado ni un pelo. Parecía una estación de autobuses de Alabama", recordó en otra entrevista. Esta versión urbanita y ochentera de La sirenita se convirtió en un éxito instantáneo y recaudó 60 millones de dólares de taquilla. Y Hanks en una estrella.

placeholder Tom Hanks y Daryl Hannah en 'Un, dos, tres... ¡splash!'.
Tom Hanks y Daryl Hannah en 'Un, dos, tres... ¡splash!'.

Fue a partir de este papel cuando Hanks empezó a explotar esa apariencia del yerno perfecto. Se convirtió en un habitual de las comedias románticas, interpretando al tipo tierno e inofensivo que acaba conquistando a pico y pala el corazón de la chica. El personaje opuesto al Hugh Grant de turno. En los 90, junto a Meg Ryan patentó el ideal de pareja mona en películas escritas y dirigidas por Nora Ephron, como Algo para recordar (1993) y Tienes un email (1998). Sin embargo pocos conocen que Ephron también lo tenía en mente para Cuando Harry encontró a Sally (1989). ¿Qué hace ahí Billy Crystal en vez de él? "La gente no lo sabe, pero a Tom le ofrecieron Cuando Harry encontró a Sally, pero él la rechazó porque estaba en medio de su divorcio y estaba feliz de no estar casado. Así que no podía entender que una persona en medio de un divorcio no estuviese superfeliz", ha confesado Rita Wilson recientemente.

Cuatro décadas después de sus inicios, Tom Hanks es uno de los actores mejor pagados. Según Business Insider, por Forrest Gump (1994) cobró alrededor de 60 millones de dólares, que son 55 millones de euros. Hanks es un tipo de intérprete que ha sobrevivido a las modas —los héroes de acción de los ochenta, los hearthrob [robacorazones] adolescentes de los noventa, los superhéroes del nuevo milenio— y que no ha necesitado recurrir a las sagas, secuelas, precuelas y demás para cobrar el cheque. Más allá de Toy Story —él es la voz de Woody—, del personaje de Robert Langdon en las adaptaciones de las novelas de Dan Brown (El código Da Vinci, 2006; Ángeles y demonios, 2009; Inferno, 2016) y un cameo en Borat, película film secuela (2020), Hanks no ha sucumbido —de momento— a los cantos de sirena de Marvel y compañía. Con quien sí ha repetido ha sido con directores como Steven Spielberg o Robert Zemeckis (gracias a Forrest Gump ganó su segundo y último Oscar en 1995, aunque después lo han nominado tres veces más). Con quien será difícil que repita es con Clint Eastwood —trabajaron juntos en Sully (2016)—, de quien dice que trata a los actores "como caballos".

placeholder Tom Hanks en un momento de 'Greyhound'. (Apple TV)
Tom Hanks en un momento de 'Greyhound'. (Apple TV)

Además de sus dos libros —el primero es una colección de relatos cortos titulado Tipos singulares (Roca, 2017)—, Hanks también ha escrito varios guiones, entre ellos el de Greyhound (2020), basado en la novela El buen pastor, de C. S. Forester, una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, en 1942, en la que el actor interpreta a un comandante de la Marina. "Como un tipo que vuelve una y otra vez a la Segunda Guerra Mundial, veo una correlación directa con la vida de hoy día. Me encuentro con las mismas preguntas y me encuentro con la búsqueda de las mismas soluciones que en la Segunda Guerra Mundial, a pesar de ser películas históricas, a pesar de ser piezas de museo que recrean un determinado mundo. Pero, para mí, siempre ha sido lo siguiente: ¿qué haríamos si estuviésemos en esas mismas circunstancias? y ¿sabes qué? Que estamos en muchas de esas circunstancias ahora mismo".

Foto: Un fotograma de 'Asteroid City'. (Festival de Cannes)

Como actor, este fin de semana estrena su último trabajo, Asteroid City, donde colabora por primera vez con Wes Anderson. En ella interpreta a un abuelo multimillonario que reconecta con la familia de su hija después de la muerte de ella. Su personaje acaba en una especie de campamento de astronomía en medio del desierto conviviendo con sus nietas, a las que a penas conoce, y su yerno, al que no ve con buenos ojos. La película compitió por la Palma de Oro en el último Festival de Cannes, y, aunque no se llevó nada, probablemente esté presente en los próximos Oscar. Tom Hanks ha pasado ya de yerno perfecto a suegro perfecto, pero, sobre todo, gracias a sus trabajos con Spielberg ha forjado la cara amable de los valores americanos: la familia, la lealtad, el esfuerzo, el patriotismo, la moderación, la verdad. Y el éxito, que es el mayor valor para los estadounidenses. Un actor que ha huido del escándalo y que no suele dar titulares. El último actor de los de antes.

"¡Apartaos, joder!". El mundo cinéfilo contuvo el aliento. Tom Hanks, el hombre con el que todas las madres quieren que te cases —seas hombre o mujer—, Tom Hanks, el prototipo del perfecto americano, Tom Hanks, buen padre y mejor marido, Tom Hanks, el rostro que da seguridad en medio de la tormenta, el personaje entrañable, honesto y fiel, Tom Hanks, el hombre que nunca había mostrado un mal gesto, de pronto, se revelaba como un humano con fallas cuando gritó y empujó a un fan que, al pedirle un autógrafo, había hecho trastabillar a Rita Wilson, la mujer del actor, que caminaba a su lado. "¡¡Apartaos, joder!! ¡¡Vais a tirar a mi mujer!!". Las imágenes dieron la vuelta al mundo; hasta entonces nunca, jamás de los jamases, la imagen pública impoluta de Hanks se había salido de la del perfecto yerno, siempre sonriente, siempre dispuesto a ayudar a poner la mesa. Por eso tu madre quiere que te casases con él (seas hombre o mujer), aunque nadie nunca forró las paredes de su habitación con pósteres suyos ligero de ropa.

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