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Los Goya despiden hoy a Carlos Saura con el mejor cine español del siglo
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Los Goya despiden hoy a Carlos Saura con el mejor cine español del siglo

La gala se emitirá a partir de las 22.00 en La 1 de Televisión Española, con Antonio de la Torre y Clara Lago como maestros de ceremonias

Foto: El 'cabezón' del Goya en las calles de Sevilla. (EFE)
El 'cabezón' del Goya en las calles de Sevilla. (EFE)

Atardecíamos el viernes con la noticia de la muerte de Carlos Saura. No podrá subir al escenario de los Premios de la Academia de Cine el Goya de Honor 2023, el gran homenajeado de la noche, leyenda del cine español. Será extraño el vacío que deje tanto en las carteleras futuras —en los últimos dos años estrenó dos cortometrajes y dos largometrajes, nada desdeñable para un director de 91 inviernos— y en una ceremonia con la que la Academia iba a saldar por fin una deuda histórica. Se va Saura, uno de los últimos exponentes de aquel Nuevo Cine Español, y deja paso a una generación de cineastas jóvenes, un todavía más nuevo cine español que está cambiando los parámetros y la pegada de la producción nacional: muchas de las películas nominadas en esta 37 edición de los Goya han pasado por los festivales internacionales más importantes: desde Cannes hasta Tokio, pasando por Sundance y Berlín.

Parece que será el año de As Bestas, el año de la consagración de Rodrigo Sorogoyen como alquimista de esa fórmula tan secreta que reconcilia la crítica, el prestigio y la taquilla. As Bestas, thriller rural rodado en Galicia, es de momento la segunda película más taquillera de lo que llevamos de 2023. Casi diez años después de su primera nominación a los Goya por Stockholm (2013), una película de bajísimo presupuesto rodada por 60.000 euros, Sorogoyen ya sabe lo que es levantar la estatuilla: lo ha hecho por El reino (2018) y por el cortometraje Madre (2017), por el que también estuvo nominado al Oscar. Una década en la que el cineasta madrileño ha construido una carrera sólida con un estilo marcado por el suspense, una planificación arriesgada y una estructura díptica que ha patentado junto a su guionista siamesa, Isabel Peña, con la que ha coescrito todas sus películas.

Foto: Denis Menochet es Antoine en 'As bestas'. (AContracorriente)

As Bestas, estrenada en Cannes, forma parte de una nueva ola de cine ambientado en la periferia, en el mundo rural, y que plantea la difícil cohabitación de la modernidad con la tradición: basada en un suceso real, la película presenta a una pareja de franceses —interpretados por Denis Ménochet y Marina Foïs— que aterriza en una pequeña aldea gallega, con la idea de adoptar un estilo de vida más sostenible. Sin embargo, se encuentran con las reticencias de dos de los vecinos (Luis Zahera y Diego Anido), que quieren vender un terreno común para la construcción de un parque eólico. Con un pulso sostenido de planos largos y espacios naturales y lóbregos, As Bestas ha sido la segunda coproducción con Francia de un cineasta con vocación europea y que cada vez tiene más proyección fuera de nuestras fronteras. Dentro de ellas, As Bestas aspira a diecisiete goyas, y muy probablemente, si nos dejamos anticipar por el rumor de los mentideros, acabe la noche con el premio a Mejor película. También tiene muchas posibilidades Luis Zahera, que también llega con el Feroz debajo del brazo.

En un año tan brillante, probablemente los académicos hayan decidido repartir los votos y reconocer la dirección de Carla Simón, la primera Oso de Oro española desde que Mario Camus ganase la Berlinale en 1983. Alcarrás, el segundo largometraje de Simón, es una muestra de esa nueva forma de hacer cine en España, de vocación casi cercana al documental, que recurre a actores sin experiencia previa, muchas veces interpretando a personajes con vivencias muy similares a sus propias vidas, un estilo al que también pertenece La maternal, de Pilar Palomero, que compite en las categorías de Mejor película, Mejor dirección y Mejor actriz de reparto para Ángela Cervantes, aunque lo tiene difícil en todas las categorías.

Foto: La ficticia pero increíblemente real familia Solé protagoniza 'Alcarrás', de Carla Simón. (Avalon)

Mientras Alcarrás retrata la vida de unos payeses que ven como los dueños de las tierras que cultivan han decidido sustituir los huertos por placas de energía solar, La maternal se cuela en un centro de menores embarazadas en riesgo de exclusión social. Son, quizás, las dos propuestas más complejas en su puesta en escena, en su preparación y en una búsqueda de naturalismo que huye de una planificación excesivamente encorsetada, buscando que la realidad se cuele entre los fotogramas.

Foto: Carla Quílez, en el centro, es la protagonista de 'La maternal', de Pilar Palomero. (BTeam)

La gran destapada del año, Cinco Lobitos, la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, parte como favorita para llevarse el Goya a Mejor dirección novel. Incluso, los más osados apuestan que, en el caso de haber sorpresa en el premio gordo, Ruiz de Azúa podría dar el campanazo con esta historia autobiográfica sobre la maternidad y los roles y cuidados femeninos. Laia Costa tiene casi asegurado el reconocimiento cuprífero gracias a una interpretación soberbia que sostiene una propuesta encantadora por su sencillez. También cuenta con muchas opciones una Susi Sánchez que no ha parado de trabajar en los últimos años y que probablemente consiga su segundo Goya, tras el que ganó por La enfermedad del domingo en 2019.

Foto: Miguel Herrán y Javier Gutiérrez son los protagonistas de 'Modelo 77'. (Buenavista)

El último trabajo de Alberto Rodríguez, Modelo 77, parte en desventaja, a pesar de sus 16 nominaciones. El thriller carcelario protagonizado por Miguel Herrán, que recupera las reivindicaciones de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), la asociación de reclusos que, durante la Transición, peleó por conseguir una amnistía en las cárceles españolas. El nombre de Miguel Herrán suena como un fuerte competidor por el Goya a actor protagonista, pero el nombre que más suena es el de Nacho Sánchez, prodigiosamente contenido en Mantícora, de Carlos Vermut, en un papel complejo de un joven atormentado por una pulsión inconfesable.

Foto: Zoe Stein es Diana, la entregada protagonista de 'Mantícora', de Carlos Vermut. (BTEAM Pictures)

Llega el balance de un año cuya taquilla (82 millones, muy lejos de la barrera psicológica de los 100) se ha visto lastrada por un inicio de temporada marcado por la pandemia, las restricciones y el cambio de hábitos de consumo, pero cuyo cine de autor ha conseguido un prestigio y una proyección internacional pocas veces vista. Como ha resumido el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, en una entrevista este viernes a El Confidencial: "El cine español está viviendo un cambio de ciclo. Yo, que no soy nada optimista y nunca tiendo al triunfalismo —más bien al escepticismo—, creo que ha sido uno de los mejores años del cine español".

Atardecíamos el viernes con la noticia de la muerte de Carlos Saura. No podrá subir al escenario de los Premios de la Academia de Cine el Goya de Honor 2023, el gran homenajeado de la noche, leyenda del cine español. Será extraño el vacío que deje tanto en las carteleras futuras —en los últimos dos años estrenó dos cortometrajes y dos largometrajes, nada desdeñable para un director de 91 inviernos— y en una ceremonia con la que la Academia iba a saldar por fin una deuda histórica. Se va Saura, uno de los últimos exponentes de aquel Nuevo Cine Español, y deja paso a una generación de cineastas jóvenes, un todavía más nuevo cine español que está cambiando los parámetros y la pegada de la producción nacional: muchas de las películas nominadas en esta 37 edición de los Goya han pasado por los festivales internacionales más importantes: desde Cannes hasta Tokio, pasando por Sundance y Berlín.

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