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Sí, puedes entrenar con agujetas (pero el agua con azúcar no te servirá para nada)
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SALUD DEL DEPORTE

Sí, puedes entrenar con agujetas (pero el agua con azúcar no te servirá para nada)

Aparecen cuando el músculo es sometido a un ejercicio que tiene una exigencia superior al habitual, pero no significa que hayas entrenado mejor, solo de forma más intensa

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Foto: iStock.

Nos ponemos como propósito cumplir con la rutina de ir al gimnasio varias veces en semana y hacer deporte. Nos encontramos supermotivados, pero, de repente, sucede lo inevitable: las agujetas aparecen a las 24 horas y sentimos esa molestia que, aunque leve, nos quita las ganas de entrenar. Sin embargo, ¿es recomendable dejar de hacer deporte hasta que se nos pasen?

“El dolor muscular de aparición tardía, conocido de forma coloquial como agujetas”, explica el doctor José Luis Doreste Blanco, director Médico del Institut Català de Traumatologia i Medicina de l'Esport (ICATME), ubicado en el Hospital Universitari Dexeus, “se debe a roturas de microfibras musculares que se producen cuando el músculo es sometido a un ejercicio que tiene una exigencia superior al que suele realizar de forma habitual. Estas roturas suelen ir acompañadas de la inflamación del músculo”.

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Este dolor, que puede ser muy intenso e incapacitante, alcanza su pico máximo a las 48 horas del ejercicio y desaparece completamente transcurridos de 5 a 7 días. Según la opinión del especialista, si queremos seguir ejercitándonos pese a tener agujetas, hay que tener en cuenta que “el cuerpo humano es sabio y, si se queja, mejor no sobrecargarlo... No obstante, es bueno realizar esfuerzo suave siempre que no duela”. Aunque lo que te pide el cuerpo es descansar, sí es cierto que el ejercicio moderado puede estimular el crecimiento y el fortalecimiento del músculo dolorido.

Por lo tanto, podemos decir que no existe obligación de descansar cuando padecemos agujetas y que podemos elegir actividades físicas suaves, como correr, pasear en plano, nadar o practicar yoga.

Tres mitos en torno a las agujetas

  • Un buen trabajo: a menudo pensamos que tener agujetas es el peaje por haber realizado un buen entrenamiento. “La realidad es otra: o he hecho un esfuerzo mayor de mi capacidad o he incluido en mi rutina algún ejercicio que antes no hacía, y eso ha afectado a un músculo o grupo muscular que no estaba ejercitado”. Es decir, se refiere más a haber hecho un trabajo intenso.
  • Agua con azúcar: en cuanto a la prevención de las agujetas, está ampliamente extendido el mito de que si tomamos agua con azúcar no aparecerán. Según nos explica el doctor Doreste, esto no es sino otra leyenda urbana. “Lo del azúcar era un remedio que se sugería cuando se pensaba que las agujetas las causaba un exceso de ácido láctico. Antes se creía que las agujetas eran producidas por una cristalización del ácido láctico causado por el ejercicio muscular intenso, y de ahí su nombre (cristalitos que se clavan como agujas). Sin embargo, se ha demostrado que el ácido láctico no tiene la propiedad de cristalizarse y tampoco se acumula en ningún lugar específico, sino que se distribuye por todos los tejidos”.
placeholder Doctor José Luis Doreste Blanco. (Foto cortesía QuirónSalud)
Doctor José Luis Doreste Blanco. (Foto cortesía QuirónSalud)
  • Estirar y calentar: también existe la creencia de que podemos evitar las agujetas si calentamos previamente y estiramos muy bien después. Esto es una verdad a medias: “No hay pruebas científicas que avalen que calentar antes del ejercicio reduzca las agujetas, si bien sí que es cierto que un buen calentamiento muscular es importante porque unos músculos calientes tienen menos riesgo de sufrir lesiones”, subraya el especialista. En cuanto al estiramiento posterior, “sí tiene un efecto sobre la aparición de agujetas, ya que elongar las fibras musculares hacia su longitud inicial después de numerosas contracciones musculares evita las microrroturas”.

Para tratarlas, el doctor Doreste explica que “algunos masajes pueden ayudar a relajar el músculo y aliviar las molestias de las agujetas, siempre que sean suaves y ayuden a llevar el flujo sanguíneo hacia los músculos afectados”. Por último, con respecto al agua fría y el hielo, el especialista señala que son potentes antiinflamatorios que sí pueden ayudarnos en la prevención de su aparición, ya que el frío causa una pequeña estrangulación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la inflamación alrededor de los músculos afectados.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitari Dexeus​.

Nos ponemos como propósito cumplir con la rutina de ir al gimnasio varias veces en semana y hacer deporte. Nos encontramos supermotivados, pero, de repente, sucede lo inevitable: las agujetas aparecen a las 24 horas y sentimos esa molestia que, aunque leve, nos quita las ganas de entrenar. Sin embargo, ¿es recomendable dejar de hacer deporte hasta que se nos pasen?

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