Caminar, nadar, practicar yoga... ¿Qué actividades tienen mayor impacto en nuestro bienestar?

Es sabido que practicar deporte y actividad física de manera regular está relacionado con una mejora del bienestar emocional y la salud mental. Mantenernos activos nos ayuda a reducir el estrés, aumenta la autoestima, favorece un sueño de calidad, incrementa la concentración y la función cognitiva, proporciona una salida saludable para las emociones negativas y fomenta la interacción social.

Entre las causas para estos beneficios encontramos la oxigenación derivada del ejercicio físico, que reduce los síntomas derivados del cansancio mental e induce a la relajación. Asimismo, también activa neurotransmisores y hormonas implicados en la regulación de los niveles de estrés, lo que favorece la disminución de síntomas de ansiedad y/o depresión. Un ejemplo de ello es cómo la disminución de cortisol, hormona asociada al estrés, provoca un aumento de melatonina y serotonina, lo que favorece nuestra calidad de sueño.

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“El impacto positivo del ejercicio en la calidad de vida de las personas se refleja no solo en la reducción de estados de ansiedad o depresión, sino en la mejora de la cognición y la memoria, promoviendo emociones positivas adscritas a la autoestima, como el optimismo o la euforia”, explica Gloria Calderón López, psicóloga de Olympia Quirónsalud.

Desde una perspectiva empírica, la experta señala cómo “la existencia de unas sustancias químicas específicas, las miocinas, son liberadas en el torrente sanguíneo tras la contracción de los músculos. Dichas proteínas se han denominado moléculas de la esperanza porque poseen numerosas funciones en el organismo, incluyendo la regulación del metabolismo energético, la modulación de la inflamación y reparación de tejidos y el sistema inmunitario”. Asimismo, algunas miocinas atraviesan la barrera hematoencefálica y “actúan como antidepresivos, mejorando nuestro estado de ánimo, la capacidad de aprendizaje y locomotora, y protegiendo el cerebro de los efectos negativos de la neurodegeneración”.

Beneficios a todos los niveles

Si recapitulamos todo lo anterior, la práctica de actividad deportiva regular se traduce en los siguientes beneficios, que contribuyen a mejorar el bienestar general de quienes la realizan:

• Reducción del estrés: el ejercicio físico puede reducir los niveles de estrés al aumentar la producción de endorfinas, sustancias químicas en el cerebro que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo.
• Mejora del estado de ánimo: la actividad física regular puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad al estimular la liberación de neurotransmisores como la serotonina, que contribuyen a mejorar el estado de ánimo y reducir la sensación de tristeza.
• Aumento de la autoestima: el deporte puede mejorar la autoestima y la autoconfianza al ayudarte a sentirte más competente y capaz a medida que alcanzas metas personales y mejoras en tus habilidades físicas.
• Mejora del sueño: la actividad física regular puede promover un sueño más reparador y profundo, lo que contribuye a una mayor sensación de bienestar y energía durante el día.
• Reducción de la tensión muscular: el ejercicio puede ayudar a reducir la tensión muscular y las molestias físicas asociadas al estrés, lo que a su vez puede mejorar la sensación de relajación y bienestar general.
• Aumento de la concentración y la función cognitiva: la actividad física regular puede mejorar la concentración, la memoria y otras funciones cognitivas al aumentar el flujo sanguíneo y la oxigenación del cerebro, lo que promueve la salud cerebral.
• Alivio de la ira y la frustración: el deporte proporciona una salida saludable para la ira y la frustración al permitirte liberar emociones negativas de manera constructiva a través del ejercicio físico.
• Interacción social: participar en deportes o actividades físicas en grupo puede proporcionar oportunidades para interactuar socialmente, hacer nuevos amigos y desarrollar un sentido de pertenencia y apoyo social, lo que a su vez puede mejorar la salud mental y emocional.

¿Cuáles nos ayudan más?

Aunque la práctica de la mayoría de actividades tiene un impacto positivo en el bienestar general, hay algunas de ellas que son especialmente beneficiosas para mejorar el estado de ánimo y contribuir a una correcta salud mental.

• Ejercicio cardiorrespiratorio: caminar a diferentes intensidades, hacer una ruta en bicicleta o nadar aumentan la liberación de endorfinas y el estado anímico, rebajando los niveles de estrés. Correr también es una estupenda opción, pero es importante hacerlo con una preparación previa y supervisión para reducir el riesgo de lesiones. Aquellos que prefieran una actividad más dinámica y entretenida, pueden optar por el baile que, además, implica mayor interacción social que las anteriores.
• Actividades cuerpo-mente, como el yoga y la meditación, que están especialmente pensadas para promover la relajación y reducir la ansiedad. Lo ideal para sacarles el mayor partido posible es realizarlas de forma constante y, si es posible, contar con un instructor que guíe la práctica y la adapte según los objetivos y el estado físico del alumno.

Independientemente del tipo de actividad (cardiorrespiratoria, de fuerza o estiramientos), se ha comprobado que su práctica al aire libre, en espacios en conexión con la naturaleza, mejora el bienestar emocional. Así, una de las formas más sencillas de mejorar el estado de ánimo a través de la actividad física es salir a caminar cerca de un parque, por el campo o junto al mar.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con Olympia Quirónsalud​.