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Deportes de invierno: cuáles son sus riesgos y cómo podemos prevenirlos
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Deportes de invierno: cuáles son sus riesgos y cómo podemos prevenirlos

Antes de lanzarte a la nieve o a las pistas de hielo, recuerda que este tipo de deportes son muy exigentes y requieren de un entrenamiento previo y una técnica adecuada

Foto: Foto: Freepik.
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La llegada del invierno a menudo se acompaña de condiciones climatológicas adversas, lo que puede suponer un inconveniente a la hora de hacer ejercicio. Pero, al mismo tiempo, se dan las adecuadas para que los amantes de los deportes de invierno puedan disfrutar a tope de ellos. Algunos, como el esquí, el snowboard o el patinaje, son de sobra conocidos por todos, pero también existen otros que no son tan reconocibles por el gran público, como el splitn board (mezcla entre snowboard y esquí de fondo), el curling (deporte de equipo en pista de hielo), el tubing (descenso en nieve sobre donuts hinchable), distintas modalidades de descenso en trineo, combinada nórdica o el snowbike, entre otros.

Aunque divertidos, no olvides que no están exentos de riesgos. Por eso, si te encanta la nieve y vas a aprovechar estos días de fiesta para escaparte a practicar tu deporte favorito, debes tener en cuenta algunos consejos para reducir al máximo la posibilidad de lesionarte.

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En este sentido, la doctora Inmaculada Gómez Arrayás, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Ruber Internacional, nos explica que, "al tratarse de prácticas exigentes, tanto desde el punto de vista físico como técnico, sería conveniente hacer una ‘pretemporada’ uno o dos meses antes con entrenamiento físico de carácter aeróbico para fortalecer los grupos musculares más implicados en ese deporte: glúteos, abdominales y pierna (GAP). Es decir, no debemos pasar del despacho y vida sedentaria a la montaña".

"En estos deportes, si uno no tiene experiencia y una técnica depurada, intenta suplirlas con un sobreesfuerzo que acaba en fatiga física y lleva a cometer errores", comenta la doctora. En este sentido, son deportes que se pueden empezar a practicar desde los cuatro años en adelante, sin edad límite. Si la salud y el físico lo permiten, su práctica se puede alargar durante muchos años más. Además, a medida que se cumplen años, cuando las condiciones físicas merman, pueden suplirse con una mejor técnica.

No obstante, subraya la doctora Gómez Arrayás, “es fundamental que, si tenemos alguna enfermedad de base o antecedentes familiares de patologías cardiovasculares, consultemos con nuestro médico para ver si existe alguna contraindicación y nos realicemos un chequeo deportivo en el que se mida nuestra capacitación para la práctica deportiva, y así no correr ningún riesgo innecesario”.

¿Por qué nos lesionamos?

La doctora Gómez Arrayás cita un estudio de la American Orthopaedic Society for Sports Medicine (AOSSM), para el programa Stop Sports Injuries, en el que especifica los factores que predisponen a una lesión:

  • Tiempo excesivo practicándolo sin descanso (con mejor preparación física y descansos se previenen muchos de ellos).
  • Practicarlos por encima del nivel de habilidad.
  • Equipo inadecuado, defectuoso o mal ajustado.
  • Mala adaptación a la altitud
  • Deshidratación o fatiga
  • Practicarlos fuera de pista o en áreas cerradas
  • Incumplimiento del código de conducta y responsabilidad en deportes de montaña

Los autores concluyen en su investigación que “muchas de las lesiones se podrían haber evitado con adecuada preparación física, equipo apropiado y debidamente ajustado, y sentido común”. Y que se puede mejorar el entrenamiento si se analizan los patrones en las más frecuentes.

placeholder Foto: vecstock / Freepik.
Foto: vecstock / Freepik.

¿Cómo son estas lesiones? La especialista indica que "la mayoría son traumáticas, por caídas y colisiones; y su incidencia aumenta después del almuerzo y cuando estamos fatigados". En los deportes de invierno, especialmente en esquí, se ven afectadas las rodillas y pulgares, con roturas de ligamento cruzado anterior y lateral interno, meniscales… o por giros de rodilla con el pie fijo. También son comunes las fracturas y luxaciones de hombro, así como fracturas de extremidades inferiores o de muñeca (sobre todo cuando se practica snowboard).

Una buena noticia es que las craneoencefálicas han descendido mucho por el aumento del uso de casco, evitándose así muchos accidentes mortales. "Recordemos que su uso disminuye un 43% la probabilidad de sufrir lesiones de cabeza y cuello", apunta la especialista.

Algunos riesgos y beneficios que aporta

Este deporte se practica en altura, y en este medio la presión parcial de oxígeno es menor; esto supone que la cantidad de oxígeno que pasa a la sangre disminuye, pudiendo provocar una descompensación en pacientes con algunas cardiopatías o en aquellas personas con algún tipo de enfermedad pulmonar de base que provoque una insuficiencia respiratoria. Por ello, los expertos insisten en la necesidad de una valoración médica previa que nos marque nuestras limitaciones, así como en una adecuada preparación previa (ejercicio físico regular varios meses antes).

“El peligro está en que muchas personas realizan esta actividad de forma brusca partiendo de un estilo de vida sedentario”, nos comenta la doctora Gómez Arrayás. “La combinación de hipoxia por la altitud, temperatura fría y esfuerzo submáximo en sujetos desentrenados y con enfermedad cardiovascular, muchas veces no detectada, conduce a accidentes cardiovasculares, a veces mortales".

En este punto, la doctora reconoce que "evaluaciones recientes de los registros austriacos y franceses revelaron que más de la mitad de todas las muertes en deportes alpinos son de origen no traumático, siendo los eventos cardiacos (infarto de miocardio, muerte súbita...) la principal causa de muerte. Por ello es tan importante su prevención”.

placeholder Doctora Inmaculada Gómez Arrayás. (Foto cortesía QuirónSalud)
Doctora Inmaculada Gómez Arrayás. (Foto cortesía QuirónSalud)

Más allá de los riesgos, estos deportes nos aportan el beneficio de practicarlos al aire libre, en espacios abiertos. Respiramos un aire mucho más limpio que el contaminado en grandes ciudades, nos relajan mentalmente y nos liberan del estrés de nuestro día a día.

Por otro lado, al ser un ejercicio aeróbico, mejora nuestras condiciones físicas y nuestra capacidad cardiopulmonar. Por la hipoxia se aumenta la producción de glóbulos rojos, es decir, las células sanguíneas que reparten el oxígeno a los tejidos de nuestro organismo, tanto es así que muchos deportistas realizan temporadas de entrenamiento en altura para mejorar su rendimiento.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional​.

La llegada del invierno a menudo se acompaña de condiciones climatológicas adversas, lo que puede suponer un inconveniente a la hora de hacer ejercicio. Pero, al mismo tiempo, se dan las adecuadas para que los amantes de los deportes de invierno puedan disfrutar a tope de ellos. Algunos, como el esquí, el snowboard o el patinaje, son de sobra conocidos por todos, pero también existen otros que no son tan reconocibles por el gran público, como el splitn board (mezcla entre snowboard y esquí de fondo), el curling (deporte de equipo en pista de hielo), el tubing (descenso en nieve sobre donuts hinchable), distintas modalidades de descenso en trineo, combinada nórdica o el snowbike, entre otros.

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