Por qué los médicos siguen recomendando pilates para aliviar el dolor de espalda

El dolor de espalda constituye, por orden de frecuencia, el primer problema de salud crónico en España, muy por delante de patologías como la hipertensión arterial, la artrosis, la artritis o el reumatismo. Así lo revela un informe elaborado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que revela que a un 18,6% de la población española le duele la espalda, por múltiples causas y con diferentes grados de intensidad, y que alrededor de un 80% de la población ha sufrido, o lo hará a lo largo de su vida, dolores de espalda. De entre todos los dolores de espalda, el lumbar es el más frecuente.

“La causa más frecuente de dolor lumbar es la lumbalgia inespecífica —explica el doctor Alfonso Vidal Marcos, coordinador de Anestesiología y Reanimación y de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Sur—. Está relacionada con alteraciones en la estática y desequilibrios en el tono y fuerza de los músculos de los canales vertebrales y de la prensa hidroaérea abdominal, y también de los músculos de brazos y piernas. Su fatiga y su rigidez afectan al normal movimiento de la columna, provocando con el tiempo sobrecargas articulares a varios niveles, que son el origen del dolor”.

TE PUEDE INTERESAR

Por qué es importante la pretemporada para un futbolista profesional

EC Brands

En este contexto aparece el método Pilates, que se perfila como algo más que un deporte para ponerse en forma, ya que también ejerce un efecto muy positivo en la espalda, sobre todo en la zona lumbar. Asimismo, favorece en pocas sesiones la potencia, la flexibilidad y el control sobre el tono muscular y el cuerpo en movimiento; y resulta eficaz como técnica de rehabilitación y fisioterapia.

Este deporte se adapta a todas las edades y es uno de los más populares en los gimnasios para mejorar la forma física. "Dependiendo de la capacidad de cada persona, es posible adaptar la sesión de pilates tanto a personas con dificultades de movilidad como a deportistas de élite, cuyo objetivo sea mejorar la técnica o prevenir lesiones o molestias", explica el especialista. "Además, se pueden utilizar aparatos o realizar ejercicios en el suelo. Al comienzo, es preferible hacerlos con ayuda de equipamiento, puesto que muchas personas presentan dificultad para agacharse y levantarse".

Para utilizar el método Pilates como tratamiento de los problemas lumbares, hay que poner atención en los principios que encontramos en cada ejercicio y que aportan beneficios al aplicarlos en la actividad cotidiana. En concreto, los seis más destacados son:

• Adaptar la respiración al movimiento. En los ejercicios, hay que tener en cuenta que, al inspirar, se origina el aumento de la lordosis lumbar, que dibuja una curva en la parte baja de la espalda. Por eso, algunos ejercicios se deben hacer expulsando el aire, en espiración, para prevenir un exceso de curvatura.
• Fomentar el alargamiento de la columna. Es importante potenciar la elongación axial de la columna y de los brazos en movimiento, ya que ayuda a prevenir la compresión de las articulaciones cuando nos movemos.
• Cuidar el movimiento de las articulaciones. Es recomendable no moverlas en bloque, sino que hay que hacerlo sucesivamente y en armonía.
• Mantener el control del abdomen, el diafragma y el suelo pélvico. Esto se conoce como la zona central, y desde ahí sale el movimiento para desplazarse hacia fuera. Por eso es importante mantener el control central.
• Adoptar la postura correcta durante los ejercicios. De esta manera, las articulaciones no se verán perjudicadas y, además, enseñamos la postura adecuada al cuerpo. En concreto, el sistema propioceptivo se acostumbrará a colocarse en la mejor postura.
• Aprender a disociar movimientos. Existe cierta tendencia a utilizar más estructuras anatómicas de las que son necesarias cuando nos movemos, y esto provoca una pérdida de fluidez en los movimientos.

Para qué lesiones es útil

El doctor Vidal nos explica que la práctica de pilates es recomendada para problemas de columna como lumbalgias y dorsalgias, ya que alivia la tensión de los músculos y mejora el alineamiento de cada una de las diferentes curvaturas. También para las hernias de disco y ciatalgias, puesto que descomprime los nervios y reestructura la arquitectura de la columna para evitar las recaídas y los dolores; y para la escoliosis y la osteoporosis, porque contribuye a evitar su avance, en el primer caso, y reduce la pérdida de hueso y mejora las curvas de la espalda, en el segundo. En ambos, en ocasiones, mejora las curvaturas.

El especialista lo aconseja, además, para otras dolencias como la espondilitis anquilopoyética y otras rigideces, al mejorar la movilidad de la columna y la del tórax para la respiración. Asimismo, es un buen ejercicio para la recuperación de cirugías de columna, ya que acelera el tiempo necesario para rehabilitarse tras una operación; así como para los dolores mecánicos por sobrecarga muscular, al fortalecer los músculos y recuperar la movilidad para la actividad diaria.

De todos modos, lo importante para tener éxito, concluye el especialista, “es un buen diagnóstico del problema, un tratamiento integral adecuado —con medicación si es preciso—, un buen diseño de los ejercicios para el tratamiento y un buen conocimiento del método. En todo ello es esencial la elección de un centro adecuado, con monitores cualificados que, junto con los médicos y fisioterapeutas, adapten el trabajo físico a las necesidades y limitaciones del paciente”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Sur​.