Me han puesto una prótesis, ¿podré seguir haciendo deporte?

No es nada raro que, al oír hablar de prótesis de cadera o de rodilla, la primera imagen que se nos venga a la cabeza sea la de una persona de edad avanzada. Sin embargo, personas jóvenes, activas o deportistas pueden verse afectadas por diversas lesiones que requieran de una prótesis: lesiones por traumatismos, por desgaste, por cirugías previas o por una mala técnica a la hora de practicar deporte son frecuentes en un perfil de población joven.

También tendemos a pensar que, tras una cirugía de este tipo, la vida deportiva del paciente se ha terminado. Pero nos equivocamos: cada vez es mayor el número de los que siguen practicando deporte con la misma intensidad una vez sometidos a este tipo de intervenciones.

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La cirugía protésica, también llamada artroplastia, está pensada para reemplazar una articulación dañada por una articulación artificial (hecha de metal, polietileno o cerámica). Podemos sustituir toda la articulación (prótesis total) o solo la parte dañada (prótesis parcial). Las más frecuentes son, por este orden, rodilla, cadera y hombro, aunque también se pueden reemplazar otras articulaciones como el tobillo, codo o muñeca.

La prótesis, explica el doctor Manuel Leyes, jefe de Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de Olympia Quirónsalud, y jefe de servicio del Hospital Universitario La Luz, primer centro monográfico de España dedicado a la cirugía protésica, “está indicada para pacientes que tienen dolor, rigidez o inflamación articular que no responde a tratamiento conservador. Estos síntomas pueden ser causados por artrosis, artritis, fracturas o necrosis avascular”.

“En cuanto al postoperatorio”, continúa el especialista, “dependiendo del procedimiento y del estado de salud, el paciente pasará dos o tres días en el hospital o se irá a casa el mismo día. En las prótesis de rodilla y de cadera, el paciente sale del hospital caminando con muletas y hará rehabilitación de seis a ocho semanas”.

“Como con cualquier cirugía, existe el riesgo de complicaciones que incluyen: trombosis venosa, infección, rigidez, o luxación, pero la mayoría se pueden tratar con éxito y los beneficios potenciales de reemplazar una articulación lesionada son significativos y pueden cambiar la vida del paciente”. El dolor se reduce en gran medida y, en muchos casos, se elimina. Se mejora mucho la movilidad y, en un gran número de casos, la prótesis seguirá funcionando según lo previsto durante al menos 15 años.

Seguir haciendo deporte

Todos tenemos claro que el deporte es beneficioso y debe seguir realizándose después de una intervención protésica, pero hay que adecuar las actividades para no dañar la prótesis. Ahora bien, ¿qué actividades están permitidas y cuáles no son recomendables?

Una vez que se ha recuperado suficientemente la fuerza y el control muscular del cuádriceps e isquiotibiales, entre los tres y los cinco meses, se recomienda realizar actividades de impacto bajo e intermedio, ya que ayudan a mejorar la salud general y la condición cardiovascular. “Después de una cirugía protésica”, explica el doctor Leyes, “se aconseja practicar natación, ciclismo, marcha, senderismo, golf… Aunque es posible practicar deportes de alto impacto, no es recomendable debido a que pueden causar un desgaste precoz del implante”.

De hecho, continúa el especialista, “la capacidad para volver a practicar actividad física se ve afectada por la salud general más que por la edad. Los estudios muestran que, cuanto más sano esté, más probabilidades tendrá de volver a practicar deportes después de la cirugía”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid​.