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¿Tu empresa está sufriendo una fuga de talento? Estos son los errores que has podido cometer
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CONTRA EL 'BURNOUT'

¿Tu empresa está sufriendo una fuga de talento? Estos son los errores que has podido cometer

Si has notado que se han ido muchos trabajadores de tu organización en los últimos meses, llegó la hora de buscarle una explicación. Un experto del mundo laboral ofrece sus teorías

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La insatisfacción laboral es mucho más acuciante de lo que parece a simple vista, al menos en nuestro país. Casi un cuarto de la población de entre 20 y 64 años siente una profunda desafección por su empleo y por sus rutinas, muy a la cabeza de la media europea. Sentir que pierdes el tiempo en tu horario laboral, que tienes poca o nula valoración por parte de tus jefes o directamente experimentas un fuerte estrés de forma recurrente son algunas de las causas que caracterizan este burnout general. En Estados Unidos se empezó a hablar de fenómenos como el de la Gran Renuncia por el que hubo un montón de bajas al término de la pandemia.

Aquí, en España, no se dieron este tipo de tendencias laborales, pero ello no quiere decir que sean pocos los empleados que realmente lo están pasando mal cada vez que comienza su jornada laboral. Una de las frases que más de moda se han puesto en los últimos años, al menos en el mercado laboral anglosajón, es que "la gente no suele dejar malos trabajos, sino a malos jefes". En este sentido, cabe reparar en el papel de los jefes y empleadores para saber qué están haciendo mal, sobre todo si en los últimos meses han notado un goteo excesivo de personas abandonando su puesto, lo cual puede crear sentimientos de inseguridad entre los propios trabajadores.

"El mejor empleo es aquel en el que los líderes confían en sus empleados porque saben lo que hay que hacer y que lo harán bien"

El más claro es no sentirse lo suficientemente valorados, lo cual puede manifestarse de varias formas, como por ejemplo una ausencia de reconocimiento continua que lleva a los empleados a sentir que no están considerando seriamente su sacrificio. "Cuando pasamos mucho tiempo en el trabajo, esperamos que los demás se interesen en nosotros de forma pormenorizada, y que aprecien nuestros talentos, necesidades, conflictos y situaciones familiares peculiares", argumenta A. J. Hess, periodista de Fast & Company, el diario internacional referente en todo lo relativo al mundo del empleo. "Y por ello queremos que las personas que están ahí nos apoyen cuando pasamos por momentos difíciles". Esto, por desgracia, no siempre sucede, teniendo que hacer un encaje de bolillos entre compromisos familiares y laborales.

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Por otro lado, una cultura del favoritismo es otro de los factores que más decantan que los empleados se harten al comprender que por más que se esfuercen siempre habrá otros por encima debido a quiénes son o cómo se lleven con el jefe. Y esto, en el fondo, es una forma de hacer trampas, ya que no se delega la promoción en el buen desempeño del trabajo, lo que acabará dañando a la organización y formando a que esos buenos empleados se vayan cuando tengan la más mínima oportunidad.

Falta de autonomía o de significado para la sociedad

Hess apunta que otro factor que acaba decantando la fuga de talento es no tener voz en los objetivos o decisiones de la empresa, lo cual sin duda contribuye a sentirse parte de la organización, además de realizado. "El mejor empleo es aquel en el que los líderes confían en sus empleados porque saben lo que hay que hacer y que lo harán bien", recalca el experto. "Los altos cargos que actúan como guías y entrenadores, y que escuchan a los empleados cuando tienen problemas, son aquellos que disfrutan de ver el buen desempeño de su personal".

Aquellas empresas que encuentran conexiones entre los deberes y las pasiones de sus empleados son las que cosechan más satisfacción laboral

Del mismo modo, es frecuente que el empleado tenga intereses ajenos a su propia función dentro de la empresa. Esto sucede cuando se siente más inclinado por las tareas de otro departamento. En este sentido, un buen jefe es aquel que conoce a la perfección las habilidades de su empleado y decide estimularlas, sean cuales sean. Por desgracia, esto no es la tónica general, ya que puede haber rivalidades entre los distintos estratos de la empresa, por lo que cambiarse de departamento suele ser visto como una especie de traición.

En ocasiones, estos intereses ajenos a las funciones que se le han sido asignadas coincide con un hobbie. "Aquellas organizaciones que se esfuerzan por encontrar conexiones entre los deberes y las pasiones de sus empleados con las que cosechan tasas más altas de satisfacción laboral y un aumento de la productividad general", asegura Hess. Otro de los motivos que pueden explicar esa fuga de talento es la falta de incentivos más allá de los salarios: si la empresa no cuenta con una identidad sólida atada a una declaración de principios y valores, es posible que el empleado sienta que todo lo que hace no lleva a ninguna parte o no sirve para nada, lo que le desmotiva.

La insatisfacción laboral es mucho más acuciante de lo que parece a simple vista, al menos en nuestro país. Casi un cuarto de la población de entre 20 y 64 años siente una profunda desafección por su empleo y por sus rutinas, muy a la cabeza de la media europea. Sentir que pierdes el tiempo en tu horario laboral, que tienes poca o nula valoración por parte de tus jefes o directamente experimentas un fuerte estrés de forma recurrente son algunas de las causas que caracterizan este burnout general. En Estados Unidos se empezó a hablar de fenómenos como el de la Gran Renuncia por el que hubo un montón de bajas al término de la pandemia.

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