Por qué es tan importante controlar el tamaño de las raciones para adelgazar

Perder peso es el objetivo de millones de personas en todo el mundo. La mayoría tratan de eliminar los kilos de más que les sobran sin recurrir a especialistas, por lo que echan mano en demasiadas ocasiones de las conocidas como dietas milagro, esos planes de adelgazamiento que prometen perder muchos kilos en poco tiempo, pero que suelen terminar mal.

Porque lo que ocurre es que se produce el conocido como efecto rebote, es decir, que al final de la dieta, se recupera el peso perdido e, incluso, se gana aún más. Por eso, los especialistas recomiendan lo que se conoce como déficit calórico y que consiste en quemar más calorías de las que se consumen a diario para conseguir adelgazar a largo plazo.

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Para lograr ese objetivo, médicos y nutricionistas están de acuerdo: lo mejor es una combinación de dieta y ejercicio para perder peso de forma saludable. Y una de las facetas a la que conceder más importancia es el tamaño de las raciones: ahí puede estar la diferencia entre quienes consiguen adelgazar y los que no logran su objetivo.

Consejos para comer menos sin notarlo

Los expertos consultados por Times of India consideran que el deporte tiene una incidencia del 30 por ciento aproximadamente en un plan de adelgazamiento. El resto, tiene que ver con la comida y con las decisiones que cada persona tome sobre los alimentos que va a tomar. Por eso, es muy importante saber qué cantidad de comida debemos consumir cada día.

El tamaño de las raciones también afecta al organismo de otras maneras

Uno de los trucos para adelgazar más conocidos tiene que ver con el tamaño de las raciones. Consiste en utilizar un plato más pequeño de lo normal, de tal manera que podamos poner una cantidad menor de alimentos de la que estamos acostumbrados, logrando comer menos a lo largo del día. Solo con ese detalle estaremos dando pasos para conseguir perder peso.

Otro buen consejo es medir o calcular las raciones. Ya sea por el peso de los alimentos, por tazas como hacen los americanos o por cucharadas, a la antigua usanza. Lo importante es saber la cantidad de alimento que ingieres en cada comida porque de eso dependerá, directamente, la cantidad de calorías que tu cuerpo recibe a lo largo del día.

En los últimos tiempos nos hemos acostumbrado a leer las etiquetas de los productos con más atención. Eso también nos puede ayudar a reducir el tamaño de las raciones ya que en ese etiquetado encontramos la información sobre las calorías que contiene cada alimento. Al conocer ese dato podemos hacer lo posible para ajustar la cantidad de comida que tomaremos.

Beneficios de controlar el tamaño de las raciones

Comer una cantidad adecuada de comida no significa solo que, a la larga, vamos a lograr perder peso, sino que, además, conseguiremos alimentarnos de forma correcta consumiendo los alimentos que necesitamos y aportaremos a nuestro organismo una serie de beneficios derivados de esa reducción en el tamaño de las raciones que comemos.

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El primero es que ayuda a hacer una mejor digestión. Comer grandes cantidades de comida puede provocar indigestiones y, por tanto, acidez, malestar, etc. El sistema digestivo no funciona a la perfección cuando comemos grandes cantidades de comida, por lo que es fundamental controlar el tamaño de las raciones.

Otro beneficio es que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Cuando se come mucho, los niveles de azúcar se disparan, provocando picos que hacen que haya un exceso de glucosa. Eso provoca que no toda esa glucosa se pueda convertir en energía y, por tanto, se acumula en el organismo provocando que el cuerpo almacene grasa.

Comer de manera conscientemente es la mejor forma de perder peso a largo plazo

Por tanto, comer de manera consciente es la mejor forma de perder peso a largo plazo. Si comemos con moderación no solo lograremos el cuerpo ideal que estamos buscando, sino también evitar problemas derivados de una mala alimentación como el colesterol, la diabetes, la hipertensión o diferentes enfermedades cardiovasculares.