Una pareja adelgaza casi 200 kilos tras proponerse perder peso en común

La báscula de Dustin Hall llegó a marcar 242 kilos en su momento de mayor peso, aunque a nadie le extrañó. El día que nació ya pesó 5 kilos y recuerda que su madre siempre le dijo que las enfermeras le compararon con una bola de mantequilla por su tamaño. Toda su vida ha sido una persona obesa y tuvo que lidiar en el colegio con ser el gordo de la clase.

Dustin tiene 37 años, tres más que su novia, Raquel Hall. Ella tampoco es una persona delgada precisamente, tanto que en 2018 alcanzó los 135 kilos de peso y su médico le planteó que o adelgazaba o tendría que operarla para reducir el tamaño de su estómago, porque, de lo contrario, su salud se iba a resentir. Pero había una razón aún más importante para perder peso.

Raquel llevaba tiempo queriéndose quedar embarazada y no lo conseguía. El doctor que llevaba su caso le explicó que era debido a su peso y que las medicinas que tomaba para intentar tener un niño no funcionaban por su físico. Ese día, Raquel y Dustin tomaron una decisión: iban a adelgazar y lo iban a hacer los dos juntos, en equipo.

Adelgazar en equipo

Dustin se sometió a una operación de bypass gástrico por la que perdió 143 kilos; después, Raquel hizo lo mismo un año más tarde y, desde entonces, ha adelgazado más de 50 kilos, por lo que entre ambos se han dejado casi 200 kilos. Pero, lo que más importante, aprendieron que tenían que cuidar su alimentación si no querían volver a las andadas.

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La doctora Caroline Apovian, codirectora del Centro para el control del peso y el bienestar del Hospital Brigham and Women's de Boston, explica a Today que "la pérdida de una cantidad significativa de peso puede restaurar los niveles hormonales casi a lo normal, restaurar el ciclo menstrual y llevar a la concepción muy rápidamente después de la pérdida de peso. De hecho, aconsejamos a las mujeres que utilicen métodos anticonceptivos durante la fase activa de pérdida de peso de la cirugía bariátrica debido a la rapidez con la que las mujeres que pensaban que no eran fértiles pueden quedar embarazadas después de la operación".

Dicho y hecho: el sueño de Raquel y Dustin se hizo realidad poco después y ambos tuvieron a su primer hijo en diciembre de 2020. Pero no han olvidado lo que fue su cuerpo en el pasado, por lo que, desde que tienen un nuevo físico, trabajan para mantenerse en forma, cuidando su alimentación y, también volviéndose una pareja mucho más activa que antes.

Dustin recomienda leer las etiquetas de los alimentos y no comprar lo que no es saludable

El ejemplo es que, antes, su mayor diversión era pedirse una pizza, sentarse delante de la televisión y darse una maratón de series mientras se bebían una botella de refresco de dos litros. Ahora, viajan, van a la playa, juegan con su bebé y no dicen que no a ninguna aventura: los dos valoran más que nadie lo importante que ha sido su cambio físico para no recaer.

Alimentación saludable

Dustin aprovechó su nueva condición física para convertirse en entrenador personal. Se creó una página en Instragram, donde ya tiene más de 68.000 seguidores, y comparte sus entrenamientos y sus consejos para seguir un proceso de adelgazamiento equilibrado. Y eso que "los primeros cuatro o cinco meses después de la operación, simplemente caminaba. Empecé con dos carreras…"

Pero después se apuntó a un gimnasio y terminó creando su propio lugar de entrenamiento en el garaje de su casa: "Lo que funciona para mí es mantenerte fresco y diferente". Su truco para adelgazar son los entrenamientos de alta intensidad o HIIT, aunque explica que "tengo una serie a la que llamo 'The Dusty 5' y son cinco estaciones de entrenamiento diferentes. Puedes usar cualquier cosa, desde una pesa rusa hasta una cuerda para saltar".

Se ha convertido en una nueva persona y tiene un mensaje para quienes quieran perder peso a largo plazo: leer las etiquetas de los alimentos y no llevar a casa aquello que sabes que no es bueno para tu salud. Pero, sobre todo, cree que lo más adecuado es llevar una alimentación equilibrada a diario y no solo hacer dieta unos días y olvidarse de ella el resto.

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Hoy, Dustin pesa 100 kilos y Raquel, que sigue dando el pecho a su pequeño, casi 95. Ambos están en modo mantenimiento, pero recuerdan con cariño su proceso: "Ahora, antes de irnos de vacaciones, miramos fotos del gimnasio del hotel. Estas son las mismas dos personas que solían sentarse en el sofá. Ha sido el viaje más increíble de nuestras vidas".