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Cómo evitar comer de más por la noche y así adelgazar y dormir bien
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CAER RENDIDO SIN UNA SOLA CALORÍA DE MÁS

Cómo evitar comer de más por la noche y así adelgazar y dormir bien

No puedes evitar sentir hambre pocos minutos antes de irte a la cama. Estás a un paso de revertir esto y conseguir mantenerte en tu peso y, a la vez, tener mejores sueños

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Reconócelo. Unas pocas horas después de cenar, y justo en el momento en que decides que ya es hora de irte a dormir, te entra el hambre. Entonces, abres la nevera y arrasas con lo primero que pillas. Muchas personas optarán por un dulce o frutos secos, y muy pocas lo harán por alguna fruta, lo que hace que tus objetivos de perder peso naufraguen de forma drástica.

Pero no solo de cara a adelgazar. También notarás que tus noches son peores. Diversos estudios establecen una gran relación entre los episodios de insomnio frecuentes y una mala alimentación. Es una espiral de la que parece imposible salir. Si no puedes dormir por la noche probablemente tengas ganas de abrir el frigo, y si abres el frigo justo antes de meterte en la cama es posible que no puedas conciliar el sueño. ¿Qué fue antes, el insomnio o el hambre? En cualquier caso, los médicos y especialistas alertan sobre las cenas demasiado pesadas y cómo estas pueden repercutir en tu entrada en los reinos de Morfeo.

Tu cerebro te obligará a ponerte menos límites con los alimentos durante la noche, ya que percibe que hay una emergencia física

¿Cómo salir de este entuerto? Glenn Livingston, un reputado psicólogo estadounidense, recomienda encontrar elementos que puedas agregar a tu dieta para mejorar tu satisfacción sin interferir en tus objetivos de salud y estado físico. "Dependiendo de tu plan dietético o de las restricciones médicas que has adoptado, puedes optar por elaborar platos más especiados, ingerir más fruta o bien tomar chocolate negro de postre cuando desees algo dulce", explica en un artículo publicado en la revista 'Psychology Today'.

"Los alimentos que crujen en la boca también pueden servir, como zanahorias frescas o apio, ya que estamos destinados a morder y masticar, y el estrés de nuestra vida laboral en mayor medida se libera con este impulso", aconseja el psicólogo. "Si no tenemos ganas durante el día, podríamos hacerlo por la noche. Y recuerda, añadir algunas calorías adicionales a tu cena es mucho mejor que caer en la tentación de comer una gran cantidad de bocadillos espontáneos y sin planificar".

Debes acabar con los alimentos procesados. Ni vienen bien para tu dieta ni tampoco a la calidad de tu sueño

Algunas de las causas que esgrime para explicar estos atracones nocturnos es el hecho de que no te alimentas lo suficiente durante el día, por lo que el cuerpo siente la necesidad de comer mucho más antes de acabar la jornada e irse a dormir. "Después de todo, necesitas recursos para realizar las tareas de descanso y regeneración mientras duermes", avisa Livingston. "No importa lo fuerte que sea la necesidad de comer, tu cerebro te obligará a ponerte menos límites con los alimentos durante la noche, ya que en cierta forma, percibe que hay una emergencia física".

Pero también se puede atajar esta mala práctica sabiendo qué comer durante el día. Si de verdad quieres dormir bien y tener una buena digestión nocturna es imprescindible que ingieras verduras de hoja verde. Una popular ensalada de lechuga para cenar se encargará de limpiar tu organismo y hacer que no ganes ni una sola caloría de más.

Como diría la frase popular: "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo"

De la misma forma, es esencial acabar con los alimentos procesados. Ni vienen bien para tu dieta debido al alto grado de azúcar y grasas trans que contienen, ni tampoco a la salud de tu sueño, ya que te sentirás más pesado si acabas el día zampándote productos como fritos congelados o rebozados. Aunque es una forma rápida y fácil de alimentarte, debes esforzarte por realizar platos caseros que repercutan de manera positiva en tu organismo.

Una solución para acabar con el hambre antes de dormir es incluir más proteínas en tu nutrición diurna. Si por ejemplo estás siguiendo la dieta keto, muy útil y extendida entre las personas que están a régimen, en vez de comer solo un filete a la plancha (ya sea de pescado o carne), puedes arriesgar y aumentar la cantidad. Eso conseguirá que tu estómago se sienta más lleno y saciado, y que no tengas que invadir la cocina a las tantas de la madrugada porque te mueres de hambre.

Foto: ¡Contrólate! (iStock)

Muchos nutricionistas siguen viendo el desayuno como la comida más importante del día. No es baladí, ya que es la forma en la que tu cuerpo se recarga de energía para afrontar el desgaste físico diario. Así lo asegura el famoso dicho popular: "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo". Así que lo mejor será hacer que tu cuerpo se acostumbre a tomar nada más levantarte todas esas calorías que tu cuerpo pide por la noche: una buena taza de café, varias piezas de fruta o zumo, una buena dosis de hidratos de carbono alojada en el pan de las tostadas, un chute de proteínas con dos huevos fritos, o algo de azúcar para quemar a lo largo de la jornada, que puede estar presente en algún tipo de bollería (evita ante todo la industrial).

Reconócelo. Unas pocas horas después de cenar, y justo en el momento en que decides que ya es hora de irte a dormir, te entra el hambre. Entonces, abres la nevera y arrasas con lo primero que pillas. Muchas personas optarán por un dulce o frutos secos, y muy pocas lo harán por alguna fruta, lo que hace que tus objetivos de perder peso naufraguen de forma drástica.

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